Acerca de Portezuelo del Viento, el sur de la provincia y el atronador silencio de la política menduca
Por Horacio Marinaro, especial para Diario Mendoza Today.
Ningún dirigente podrá adueñarse del sentimiento de desolación, tristeza y amargura masiva de una sociedad que sólo requiere mínimamente que se cumpla con lo prometido y pactado.
Hay un gran silencio regional, y reconozco que nunca un silencio ha producido tanto ruido en nuestro sur. Semejante silencio nunca mereció tantos comentarios y exigencias, nunca el silencio fue tan grandilocuente y significativo.
La pregunta es, si en el centralismo escucharon que la muerte de Portezuelo del Viento, sigue siendo una sugestiva incógnita o una muerte anunciada por Alfredo Cornejo y sus secuaces. Un gobierno que le niega a Mendoza, especialmente al sur provincial, la obra de mayor importancia para los próximos 100 años. Otra oportunidad perdida, en una Argentina que se empeña en ser el país de las oportunidades perdidas.
Ahora bien, la dirigencia política y privada del sur se dejó birlar alegremente 1.023 millones de dólares, sin incendiar legislaturas, ni realizar piquetes en la casa de gobierno. Ni siquiera insinuaron el más suave reclamo ante el descarado robo infligido a los departamentos sureños. Ni siquiera la merecida puteada a los hacedores de la tremenda afrenta tras años de politiquear destacando, los beneficios que nos traería –según sus propias palabras– “la megaobra del siglo”. Eso en boca de Cornejo y de un titular del DGI que hace muy poco se enteró de que el agua moja.
Mientras tanto, a los sureños de a pie parece embargarnos la resignación frente a la indiferencia de nuestras autoridades.
Pero aceptar algo no es resignarse. Es algo muy distinto. Cuando te resignas a algo que no puedes evitar, te queda una tristeza amarga. Debemos entender que la resignación es un sentimiento de inferioridad que nos aplastará brindando una fea sensación de que se nos achicó la vida.
Además, a Malargüe se le negaron la electrificación de Las Loicas, todo el complejo aduanero de paso pehuenche, que hoy tiene línea monofilar y grupo electrógeno. Idéntica situación es padecida en los parajes El manzano y El alambrado y los pobladores intermedios.
Tampoco se realizó la construcción de la escuela de electromecánica Eugenio Izasky, y la red cloacal. Todo un catálogo de lo que nos negó el gobierno de un impresentable llamado Suarez que hoy calienta una banca en el senado nacional como premio a su lamentable gobernación. Eso acompañado por un intendente tan incompetente como corrupto llamado Ojeda.
No nos resignamos ni conformamos. Lo aceptamos ante la imposibilitad de luchar contra lo inevitable. Creo que la región merece un destino mejor.
Este silencio atronador y ensordecedor, es porque nos fastidia la impunidad, la corrupción, los atropellos del poder central y nos honra como ciudadanos. Hoy la certeza de la gente, es que desde el poder político se tramó este descarado robo, con la famosa adenda que le sacó el Ser Supremo de Cornejo a Macri
Este es un gobierno divorciado del estado de derecho, enredado en sus propias maniobras y operaciones internas, un poder que se mueve en las sombras, que despliega su actividad en la penumbra dominado por un sórdido personaje: el todopoderoso Alfredo Cornejo.
Martin Luther King expresó: “No me estremece la maldad de los malos, sino la indiferencia de los buenos“. Y yo me atrevo a agregar que en el silencio a veces se encuentra la verdad, ya que más vale un gran silencio que mil palabras.