PolíticaPortada

Fabián Manzur: “Guaymallén sólo destina el 25% a sueldos, o sea que cuenta con un margen para aumentar”

El empresario y precandidato a intendente de Guaymallén por La Unión Mendocina habló con Mendoza Today y dejó interesantes definiciones..

Fabián Manzur no es un “ajeno total” a la actividad política. Si bien gran parte de su vida la dedicó a sus emprendimientos privados, antes fue Director de Cultura y Turismo de Guaymallén en el periodo administrado por Juan Manuel García y, posteriormente, en el gobierno de Alfredo Cornejo, tuvo a su cargo el Centro de Congresos y exposiciones.

Milita en la Unión Cívica Radical desde los 17 años y como muchos de su generación, resultó seducido por el potente y democrático mensaje de Raúl Ricardo Alfonsín. Por eso, quiere ser intendente guaymallino.

Rodrigo Montenegro del Centro de empleados de comercio, Sonia Sedano, que ya fue concejal y viene del partido Demócrata, Pablo Quevedo, secretario General de los trabajadores del mercado cooperativo, Lucas Casara pastor evangélico junto a dos médicas María González y Patricia González componen la lista de concejales que acompañarán al empresario.

Lo acompañan más de 70 personas y todos los costos de la campaña son sustentados por sus propios recursos. El hombre está casado con Claudia Luna, tiene 57 años y es padre orgulloso de cinco hijos: Silvina psicóloga, Matías martillero público, Paola es docente, Rocio profesora de inglés y Celeste estudiante de la carrera de relaciones institucionales.

Como sea, Manzur decidió hablar con Diario Mendoza Today sobre lo que pretende para su terruño y para el país todo.

-¿Por qué quiere ser intendente?

-Me he preparado para serlo. Soy nacido y desarrollado en Guaymallén, además mi familia completa vive en este lugar, lo mismo que el desarrollo de mis empresas que son de este pujante departamento. Siento la necesidad de devolver todo lo que la vida me dio ya que me fue muy bien. Me siento un ser agradecido.

Gracias al ex intendente García, pude comprobar el verdadero alcance municipal y todo lo referido al manejo administrativo y político de la comuna, por eso en esta tercera oportunidad de intentar administrar mi lugar, creo que podré lograrlo, al menos así lo dicen los rumores y la aceptación popular.

-¿Quién lo acompaña en este nuevo intento?

-Todo mi equipo viene del ámbito privado. Creo en los especialistas a los que escucho y acepto sus consejos para ponerlos en práctica. Médicos, docentes, comisarios y militares retirados en prevención y seguridad, más economistas y desarrolladores económicos componen el equipo de trabajo.

En deportes, se sumaron 25 profesores de educación física y algunos dirigentes de clubes. Es decir que somos los mismos que desde hace 10 años. Todos queremos mejorar Guaymallén.

-¿Qué es lo primero que debe hacer un intendente?

-El intendente debe ampliar sus funciones y crear trabajo. Ya no alcanza con el vuelco de las tasas municipales en pintado de cordones, mejoramiento de plazas o barrido e iluminación, la sociedad moderna demanda trabajo genuino. Por eso escucharemos a los empresarios, daremos capacitación a los emprendedores y artesanos. Nos comprometeremos en el turismo y otras actividades.

Voy a ser muy guaymallino en el control de beneficios y trabajo para quienes vivan en mi departamento. Cada máquina hormigonera que se encienda o cada soldadura que se aplique deberá prioritariamente ser ejecutada por un habitante de mi departamento.

-Hoy la gran queja es el costo impositivo, ¿qué piensa de eso?

-Lo que debemos tener en claro es que el control y la fiscalización no deben ser una percusión, sino una ayuda. Por ejemplo si una verdulería de barrio no tiene matafuego seguramente es porque no lo puede comprar. La idea es que el estado municipal ayude a ese pequeño comerciante facilitándole es elemento preventivo y dar la oportunidad de pagarlo con sus impuestos municipales en un tiempo holgado de acuerdo a sus posibilidades. Con respecto a los montos de las diferentes tasas, serán estudiadas para que no sean excesivas.

-Otra realidad son los bajos sueldos municipales. ¿qué hará al respecto?

-Primero, comprender que la municipalidad está superpoblada y por eso los sueldos son bajos. Ahí entra el compromiso de facilitar el trabajo privado. No vamos a despedir a nadie que realice correctamente su labor, pero sí seremos minuciosos y justos con quienes cumplen y con quienes no lo hacen.

Un básico de 28 mil pesos es una vergüenza, trataremos de dignificarlos y escuchar los reclamos. Hoy el municipio sólo destina el 25% en sueldos, quiere decir que cuenta con un margen para aumentarlo.

-¿Cuánto cree usted que debe ganar un municipal?

-Hoy no menos de 160 mil pesos. La realidad indica que no se superan los 100 mil de promedio. Y debemos admitir que esa no es una gran cifra. El desafío es escuchar y comprender las necesidades. Todos merecemos un asado de vez en cuando, comprar zapatillas a nuestros hijos o tomar vacaciones.

-Guaymallén es netamente productivo: ¿Cómo contribuirá a los emprendedores de la agroindustria y a los chacareros?

-Capacitándolos y asesorándolos con los valores de la producción. Hoy existe la información para diversificar lo que se siembra. De esa manera nunca se perderá el valor de lo que se trabaja en la tierra y obviamente se impulsará el valor agregado para no solo exportar o vender en el mercado interno la matería prima. Repito, el Estado debe acompañar, asesorar y colaborar, no solo recaudar.

-También el medio ambiente está en la mesa de consideraciones. ¿Cuál es su propuesta?

-Estuve reunido con las familias que viven del basural. La idea es gestionar y proponer la llegada de una empresa que recicle y de trabajo en blanco. Queremos desterrar los carros con caballos que lamentablemente no están bien cuidados y dignificar a esos esforzados trabajadores y trabajadoras que realizan una actividad insalubre y riesgo.

Son 70 familias que trabajan en el basural, a lo que se suman los carros que aún no fueron censados. Hay que dignificar el trabajo estable y con cobertura social. Toda la vida di trabajo, es más, en plena pandemia fundé una nueva empresa y la dediqué a ser mayorista en materiales de construcción.

-Seguramente más de uno le habrá preguntado a una persona exitosa como usted, ¿por qué le gustó meterse en el llamado barro de la política?

-Fundamentalmente porque me parte el alma ver el éxodo de jóvenes que se van a buscar sueños a otra parte. Me duele ir al aeropuerto y contemplar dolorosas despedidas. Pertenezco a la generación que no supo dar respuesta en 40 años de democracia, y quiero intentar a ayudar siempre desde el agradecimiento a una vida en la que me fue muy bien.