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Qué es el proyecto de “Mono-Tech” que la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado

La iniciativa impulsada desde el Ministerio de Economía obtuvo solo 111 votos positivos, 11 negativos y 85 abstenciones. Apunta a freelancers con ingresos anuales de hasta 30 mil dólares.

En la primera sesión de la Cámara de Diputados desde el inicio del período ordinario, obtuvo media sanción este martes -y fue girado al Senado- un proyecto motorizado por el Ministerio de Economía que establece un “Régimen Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos”, más conocido como “Mono-Tech”, apuntado a freelancers con ingresos anuales de hasta 30 mil dólares.

La iniciativa, que obtuvo 111 votos positivos, 11 negativos y 85 abstenciones, fue tratada en la Comisión de Presupuesto y Hacienda durante el mes pasado, en extraordinarias. La discusión se dio en dos reuniones, la primera de ella con participación de funcionarios, y tras la cual desde la oposición pidió invitar a otros especialistas. Sin embargo, el Frente de Todos no aceptó, como así tampoco modificaciones, y en un segundo encuentro, que se llevó a cabo el 7 de febrero, sacó el dictamen. Fue por eso que el interbloque de Juntos por el Cambio decidió masivamente abstenerse. Lo mismo hicieron los diputados de la izquierda.

Votaron en contra los diputados del interbloque Federal, Graciela Camaño, Natalia de la Sota, Enrique Estévez, Mónica Fein, Carlos Gutiérrez  y Alejandro “Topo” Rodríguez; Ricardo López Murphy (Juntos por el Cambio) y José Luis Espert, Carolina Piparo, Javier Milei Victoria Villarroel.

El régimen se encuentra destinado a los pequeños contribuyentes que realicen actividades relativas a la economía del conocimiento, y a aquellos que efectúen cualquier tipo de prestación de servicios, siempre que estas actividades sean realizadas en el país, pero su utilización o explotación efectiva se lleve a cabo en el exterior.

También quedan comprendidos en este nuevo régimen los ingresos derivados por el ejercicio de “eSports” o deportes electrónicos, entendiendo por tales a las muy difundidas competiciones organizadas a nivel profesional, multijugador y de diferentes disciplinas de videojuegos con acceso desde diferentes dispositivos y plataformas de forma online u offline.

Según el texto, serán considerados “Pequeños Contribuyentes Tecnológicos” las personas humanas residentes en el país que obtengan ingresos brutos por las actividades anteriormente referenciadas, en los 12 meses calendario inmediatos anteriores a la fecha de adhesión al “Mono-Tech”, inferiores o iguales a un equivalente de 30.000 dólares.

De acuerdo a la escala, estarán comprendidos en la categoría D quienes registren ingresos hasta 10 mil dólares anuales; en la F quienes registren entre 10 mil y 20 mil dólares anuales; y en la H quienes tengan hasta 30 mil dólares anuales de ingresos.

Asimismo, se señala que el “Mono-Tech” facilitará “la operatoria fiscal de los contribuyentes alcanzados toda vez que sustituye e integra en un solo pago, de corresponder, el Impuesto a las Ganancias, el Impuesto al Valor Agregado y los Recursos de la Seguridad Social; y para el caso en el que el contribuyente se encuentre comprendido por otras actividades en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS), se establecen disposiciones tendientes a la compatibilización de uno con otro”.

Además, el texto propone un Régimen Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos que posibilite que estos sujetos se encuentren exceptuados de la obligación de liquidar las divisas percibidas por las actividades alcanzadas por la medida en el Mercado Libre de Cambios (MLC).

El debate

Fue el diputado Carlos Heller (FdT) el encargado de iniciar el debate como miembro informante quien destacó que la iniciativa tiene como objetivo fomentar la exportación de conocimiento y talento argentino en las actividades definidas en la Ley de Economía del Conocimiento. También explicó que brinda un marco normativo para otras actividades como por ejemplo personas que realicen deportes electrónicos que “son actividades muy difundidas o en desarrollo”.

“Este proyecto alcanza a toda otra exportación de servicio asimilable en estos conceptos. Es un nuevo esquema tributario para que las y los profesionales que facturan en dólares en pequeñas escalas puedan cobrar en esa moneda”, precisó el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

Así indicó que el objetivo es “incorporar el mercado informal a muchos profesionales argentinos en general jóvenes que están fuera del sistema. Es una visión integrada e inclusiva que amplia derechos a una decena de miles de pequeños productores de estos rubros que hoy se verían favorecidos por el contenido del proyecto”.

“Se aspira con esto a evitar la fuga de talentos, que se vayan al exterior”, remarcó Heller y agregó: “Busca sumarlos al sistema registrado y a su vez que puedan acceder y fortalecer el sistema previsional y el sistema de obras sociales”.

