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Una sobreviviente de un centro clandestino se negó a responderle a De Marchi: “Me guardo la fuente”

A la sesión de la Comisión de Juicio Político convocada para este martes, asistió Gladys Cuervo, única sobreviviente del centro clandestino de detención conocido como El Chalet

A la sesión de la Comisión de Juicio Político convocada para este martes, asistió Gladys Cuervo, única sobreviviente del centro clandestino de detención conocido como El Chalet. Jefa de enfermeras del servicio de traumatología del Hospital Posadas, Cuervo fue secuestrada por el grupo de tareas que se conoció como Swat y que integraba Luis Muiña, durante los años del Proceso.

Su testimonio fue el primero en escucharse en la reunión de este martes. Un testimonio en el que a instancias de las preguntas que le formularon, llegó a detallar el tipo de torturas que sufrió durante su cautiverio.

Quien requirió esos detalles fue el diputado Rodolfo Tailhade, y cuando la testigo se retiró, la radical Karina Banfi reaccionó cuestionando que se le hubiese preguntado y repreguntado a Gladys Cuervo sobre lo que vivió durante su tiempo de detención.

Es una vergüenza que utilicen el dolor para sacar provecho político”, exclamó la diputada radical, a lo que la presidenta de la misma, Carolina Gaillard aclaró que “vamos a respetar la Constitución y el reglamento y nos vamos a apegar a las formas”, pero advirtió que no iba a permitir “más comportamientos indebidos”.

La enfermera del Posadas que expuso en primer lugar que Luis Muiña “integraba la patota paramilitar denominada Swat… Pero no se llamaba así, la habíamos denominado de esa manera los trabajadores del hospital en referencia a la serie”.

Contó además que pudo reconocerlo años después porque Muiña, junto a otros, “se paseaban impunemente por todo el hospital, con armas largas, uniformes de fajina, a cara descubierta. Aunque en el centro clandestino se tapaban las caras, les conocía las voces. Soy enfermera y estoy muy acostumbrada a conocer las posturas de las personas”.

En su testimonio, hizo un reconocimiento al presidente Raúl Alfonsín por haber juzgado a las juntas militares, cosa que a su juicio no hubiera hecho otro presidente. Y respecto de Luis Muiña, contó que había sido juzgado en principio y le dieron solo 13 años de cárcel, en lo que definió como un fallo “muy benévolo”.

Al cuestionar el 2×1 por el que fue beneficiado, dijo que al enterarse sintió como si le rompieran el esternón y las costillas a golpes, y atribuyó esa decisión a “un sistema corporativo”. Contó que se había enterado de que el juez Carlos Rosenkrantz había instruido a dos miembros de su vocalía para que eligieran un caso. Federico “Morgenstern eligió a Muiña porque nadie lo conocía, no era mediático. Pero nosotros, los afectados por sus acciones, sí lo conocíamos”.

Al preguntarle el diputado Hugo Yasky si interpretaba eso como una amnistía, la testigo dijo que “después se tuvo que retrotraer todo eso. Si hubiese pasado eso, hubiese sido una amnistía encubierta. Nadie duda qué partido es el sucesor del partido militar”.

No fue la primera vez que habló de un partido como el sucesor del partido militar. Más tarde atribuyó el fallo de la Corte que posibilitó la postura de la jueza Elena Highton de Nolasco a su intención de “prolongar su estadía” en el tribunal.

“¿Cómo se enteró, a raíz de qué tomó conocimiento de esta versión?”, le preguntó el diputado Tailhade. “El partido judicial es un partido corporativo, filtran datos, ahí me enteré, no voy a decir por quién”, respondió Gladys Cuervo, ante lo cual el mendocino del Pro Omar De Marchi le insistió para que dijera quién le había contado.

No voy a decir quién me lo dijo, me guardo la fuente, como los periodistas”, replicó la mujer de 83 años.

El presidente del bloque radical, Mario Negri, le agradeció la presencia y lamentó su padecimiento, pero le preguntó a la presidenta de la comisión en calidad de qué la habían convocado. Si había sido citada por el fallo en sí mismo.

Empezamos a trabajar en la comisión por causas. Las denuncias han propuesto testigos”, dijo Gaillard, que vinculó el tema al caso Schiffrin en el que se discutió la validez de una cláusula de la Constitución Nacional sobre la edad en la que los jueces deben jubilarse, en referencia a Highton de Nolasco, que siguió en el cargo más allá de haber cumplido 75 años.

Mi opinión personal es que hay un partido que vino a continuar la obra del partido militar”, volvió a repetir Gladys Cuervo, a quien el diputado del Pro Alejandro Finocchiaro pidió que diera el nombre de quienes le habían contado la vinculación entre el fallo del 2×1 y la jubilación de la jueza Highton. “No puede negarse a decir la verdad en cuanto a los nombres de quienes le han dicho esto, que Rosenkrantz instruyó así a sus colaboradores”.

Fueron personas que yo conocía un poco de paso”, respondió la testigo, aclarando que no recordaba los nombres.

El diputado Fernando Iglesias le preguntó sobre las reiteradas afirmaciones que había hecho a un partido sucesor del partido militar, señalándole si se refería “al que estuvo a favor de la autoamnistía, al que firmó el pacto militar-sindical, al que se opuso a la Conadep y al Juicio a las Juntas”.

Fue una clara e irónica referencial al peronismo, que la enfermera contestó diciendo: “En principio sí, después digo que tuvo más sucesores, pero son especulaciones mías”.

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