Biden hará una solicitud millonaria para auxiliar a Israel y Ucrania
Biden pidió apoyo a los estadounidenses en la víspera de enviar al Congreso un pedido de más de 100.000 millones de dólares para entregar ayuda y recursos a Ucrania, Israel, Taiwán y la frontera estadounidense con México.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que si el grupo islamista Hamás y el líder ruso, Vladímir Putin, no pagan por el dolor que han provocado en Israel y Ucrania, respectivamente, podría desencadenarse más “caos” y “destrucción” en el mundo.
Biden pidió apoyo a los estadounidenses en la víspera de enviar al Congreso un pedido de más de 100.000 millones de dólares para entregar ayuda y recursos a Ucrania, Israel, Taiwán y la frontera estadounidense con México.
“La historia nos ha enseñado que cuando los terroristas no pagan por su terror y los dictadores no enfrentan el precio de su agresión, causan más caos, muerte y destrucción“, señaló Biden en un discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Biden usó el discurso para intentar convencer al pueblo estadounidense de que EE UU debe desempeñar un papel fundamental en la defensa de la democracia en todo el mundo, una idea que se inscribe en el “excepcionalismo estadounidense” que guía la política exterior del presidente.
El mundo está en un “punto de inflexión”
De hecho, en su discurso, reiteró la noción de que el mundo se encuentra en un “punto de inflexión” en el que se está librando una lucha entre las democracias del mundo, lideradas por Estados Unidos y defensoras del orden liberal internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial, frente a modelos autoritarios como China y Rusia.
“Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero comparten algo en común: ambos desean aniquilar por completo a democracias vecinas“, afirmó el líder estadounidense.
Al respecto, Biden dijo que el sentido de la existencia de Hamás, que está considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos, es aniquilar el Estado de Israel y dijo: “Hamás no representa al pueblo palestino. Hamás utiliza a civiles palestinos como escudos humanos, y las familias palestinas inocentes están sufriendo enormemente por ello“.
Ucrania y la OTAN
Por otro lado, Biden señaló que Putin niega a Ucrania el derecho a existir como un Estado independiente y advirtió que si Occidente deja de respaldar a Kiev, el conflicto podría extenderse a otras partes de Europa, incluso a aliados de la OTAN como Polonia.
“Defenderemos cada pulgada de la OTAN“, enfatizó Biden, usando palabras que ya empleó otras veces para mostrar su respaldo al principio de defensa colectiva de la Alianza, en el que un ataque contra uno de los miembros se considera un ataque contra todos.
Dirigiéndose a los estadounidenses que lo veían desde sus hogares, Biden explicó en un lenguaje simple que, aunque estos conflictos parecen estar “muy lejos“, son relevantes porque tanto los aliados como, especialmente, los adversarios de Estados Unidos están observando cómo reacciona la nación.
“No permitiremos que terroristas como Hamás y tiranos como Putin triunfen. Me niego a permitir que eso suceda. En momentos como este, debemos recordar quiénes somos. Somos los Estados Unidos de América y no hay nada que no esté a nuestro alcance si no lo hacemos juntos”, finalizó el presidente.
Un segundo discurso para pedir dinero
Los presidentes de Estados Unidos suelen pronunciar este tipo de discursos cuando quieren transmitir a la nación cierto sentido de gravedad y urgencia. Este es el segundo discurso en el Despacho Oval que ofrece Biden desde que asumió el cargo en 2021, después de otro que pronunció en junio sobre el techo de deuda.
Durante el discurso, que duró unos 15 minutos y fue transmitido en vivo por las principales cadenas de televisión del país, Biden anunció que pedirá al Congreso una partida presupuestaria para defender ese país.
Según los medios estadounidenses, la solicitud “urgente” que enviará Biden al Congreso pide, entre otras cantidades, 60.000 millones de dólares para la guerra en Ucrania, 14.000 millones de dólares para Israel y 14.000 millones de dólares para la frontera de Estados Unidos y México.