Además, afirmó que la iniciativa se inserta en un “paquete de medidas que forma una política integral y constituye un círculo virtuoso para toda la economía nacional. Esto permitirá aumentar el ingreso de divisas por servicios de importación no registrados en la actualidad. Permitirá reducir la informalidad y también fermentará la ampliación en el registro del sistema tributario”.

Heller precisó que con el proyecto se crean dos regímenes fundamentales: un régimen simplificado para pequeños contribuyentes tecnológicos como Mono-tech y un régimen cambiario para esos contribuyentes tecnológicos.

“El Mono-tech se encuentra destinado a todos aquellos que realizan actividades relativas a la economía del conocimiento y a aquellos que efectúan cualquier tipo de prestación de servicio siempre que estas actividades sean realizadas en el país, pero su utilización se lleve a cabo en el exterior”, describió el oficialista y reiteró: “El objetivo es que tengan un esquema ágil, sencillo para que puedan estar registrados y tributen en el país y generen un incentivo para que opten por ingresar las divisas al país y evitar que recurran a mecanismos de opacidad fiscal en el exterior”.

A su vez, informó que se estima que el grueso de personas que se mueven en dicho sistema tiene una remuneración promedio que se mueve entre los 2.500 y 3.000 dólares mensuales.

Por otro lado, explicó que serán considerados pequeños contribuyentes tecnológicos “las personas humanas, residentes del país, que tengan ingresos brutos por las actividades referenciadas. La base por la que deberán categorizarse se expresa en dólares y los montos de tributos se corresponden con determinadas categorías de régimen simplificado para pequeños contribuyentes”.

“El Mono-tech a nuestro juicio facilita la operatoria fiscal de estas personas toda vez que sustituya en un solo pago el impuesto a las ganancias, el impuesto al valor agregado y los recursos de la seguridad social. También se prevé que se puedan incorporar aquellas personas humanas que ya están inscriptas ya sea por el régimen general o por otras actividades. Esto le da una versatilidad amplia al proyecto siendo una herramienta útil para que exportadores de servicios puedan acceder a él”, cerró Heller.

A su turno, el presidente del bloque Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez, ironizó y comparó el proyecto con la película Sheriff que “fue por un puñado de dólares”, porque “es un parche el Mono-tech”, y sumó: “Pero podríamos enumerar una larga lista que corre la misma suerte en el concepto de verdadero parche”.

“Parece que de ambos lados de la grieta perdimos el foco de lo trascendente de nuestra tarea legislativa y nos dedicamos a poner parches sin elaborar políticas sustentables que equilibren la vida de nuestros compatriotas y en este caso de esa industria del conocimiento que se viene desarrollando a pesar de las dificultades”, planteó el cordobés.

En esa línea, cuestionó que el Régimen Simplificado “no es otra cosa o forma parte de esa maniobra desesperada de generar divisas”. “Existen alrededor de 5 mil empresas de soporte y tenemos 30 mil estudiantes universitarios están estudiando carreras afines a esto y las empresas exigen, porque 9 de cada 10 PyMes entre 2019 y 2021 fueron intensivas en las demandas de talento y mano de obra convirtiéndose en uno de los rubros de mayor generación de empleo formal, pero el 15% nada más puede exportar”.

“Las condiciones de intercambios son pésimas. Este el meollo de la cuestión que tira abajo, más allá del parche porque es mejor que facturen a que no lo hagan, en todo caso difícilmente en este contexto de volatilidad que vive el país, esos freelances vayan a ser masivamente uso de este Mono-tech”, alertó Gutiérrez.

Y cerró: “¿Son los dólares del pequeño contribuyente tecnológico con lo que vamos a recuperar el sendero de estabilidad? si no somos capaces de reconocer que nuestros talentos prefieren facturar sus servicios en el exterior porque están condicionados por el sector por la brecha cambiaria y las políticas públicas de promoción del sector estaremos mirando un parche. No es esta la manera de que ese mercado se acerque a lo que cobra un trabajador en relación al mercado externo”, y adelantó que desde su espacio votarán en contra porque “estamos cansados de los parches”.

En respaldo de la iniciativa, el entrerriano Marcelo Casaretto (FdT) recordó que el proyecto ingresó a la Cámara con la firma del presidente, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía y que fue incluido en el temario de extraordinarias.

“Si las personas que venden sus servicios al exterior, si están en blanco tienen que pagar sus impuestos del régimen general y lo que son aportes al sistema previsional y eso implica una carga impositiva importante”, planteó y sumó: “Algunos no están en la economía formal, en consecuencia, se facturan servicios y se reciben a través de cuentas en otros países, con lo que se va a la informalidad”.

