Las imposibles contradicciones de Luis Petri y el hábito de estafar al votante
El candidato a Vicepresidente de Patricia Bullrich es una persona distinta al que fue precandidato a gobernador.
Luis Petri fue precandidato a gobernador por el Frente Cambia Mendoza, yendo a una interna con el actual candidato Alfredo Cornejo, con quien quedó atrás en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Luis Petri es el actual candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio siendo el segundo en la fórmula de Patricia Bullrich para llegar a la Casa Rosada y en consecuencia a la presidencia de la Cámara de Senadores.
El tiempo entre un acontecimiento y otro fue breve, bastante breve, y sin embargo se trata de dos Luis Petri distintos. Uno tenía un discurso más cercano a la oposición del cornejismo, sobre todo criticando la falta de seguridad de Mendoza.
Otro asegura que Alfredo Cornejo es el hombre que debe ganar la Gobernación para mejorar la situación de la provincia, acaso la misma que el cornejismo viene gobernando hace ocho años.
“El único que puede cambiar Mendoza, el único que tiene propuestas serias para mejorar la seguridad de la provincia, para garantizar la educación de calidad, es Alfredo Cornejo”, se lo escuchó decir al además abogado en los últimos días en diálogo con Radio Nihuil.
No obstante, en campaña, aseguraba que la inseguridad era uno de los grandes problemas por los que se encuentran afectados los mendocinos, como así también aseguró tener diferencias en cuestiones relacionadas, además, a la educación.
En campaña dijo, textualmente, la siguiente frase, en diálogo con MDZ: “sí puedo tener diferencias (con Cornejo) de visión respecto a cómo conducir los destinos de la provincia porque claramente somos dos personas que en muchas cosas piensan muy parecido, pero en otras es normal que podamos tener diferencias. Particularmente -en lo que respecta en mi caso- a la seguridad, al tamaño del Estado o, eventualmente, a la educación”. Más claro imposible.
El problema es que son dos Petri distintos: Uno buscaba ganar la interna en la provincia de la mano del votante desilusionado de Cambia Mendoza. El otro obedece las aspiraciones de su compañera de fórmula, que viene bancando a Cornejo desde el momento uno en que Omar De Marchi decidió fundar La Unión Mendocina.
Es que el candidato a vicepresidente quedó en un lugar incomodo, porque claramente, como radical, debe bancar al radicalismo, aunque más no sea por una cuestión partidaria.
Esto último, asimismo, expone una escena bruscamente obscena, donde en las campañas electorales vale todo en pos de lograr el cometido o llegar a la meta impuesta, aunque una vez en el Gobierno no se cumpla con lo prometido.
La respuesta la dio el actual gobernador mendocino y alfil de Cornejo, Rodolfo Suarez quien, en un acto vinculado a la seguridad en el que participaron Petri y el ex gobernador sostuvo: “La seguridad va a ser uno de los pilares de la campaña electoral, de cara a las generales 2023”.
Es decir, en otras palabras, que es un tema que se tocará (y que se viene tocando) de cara a las elecciones. ¿Y después? ¿Seguirán olvidándose de pagar los alquileres de las Comisarías? ¿Continuarán desmereciendo la labor de la Policía? ¿Se profundizará la inseguridad en Mendoza?
Cómo puede notarse, en la guerra, el amor y la política todo vale, incluso mentir con el fin de conseguir votos, o dicho de otra manera, estafar al votante. Porque el mismo que decía que Mendoza estaba en pausa pide votar a los mismos que llevan ya dos gobiernos consecutivos.