Alejandro Rúa se mete en la trama del atentado a la AMIA y aporta a la mentira oficial

La mentira persiste. ¿Hasta cuándo? Por Christian Sanz, director de Diario Mendoza Today.

El atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994, sigue dando qué hablar. A casi 30 años de ocurrido, el versátil abogado Alejandro Rúa publicó un libro titulado “30 días”.

Allí asegura revelar la trama jamás contada sobre el ataque a la mutual judía. Sin embargo, la obra vuelve a apelar a los inconsistentes documentos de la ex SIDE donde se acusa a Irán. Principalmente el denominado “Informe Toma”, que dio puntapié inicial a toda la mentira oficial.

Según su obra, incluso, el Mossad se habría llevado el mismo día del atentado dos pies y una pierna que serían de la persona que manejó la camioneta Renault Trafic hasta dentro del edificio de la AMIA y se inmoló. Se trataría de un ciudadano libanés llamado Ibrahim Berro, cuyo hallazgo contrasta con una muestra de ADN que se analizó en 2017 y dio negativo.

De más está decir que la investigación demostró que no hubo conductor suicida ni mucho menos, sino que la bomba estuvo en el volquete ubicado en la puerta de la AMIA.

A esta altura debe mencionarse lo obvio: Rúa fue parte de aquel encubrimiento, ya que supo ocupar durante cuatro años la titularidad de la Unidad Especial de Investigación de AMIA, creada por el kirchnerismo.

Allí trabajó codo a codo con el todopoderoso Antonio Stiuso, otro de los que ayudó a desviar la investigación de su curso natural. Que apuntaba a Siria.

La trama aparece revelada en el propio expediente, con pruebas irrefutables, incluso la factura de la bomba que estalló en la sede de la mutual judía.

Todo ello aparece en el libro que publicó este periodista en 2007 junto al gran colega Fernando Paolella, “AMIA, la gran mentira oficial” (El Cid Editor).

En aquella investigación se revela —y se documenta— toda la verdad. Con detalles que escandalizarían al más incauto. Todo lo demás es humo: tramas novelescas que carecen de sustento probatorio. Armadas por los servicios de inteligencia.

Rúa, otrora abogado de Cristina Kirchner, es parte de toda esa falacia. Siempre interesada. Su libro es un cabal botón de muestra de ello. 

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