Al respecto, precisó que el proyecto propone hacer un régimen especial para permitir que los que están en blanco “tengan una carga impositiva menor y los que están en negro se regularicen. Vemos que este sistema tiene dos fortalezas que son el sistema impositivo porque se crea este régimen que va a englobar el impuesto a las ganancias, el IVA, recursos de seguridad social a las categorías planteadas hasta 30 mil dólares anuales”.

“El Mono-tech es una carga impositiva de acuerdo a la categoría en la que se encuadra. También se crea un régimen cambiario especial el que está en blanco y exporta servicios tiene la obligación de liquidar y reciben los pesos equivalentes. Este nuevo Mono-tech le da al que exporta de abrir una cuenta en dólares en la argentina de libre disponibilidad”, explayó Casaretto.

Por último, brindó datos de exportación de economía del conocimiento que rondan en los 7 mil millones anuales puntualmente “estos servicios informativos pueden están en torno de los 1 mil millones de dólares anuales. Este sector genera 146 mil puestos de trabajo”.

De la vereda de enfrente, el diputado puntano Alejandro Cacace (Evolución Radical) planteó que “el problema es que tenemos ese talento argentino que trabajan en la industria del software. Trabajan para el exterior, cobran en dólares, pero con la legislación cambiaria que tiene el país les obliga que al ingresar ese dinero pierden la mitad de su dinero”.

“Ir por el Régimen cambiario les quita prácticamente la mitad de su patrimonio y ese es el problema del plateo que venimos a resolver”, aseguró Cacace, pero criticó: “Lo que no me gusta de cómo plantea la legislación este Gobierno es que genera primero una maraña de distorsiones, entre ella el Régimen cambiario con la enorme brecha cambiaria que tenemos, y después de eso viene el funcionario de turno como papa Noel a decir discrecionalmente a decir a quién le da un beneficio”.

Y apuntó contra el ministro de Economía, Sergio Massa: “En Mendoza anunció el dólar Malbec, y así. Llamativo que hizo todo por resolución porque tenemos 14 tipos de cambio también algunos perjudiciales como el turista que suma tanto que ya ni se puede calcular, todos dispuestos por resolución, pero este solo manda al Congreso”.

“La verdadera utilidad del proyecto es el artículo 15 que dice que los que están inscriptos en esto, no están obligados a liquidar en el mercado libre de cambio y se pueden quedar con los dólares”, cuestionó Cacace y concluyó: “Solo acá se establece que se le tiene que sacar la mitad del patrimonio por lo que vende y tenemos que corregir la distorsión cambiaria que es un problema macro”. Además, alertó que “es una nueva movida más para sacar una tajada de aquello que hoy no se cobra en el exterior”.

Sobre el final de la sesión, intervino el diputado Martín Tetaz, que les preguntó sin éxito al diputado Hernán Pérez Araujo y luego a Carlos Heller cuánto vale un dólar. Luego explicó: “Cada uno que produce en la Argentina y que exporta tiene que poder hacerse de sus dólares; cuando eso no sucede, se produce un sesgo antiexportador”.

Aclaró que eso no es un problema exclusivo de este Gobierno, sino “un cáncer que tiene la economía argentina hace casi 75 años, con honrosas excepciones”. Y agregó que “cuando un dólar vale 380 o 400 pesos y usted le da 200 al que produce esos dólares, y le aplica retenciones, genera el incentivo a producir menos dólares. Cuando tiene menos dólares, exporta menos, el dólar crece y los salarios son más bajos, independientemente de la actividad que haga cualquier argentino. Todos los argentinos son más pobres porque a la Argentina le entran menos dólares y el dólar que equilibra el sector externo termina siendo más alto”.

Cerró el debate el oficialista Itaí Hagman, quien destacó que el proyecto de ley puesto en debate tiene que ver con un contexto particular que indica que hoy hay en la Argentina decenas de miles de jóvenes que exportan bienes al exterior y lo hacen informalmente.

“La Argentina es el segundo exportador de servicios informáticas en América latina”, destacó, resaltando que en los últimos 15 años las exportaciones vinculadas a la economía del conocimiento han crecido el doble que el resto de los servicios y bienes”.

Advirtió a continuación que “oponer al peronismo a la innovación tecnológica, por un lado, y por otro a la búsqueda de aumentar las exportaciones, son dos zonceras. Primero, porque la industria del conocimiento ha sido una política de Estado que más se ha dado con gobiernos populares”. Y luego preguntó “en qué gobierno se ha invertido más en ciencia y tecnología. Además, ¿por qué Argentina es tan competitiva en este sector? ¿No será porque tenemos universidades públicas y gratuitas donde se forman cientos de miles de jóvenes en carreras que después pueden aplicar, y que otros países de la región no tienen? ¿Tendrá que ver eso con la competitividad argentina en la industria del conocimiento?”.

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