Acerca del 25 de mayo, la Argentina, los argentinos y el laberinto de un país imposible

Llegó el 25 de mayo y los medios se acuerdan de que es momento de ser “patriota”. Aparecen artículos hablando sobre la fecha patria y un brote de nacionalismo se apodera temporalmente de sus espacios.

Pero no basta. Ser patriota es serlo los 365 días del año, no sólo en estas fechas. Si no, es demagogia. Por otro lado ¿Qué significa ser patriota?

Según el diccionario patriota es toda “persona que tiene amor por su patria y procura su bien”. Entonces, cabe preguntarse ¿les cabe a los medios esa definición?

Rotundamente no. Cuando el periodismo le hace el juego al gobierno de turno, exagerando sus aciertos y ocultando sus errores, no ejerce acto alguno de patriotismo.

Cuando los periodistas venden su silencio a un precio tan bajo como lo es la “publicidad oficial”, no hay patriotismo alguno.

Hay, por suerte, medios que no son masivos y que realmente trabajan con ética y responsabilidad, pero son los menos. La mayoría actúa interesadamente, con una falta de profesionalismo increíble. 

Recordemos que el 25 de mayo de 1810 el pueblo argentino logró instituir su primer gobierno patrio y, desde ese momento, trata de cambiar una era de frustraciones para andar el camino de los anhelos de millones de argentinos que, como en 1810, demandan una sociedad fraterna, libre y con justicia.

Todo ese esfuerzo parece vano hoy frente a las circunstancias en las que se encuentra el país. La entrega contínua y la nueva colonización hacen que no haya nada concreto por lo que festejar realmente hoy.

 “Hay mucho festejo y pocos presos”, diría mi abuela. Gran verdad, sobre todo cuando sus nombres son más que conocidos.

Algunos de ellos, justamente, han ocupado la presidencia de nuestro país durante los últimos 50 años.