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“¡Me robaron por tercera vez!”, la postal de la inseguridad mendocina contada en primera persona

Rodrigo vive en Guaymallén y sufre, no solo la desidia de la delincuencia sino también el desinterés de las autoridades encargadas de la Seguridad.

“Me robaron por tercera vez… las cámaras, reflectores de mi casa”, cuenta Rodrigo, con un tono de voz que gravita entre la bronca y la decepción.

Ocurrió anoche, tarde, casi de madrugada, en calle Pringles de Guaymallén, una zona que viene siendo castigada por el delito. Por caso, a su vecina también le robaron casi a la misma hora.

“Ya en 2013 nos robaron las ruedas de un auto, lo mismo en 2019, también me robaron las macetas de más de 50 kilos, me vandalizaron el frente de mi casa”, insiste Rodrigo, para darle marco a su propio enojo.

No es todo: “A la piba del almacén de la esquina le robaron a mano armada, andan por la calle y por la plaza bardeando, son los ‘dueños’ del barrio, son de acá”, describe.

Porque es cierto, todos saben quiénes son los malvivientes que hacen estas cosas, pero nadie hace nada. La policía no da respuestas, la Municipalidad tampoco. Menos aún la Justicia.

“Vengo de la Comisaría, de exponer el problema y buscar una solución y solo me indicaron que debía hacer la denuncia, fui a la Fiscalía y me forrean”, relata Rodrigo, con la voz quebrada.

Las imágenes del caco han quedado grabadas por una cámara de seguridad, que puede verse al pie. Acaso la última esperanza de hacer Justicia a través del “escrache”. ¿Qué más queda?

Rodrigo no espera mucho más, ha sido superado por la triste realidad, que, como dice Joan Manuel Serrat “lo que no tiene es remedio”.

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