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Las increíbles diferencias en el precio de las tarifas de luz en las distintas provincias (y qué onda Mendoza)

El precio es dispar por el valor agregado de distribución (VAD), donde existen variaciones según las distintas regulaciones provinciales. Por Sofía Terrile, TN.

En tiempos de suba de tarifas a nivel nacional y quita de subsidios se vuelve a poner la lupa sobre una discusión federal: cuánto se paga en el Área Metropolitana de Buenos Aires y las diferentes provincias de la Argentina. Entre esos dos puntos hay hasta cuatro veces de diferencia en cuestiones de precio, según un informe privado.

De acuerdo con un estudio del Afispop, el Área Fiscal y Política Públicas del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la tarifa promedio de un hogar Nivel 3, de ingresos medios, es de $3406. Ese dato no considera impuestos, donde se cargan recaudaciones nacionalesprovinciales y municipales.

En el AMBA, el valor promedio para ese nivel es de $1783 en el caso de Edesur y de $1791 para Edenor. Son las dos tarifas más baratas de la Argentina si no se tienen en cuenta los gravámenes. En contrapartida, la más cara está en Neuquén, donde se pagan $7339 por la tarifa eléctrica.

Fuente: Afispop
Fuente: Afispop

En el medio están Córdoba ($4301); Mendoza ($3943); Misiones ($3461); San Juan ($2892); el sur de la provincia de Buenos Aires (EDES, $2817) y Jujuy ($2152), entre otras.

En el caso de los hogares de Nivel 2, los de ingresos bajos, la tarifa sin impuestos más barata está en Formosa ($1397), mientras que los usuarios de Nivel 1, los que van hacia la quita total de subsidios, la tarifa más económica está en Jujuy ($3539) y el AMBA, con Edenor y Edesur, aparece recién en el cuarto puesto entre los lugares con facturas menos costosas.

Hay otro dato para tener en cuenta antes de seguir con las explicaciones y es cómo se compone el costo de la factura. Según este informe, en el caso de los hogares de Nivel 3 -ingresos medios- el 33% es el precio de la energía y el 67% es el valor agregado de distribución (VAD). En el AMBA la proporción es aproximadamente de 60/40 en favor del costo de la energía.

En el caso de los hogares de Nivel 2, los de menores ingresos, el precio de la energía representa el 29% y lo restante es el VAD. Y en el caso de Nivel 1, los “sin subsidio”, el 54% es el primer ítem y el 46% el segundo.

“Las diferencias de precios entre provincias se pueden explicar por el VAD, que es lo que fijan las provincias en cada caso”, explica Julián Rojo, economista especializado en energía. Detalla que el cuadro original de precios en las provincias no incluye impuestos, que tienen un mayor peso en el interior, porque en el AMBA no se pagan gravámenes provinciales ni municipales, ni considera los descuentos que las provincias hacen por tarifa social.

Contrariamente a lo que se cree -que el AMBA recibe más subsidios energéticos– Rojo explica que este ítem es igual en el caso de todas las distribuidoras porque lo que se cubre es la diferencia entre el costo de generación y el precio que pagan las distribuidoras de todo el país, que es el mismo. “Hay otros subsidios que están en manos de las provincias, que son los de la tarifa social, que son muy variables”, añade.

El VAD se determina a nivel provincial, con entes reguladores provinciales que lo definen, y que depende de muchos ítems, entre ellos, el estado de la red, la densidad de uso según la población y las líneas de distribución. Hay que considerar, además, que abastecer a poblaciones más aisladas es mucho más caro que abastecer en ciudades, como ocurre en el caso de Edenor y Edesur.

Contrariamente a lo que se cree -que el AMBA recibe más subsidios energéticos- Rojo explica que este ítem es igual en el caso de todas las distribuidoras. Foto: Edesur
Contrariamente a lo que se cree -que el AMBA recibe más subsidios energéticos- Rojo explica que este ítem es igual en el caso de todas las distribuidoras. Foto: Edesur

Emilio Apud, exsecretario de Energía y Minería (2001) y director de Apud & Asociados, agrega otro detalle: “Las distribuidoras provinciales tienen un VAD significativamente mayor al de CABA (Edenor y Edesur), pero no alcanza para cubrir los costos porque no los trasladan 100% a la tarifa, por cuestiones políticas, sociales y económicas, entonces recurren a pagar parcialmente la energía que reciben de Cammesa [el mayorista]”.

Así se forma una cadena complicada. “Como Cammesa debe pagar a los generadores y no le alcanza por el no-pago de las distribuidoras, el Estado le da el dinero faltante”, detalla Apud. “Las provincias, si tuvieran la posibilidad de emitir como el gobierno nacional, seguramente no trasladaría el VAD a la tarifa en la magnitud que lo hace ahora: esa es una de las razones por las que la tarifas en el interior son más altas que las del AMBA”, concluye el especialista.

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