Christian SanzPortada

Tips para (intentar) resolver la pandemia de la inseguridad en Mendoza

Una nota editorial. Bien Mendoza Today.

La inseguridad en la provincia es la principal “pandemia” que complica a los mendocinos. Más que el Covid e incluso que otras cuestiones como la inflación. Porque en esta partida, a diferencia de otras, directamente se juega la vida.

La oposición sabe acerca de la preocupación ciudadana y se sube a la cresta de la ola. Desde tiempos inmemoriales pide la renuncia del ministro de Seguridad, Raúl Levrino, incluso de algunos otros funcionarios menores. Especulan políticamente, sí, pero en el fondo tienen razón.

La pregunta, de todos modos, es otra: ¿Qué cambiará si renuncian Levrino y toda su troupe? ¿Quién está capacitado para ocupar ese lugar? ¿Acaso existe alguien en Mendoza que tenga la fórmula para terminar con el delito?

Se insiste: está muy bien pedir renuncias a los funcionarios que no supieron hacer nada para terminar con la inseguridad, pero ello no resuelve la cuestión de fondo.

En el eventual caso de que Levrino abandone el barco, ¿se solucionará algo? La respuesta es obvia. Nada se resolverá mágicamente.

Ergo, hace falta trabajar en un plan de seguridad que involucre a oficialismo y oposición por igual. Donde cada uno haga el aporte necesario, dejando los egos de lado.

Porque, aparte de pedir la insistente renuncia del ministro de Seguridad, ¿cuál es el aporte real del peronismo en tan compleja discusión?

Se le concede el hecho de que el oficialismo ha fracasado en su política de seguridad, lo cual le costó el cargo a Roberto Munives al frente de la policía. Pero hace falta mucho más, como se dijo.

Hay que trabajar en un plan a mediano plazo que permita disminuir la tasa de delitos en la provincia. Poniendo el foco en aquellos países o ciudades que obraron el milagro. Colombia es un gran ejemplo a tal respecto, principalmente las ciudades de Medellín, Cali y Bogotá.

Allí, no solo se incrementó la represión por parte de las fuerzas de seguridad, sino que además se trabajó en la contención de grupos de riesgo y se incrementó la actividad social. Los resultados están a la vista.

Hay muchos otros ejemplos, en algunos otros países, europeos y latinoamericanos. Solo es cuestión de estudiarlo con detenimiento y consultar a los expertos en cuestión.

Hasta que ello no ocurra, la discusión por la inseguridad en Mendoza solo será una puja política con miras electoralistas. De un lado y del otro. Nada más.

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