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Detuvieron en Rusia a un periodista estadounidense por investigar sobre la producción de tanques

El periodista había estado investigando sobre el Grupo Wagner, que ha enviado el grueso de mercenarios a Ucrania

Las autoridades de Rusia han detenido este jueves al periodista Evan Gershkovich, que trabaja para el diario The Wall Street Journal, por supuestas actividades de espionaje, según ha confirmado el Servicio Federal de Seguridad (FSB).

El periodista fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo. Es sospechoso de “actuar siguiendo órdenes de Estados Unidos para recopilar informaciones que constituyen secretos de Estado sobre las actividades de una de las empresas del complejo industrial-militar ruso“. Se enfrenta a una posible pena de hasta 20 años de cárcel.

Lo que estaba haciendo el empleado de The Wall Street Journal en Ekaterimburgo no tiene nada que ver con el periodismo“, dijo Maria Zajarova, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia: “Lamentablemente, no es la primera vez que la condición de corresponsal en el extranjero, el visado de periodista y la acreditación son utilizadas por extranjeros en nuestro país para encubrir actividades que no son periodísticas”.

El periodista había estado investigando sobre el Grupo Wagner, que ha enviado el grueso de mercenarios a Ucrania. Según medios locales, había recabado la opinión sobre vecinos de la zona. Además de visitar Ekaterimburgo, Gershkovich viajó a Nizhny Tagil. Allí hay una empresa de defensa llamada Uralvagonzavod ligada a la producción de tanques, un sector crítico en un momento en el que se calcula que Rusia ha perdido 1.600 carros de combate en un año de batallas en Ucrania, y está teniendo serios problemas para reponerlos.

El Kremlin ordenó a los fabricantes de tanques Uralvagonzavod y Omsktransmash que compensen las pérdidas en el frente. Existen dudas sobre hasta dónde pueden llegar. Uralvagonzavod construye los tanques T-72B3 y T-90M, pero a un ritmo demasiado lento.

Según medios rusos, la industria de defensa rusa actualmente produce no más de 250 tanques nuevos al año. Necesita producir al menos 1.000 para mantener estable su presencia de blindados. Todo indica que este asunto tan sensible es lo que estaba investigando Gershkovich.

Rusia podría tener unos 3.800 tanques viejos que se pueden reparar. Aquí vuelve a jugar un papel la factoría de Uralvagonzavod, donde estuvo investigando Gershkovich. Junto con la de Omsktransmash, con sede en Siberia, pueden restaurar 600 tanques viejos al año. El desempeño de estas fábricas es un condicionante importante para el devenir de la guerra.

Represión informativa

Como ha denunciado Amnistía Internacional, durante los últimos años, las autoridades rusas “han establecido un sistema legislativo que restringe la libertad de expresión y aumenta considerablemente los riesgos a los que se enfrentan los observadores, periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación que informan sobre reuniones públicas“.

El 4 de marzo de 2022, se adoptó una nueva legislación que restringe aún más el derecho a la libertad de expresión en Rusia. Según la nueva legislación, una información de los medios de comunicación que contenga cualquier mensaje contra la guerra se convierte en un posible motivo de persecución.

Los implacables ataques a la prensa libre por cubrir la invasión rusa de Ucrania y las actividades del movimiento contra la guerra han provocado un éxodo de cientos de periodistas“, dice un informe de Amnistía Internacional de noviembre del año pasado.

El canal de televisión independiente Dozhd y el periódico Novaya Gazeta se encontraban entre los que se vieron obligados a interrumpir su trabajo en 2022. Las autoridades cerraron la estación de radio Eco de Moscú, con una línea editorial muy moderada pero que servía de plataforma para algunas de las voces más críticas de Rusia. Muchos periodistas han emigrado a los países bálticos para continuar informando desde allí.

Evan Gershkovich vive en Rusia desde hace unos seis años y trabaja en la oficina de Moscú del periódico estadounidense The Wall Street Journal. El periodista está acreditado ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa. Greshkovich trabajó anteriormente para medios como la agencia France-Press, The Moscow Times y The New York Times. El último artículo de Gershkovdata del 28 de marzo. El titular era: La economía de Rusia está comenzando a desmoronarse.

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