Bolsonaro acusó a un juez de la Corte de querer alejarlo de la política

El expresidente de Brasil fue nuevamente condenado, lo que certificó aún más la inhabilitación para ejercer cargos públicos.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes de querer “alejarlo” de la política, días después de que su segunda condena certificara aún más su inhabilitación, pero advirtió que “por ahora” no ha sido vencido.

Por ahora él está ganando, pero todo en esta vida puede cambiar”, dijo Bolsonaro, en alusión al magistrado del Supremo y presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), al participar en una serie de actos en el municipio paulista de Santos.

Preguntado por su estrategia judicial, Bolsonaro declaró que “está analizando” las posibles salidas, si bien cuestionó el recorrido que pueda tener recurrir en los tribunales la nueva condena del TSE.

Si tenés una pelea en casa con tu mujer, ¿vas a recurrir a la suegra?”, se cuestionó un Bolsonaro, que reconoció no tener una estrategia. “Estrategia es lo que Alexandre de Moraes quiere, todos sabemos lo que quiere, que es alejarme de la política”, apuntó el expresidente, según replicó el diario Folha de Sao Paulo.

De Moraes, además de juez del Supremo es cabeza del TSE, donde actúa como relator de las causas que Bolsonaro y sus aliados tienen abiertas. La causa principal es la que investiga al expresidente como posible autor intelectual de los ataques a las instituciones del pasado 8 de enero, aunque la mayoría versan sobre sus infundadas teorías sobre cómo tratar la pandemia del coronavirus.

La semana pasada, Bolsonaro y su exministro de Defensa Walter Braga Netto, que fue su compañero de fórmula en las elecciones pasadas, fueron declarados culpables de haber utilizado los festejos del Bicentenario de la Independencia en septiembre de 2022 con fines electoralistas.

Bolsonaro ya había sido inhabilitado durante ocho años por el TSE por sus ataques al sistema electoral brasileño durante una reunión en 2022 en la que congregó a un nutrido grupo de embajadores y diplomáticos extranjeros para persuadirlos de los supuestos defectos de las urnas electrónicas.

Por otro lado, Bolsonaro también respondió con negativas a las preguntas de la prensa sobre el recientemente destapado escándalo de espionaje de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) durante su mandato.

“ABIN no interceptó a nadie. Según la prensa, hizo un estudio de 30.000 personas, me gustaría que fueran divulgados los nombres de esas 30.000 personas. Quién lo hizo y por qué, no tengo la menor idea”, replicó Bolsonaro.

El expresidente aseguró que el único conocimiento que tiene sobre el uso de estas prácticas de inteligencia iban destinadas a identificar aglomeraciones de personas durante la pandemia de coronavirus.

El mes pasado, la Policía Federal inició una investigación sobre el supuesto espionaje que la ABIN había realizado durante el mandato de Bolsonaro contra rivales, políticos, periodistas y otros opositores a través de un sistema informático con el que pudo vigilar sus teléfonos móviles.

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