Carril Mathus Hoyos de Guaymallén: casi un año de obras interminables
Digresiones desde la redacción de Diario Mendoza Today.
Para un cronista más o menos criterioso e inquieto, Guaymallén siempre es terreno fértil para cosechar historias. Ellas pueden ser muy agradables, pero en los últimos tiempos no lo son para nada de este modo, todo lo contrario. Sobre todo en Mitre entre Carril Mathus Hoyos y Figueróa Alcorta, y Teniente Primero Ibáñez, por Mathus Hoyos a la Rotonda del Avión, límite entre Las Heras, Ciudad y Guaymallén.
Nos gusta recorrer las calles de todos los centros poblados de la provincia, ya que es nuestra manera de hacer periodismo. Por eso hace unos meses nos dirigimos desde lo que fue Canal Acequia, ubicado en su momento en el Centro Cultural Julio Le Parc.
Veníamos de cubrir la desaparición del mencionado medio provincial a manos de la impericia e inconsciencia de la administración de Alfredo Cornejo, y al llegar a la avenida Mitre, pasamos el semáforo de calle Pedro Molina que nos conduce a Mathus Hoyos.
Ilusos de nosotros, ya por el reciente inicio de abril pasado, creímos que las remodelaciones iniciadas tiempo atrás en esa zona, estarían finalizadas y que sin inconvenientes doblaremos a la izquierda para encontrarnos con la obra nueva hasta llegar a la Rotonda del Avión.
Error gravísimo el nuestro. Mitre desde Pedro Molina a Mathus hoyos presentaba cráteres, rajaduras y todo tipo de accidente topográfico, digno de un post bombardeo, de esos que se ven en las películas yanquis que muestran la segunda guerra mundial o Vietnam sin olvidarnos de Iraq.
Veníamos cargados de tristeza, por saber que minutos atrás 35 familias se quedaban sin trabajo en el ex canal Acequia, y que Mendoza perdía un buen proyecto jamás valorado. Encima vimos con desazón que las obras que según nos aseguraron, a más tardar en Vendimia serían inauguradas aún mostraban mugre y materiales removidos.
Pasaron los días y algunas cosas en nuestras vidas. Nosotros seguíamos escribiendo líneas y líneas de críticas al ejecutivo que administra el departamento más densamente habitado de la tierra sanmartiniana, así que decidimos esperar a ver si algo bueno pasaba. Algo así como dar una chance ante tanta pálida. Que inocentes y crédulos fuimos.
El 24 de junio pasado, prensa de Guaymallén, en su cuenta de Instagram, refería una publicación que mostraba las bondades de un trabajo que se demoró más de la cuenta.
Se dice en la jerga periodística que refritar, es cuando sacamos nuevamente un material o texto ya publicado, al que le adherimos condimentos que lo hacen parecer vigente o actual. Una truchada total en realidad, que puede ilegítimamente pasar como algo novedoso, pero como dice la diosa Mirtha de los almuerzos: Si pasa, pasa.
En este caso no pasó. Dicho texto decía “¡Mathus Hoyos se renueva!. Avanza la obra integral en el carril Mathus Hoyos, entre Avellaneda y González Solá. Nuevos trabajos incluyen asfalto, alcantarillas, veredas, banquinas, puentes, drenajes y renovación de la red de agua.” El mencionado refrito debería ser y ahora es desenmascarado
En el atardecer de un jueves cualquiera, en realidad ayer nomás, nuestra curiosidad nos llevó al lugar para charlar con los contribuyentes. Entiéndase vecinos comerciantes o ciudadanos que tienen allí sus domicilios, los que nos contaron la verdad y realidad de sus castigadas vidas. Nada agradable es vivir entre escombros, montículos de tierra y cemento disperso por todos lados.
“Hace más de nueve meses estamos así. Sin poder acceder a nuestras casas y sin vender casi nada. Para colmo de males cada dos por tres les encanta hacer operativos de tránsito para recaudar. Paran vehículos para hacer multas y así demoran la circulación. La verdad que jamás pensamos que a la malaria económica se le sumaría la demora en una obra que debería haber sido hecha a lo sumo en tres meses. Todo es ensayo y error: ponen la cloacas, y las rompen para hacerlas de nuevo, Hacen la acequia y se equivocan con el nivel de desagüe y otra vez romper y rehacer”, nos dijo Cristian Moto propietario del Corralón San Cayetano claramente molesto.
Su vecino contiguo César Mendez, dueño de un importante taller mecánico se sumó al coloquio y no dudó en afirmar “Mis años de trabajo serio me aseguraron la fidelidad de los clientes y puedo trabajar. Pero olvídate de poder estacionar autos o descargar repuestos. Lamentablemente muchos negocios nuevos cerraron por no tener flujo de clientes”.
Cabe recordar que sobre Mathus Hoyos, entre Mitre y la rotonda del avión se encuentra el emblemático hotel alojamiento La Luna. Llamamos al conserje que obviamente no quiso dar su nombre, y entre risas nos expresó: “Imaginate si antes en la normalidad por ahí se complicaba a los amantes o parejas llegar hasta aquí, ahora entre tierra, barro y escombro es casi imposible”.
Inútil es insistir en eso de la inoperancia municipal, o criterio de sus gobernantes. El voto popular sostiene desde 2015 un desatino tras otro, que se diluye en los tiempos, ya que la oposición poco certera y por lo visto, hasta el momento carente de fuerzas para revertir en las urnas algo que los vecinos sufren cotidianamente.
Seguiremos el tema. La calle está dura para facturar y mucho más complicada, como lo estuvo la avenida San Martín de las Heras por dos años de obras interminables entre 2016 al 2018 o el carril Godoy Cruz de Guaymallén en el mismo lapso. Trabajos que se prolongaron y causaron pérdidas irreparables con negocios fundidos e incomodidad generalizada.
Los funcionarios al estilo “terminator” se reconstruyeron para seguir en el poder. Desde Marcelino Iglesias hasta nuestros días pasan cosas y no precisamente de las buenas.