Durante el fin de semana se viralizaron las imágenes de un grupo de patovicas del conocido boliche El Santo golpeando a varios jóvenes. La elocuencia de lo ocurrido eximió de cualquier comentario.
La joven que subió el video lo describió en su cuenta de Facebook: “Esto pasó hoy en el boliche El Santo Disco. Yo filmé cómo personal de seguridad golpeaban haciendo abuso de poder. Al final del video se puede ver como me decían que por qué grababa lo que estaba pasando“.
Después de casi dos días, desde El Santo salieron a aclarar los tantos a través de un breve comunicado: “Ante los hechos acontecidos en la madrugada del día 19 de marzo en el boliche El Santo; manifestamos total y profundo repudio ante cualquier situación de violencia”, arranca el documento de maras.
Y avanza: “Ya hemos tomando las medidas necesarias para evitar que hechos semejantes vuelven a repetirse. Asimismo, cabe mencionar que estamos esclareciendo esta situación, la cual se desencadenó al momento de asistir a un cliente que había sido víctima de un hecho delictivo. Tomaremos todas las medidas pertinentes para garantizarla seguridad de todos“.
En buen romance, bien podría decirse que se lavaron las manos, ya que la responsabilidad del boliche va más allá del mero “ponerse a disposición”. Hay una responsabilidad concreta por parte del boliche, sobre todo porque suelen protagonizar hechos de violencia de similar magnitud todos los fines de semana.
