Christian SanzMendoza en foco

🤫 ¡No se olviden de Paco! Desaguisados, desmemorias e impunidad en el feudo de Guaymallén

Los desaguisados de los hermanos Paco y su constructora Idandi empiezan a ser olvidados por los grandes medios mendocinos. Camino a la impunidad.

Listo. Pasaron un par de días y todos parecen haberse olvidado de los curros de los hermanos Paco a través de la constructora Idandi. Más aún: nadie ha avanzado sobre la responsabilidad de Marcelino Iglesias y sus muchachos frente a los desaguisados de los personajes de marras.

Los delitos se han multiplicado en el terruño guaymallino: no solo “problemas de papeles” para la construcción, sino también lavado de dinero y trata de personas. Nada falta en la trama.

Los detalles los viene contando Diario Mendoza Today desde hace casi dos años, con pelos y señales. Se habló incluso con reputados funcionarios de Guaymallén a efectos de explicarles lo que estaba sucediendo. Y nada de nada. Todos se hicieron los desentendidos.

Hasta que ocurrió lo inevitable: la muerte del pequeño Eric Mamani, tras caer en un brutal pozo de una construcción perteneciente a los Paco.

Y ahí sí, los funcionarios salieron en legión a tratar de explicar lo inexplicable. Apelando a las falacias más increíbles. Sin responder la principal pregunta: ¿Por qué jamás se demolió ninguna de las obras de los Paco si todas estaban “flojas de papeles”?

Entrevistado por diario Los Andes, el propio Marcelino se excusó explicando que Paco “tuvo todas las permisividades antes que asumiéramos nosotros. Tenemos recontra comprobadas las más de 200 multas que hemos aplicado a partir de que asumimos nosotros”.

Amén de que jamás se han cobrado esas infracciones, el periodista que lo entrevistó lo dejó en off side al recordarle que el dueño de Idandi “ha seguido trabajando a pesar de las sanciones”. Ciertamente, no hubo respuesta posible por parte del mandamás comunal.

¿Acaso estaría dispuesto a reconocer que Paco les ha pagado a sus funcionarios importantes sumas de dinero “bajo mesa” para poder trabajar? No solo se trata de “contante y sonante”: puntuales familiares de funcionarios guaymallinos han recibido oportunas viviendas de Idandi.

El malogrado Paco lo ha dado a entender en un lavado descargo, donde recordó que la hija de un importante funcionario de esa municipalidad vivía en una de sus propiedades. Luego de ese explosivo párrafo, se acabaron las críticas a Paco por parte de los hombres de Marcelino.

Por su parte, los medios de comunicación de Mendoza hicieron sorprendentes artilugios de malabarismo a efectos de desligar la figura del intendente de los desaguisados de Paco. Como si una cosa no tuviera que ver con la otra.

Finalmente, el buen Marcelino logró zafar y la prensa empezó a abandonar la cobertura del tema al paso de los sucesivos días. Como si el problema se hubiera resuelto. Y nada que ver.

Los hermanos Paco siguen ahí, incólumes, construyendo sin cesar, sin permiso alguno. También persisten en la venta de autos “en negro”. Y todo lo demás. Delito tras delito, con una impunidad que abruma. Porque nadie hará nada para detenerlos.

Es el triste derrotero de Mendoza, que explica su decadencia persistente. Todos colaboran para ello: la política, los medios e incluso gran parte de la sociedad. Nadie zafa.

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