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Cómo es el presente de “Desirée”, la mendocina que pasó 22 días en coma por el accidente en el teatro Plaza

Sus secuelas físicas, su decisión de estudiar abogacía para hacer justicia, y su proyecto de sacar su primer disco. Charla exclusiva para ElNueve.com.

El 10 de julio de 2022 desapareció de la memoria de Gabriela “Desirée” Rodríguez Sita. Sí, no hay recuerdos, es como si literalmente ese día no hubiera existido y tampoco los 22 restantes, el tiempo en que estuvo en coma. Luego “el milagro”, como le han dicho reiteradamente los médicos, el despertar y sentir desconcierto, pero también una sensación de amor infinito, ese que le dio su familia y también desconocidos que solo anhelaban su recuperación. “Si no hubieran secuelas en mi cuerpo nada indicaría lo que atravesé, cuando de a poco me enteré lo que pasó y vi el video, realmente no podía creer que estuviera ahí”, dice la joven sobreviviente del accidente que conmocionó la provincia.

Fue la noche en que un auto sin control, conducido por Aldo Díaz, una persona con discapacidad que alegó una falla mecánica, se subió marcha atrás con el coche a la vereda del teatro Plaza de Godoy Cruz, y a su paso atropelló y ocasionó heridas a cerca de 23 personas. Si bien nadie falleció, muchos tienen secuelas físicas pero el caso de Desirée alarmó a la provincia y el país, por estar su vida en riesgo por tantos días.

Secuelas

Desde octubre del año pasado, Desirée (su nombre artístico y como le gusta la llamen) volvió a su vida “normal”, ya que recibió el alta médica, especialmente de su psicóloga quien la acompaña a transitar el trauma que implicó lo sucedido. “No he tenido ataques de pánico, ni depresión, pero sí estoy tratando el miedo que me produce pensar en manejar. No porque crea que me pueda pasar algo a mí, sino que temo atropellar a alguien”, le dice a ElNueve.com la joven que sabe superará este momento, pero que también respetará sus propios tiempos.

Generadora de una constante alegría por simplemente estar viva y sentirse privilegiada por la familia que tiene, Desirée le quita peso dramático a los largos estudios a los que ha debido someterse. Estudios que continúan en la actualidad. Si bien neurológicamente está con alta, tiene secuelas como la quebradura de uno de los huesos de su oído medio. “En abril debo hacerme una nueva tomografía, debo darle tiempo a que se suelde el hueso, pero esto también es un milagro me dijo el médico. Al parecer en el  98% de los casos cuando ocurre este tipo de accidentes, este hueso que se llama peñasco, no solo se quiebra sino que se corre y te quedás sordo. En mi caso escucho y por suerte no tengo mareos, pero sí una sensación de que algo hay y bueno convivo con eso hasta que pueda superarlo también”, dice quien es un ejemplo de resiliencia.

Atravesando actualmente su 5to año de cursado en la Licenciatura en Trabajo Social, tiene desde siempre una enorme vocación por el arte y por cantar. Y sí uno de los grandes desafíos que enfrentó, fue poder volver a cantar. “A mí el accidente me provocó que se me subiera la laringe, y tuve también que pasar por varios médicos hasta volver a sentirme en condiciones de cantar. Tenía que recuperar mi voz plenamente y he podido hacerlo, siempre me quedo con lo que avanzo y no con lo otro, aunque sé por ejemplo que quizás me cueste de por vida por el tema del oído, escuchar en plenitud los sonidos bajos”, agrega esta enorme luchadora que también tiene una secuela en su pie izquierdo. “Cada tanto se hincha, y descubrieron que no habían reparado entre tanta urgencia por sacarme adelante aquellos 22 días en coma, que tenía torcido un tobillo. Ahora estoy trabajando eso también, pero todos son males menores, yo estoy plenamente amando la vida misma”.

 

Milagros

Desirée viene de un hogar donde es muy importante la fe, en este caso la católica. “Creo absolutamente que Dios me ha salvado, lógicamente los médicos y todo el personal de la salud que me acompañó pusieron todo su conocimiento para sacarme adelante, pero hay un componente extra que es la fe. Cuando digo que Dios me salvó es porque así lo siento, los mismos médicos me repiten la palabra milagro, tenía un porcentaje alto de no sobrevivir. Había un edema en mi cabeza enorme por el golpe, hay una cicatriz allí que me lo recordará de por vida. Incluso estando internada me afectó un virus intrahospitalario pero también lo superé”, cuenta con emoción.

“Es impresionante la gente que ha rezado por mí, siento que recibí energía tan linda y positiva. Hay santos a los que la gente y familiares han orado por mi recuperación y que sé que ellos también me han protegido como el Cura Brochero, Chárbel, Juan Pablo II, Santa Rita, ellos intercedieron por mí antes Dios y Jesús.  Hay gente anónima que me escribe aún hoy por redes para decirme que hizo cadena de oración por mi salud. Lo mismo mi familia preciosa que vive en el exterior que decir, se las arreglaron para que las distancias con la fe se achicaron, y pedir mi sanación. Tengo una un núcleo familiar maravilloso, una madre y un padre increíblemente amorosos, soy una bendecida”.

 

Desirée cantante

“Quiero sacar un disco, porque tengo canciones con letras que sé que pueden inspirar. El arte es también sanador, mi madre es actriz, mi papá guitarrista, mi abuelo ya fallecido era cantante de tango y mi tío que vive en Estados Unidos también canta. Quiero educar mi voz nuevamente, extraño subir a un escenario y sé que lo lograré próximamente porque ya estoy cantando otra vez”, dice Desirée.

 

Justicia

Desde que ocurrió el accidente hasta el momento, Gabriela Rodríguez Sita, no ha tenido contacto con los demás sobrevivientes del accidente. “Creo que una parte de mi quiere olvidar”, dice reflexiva. Aunque reconoce que sí se encontró con personas que observaron el accidente, concretamente dos personas, que según relata la joven, fueron citados por el Juzgado Vial de Godoy Cruz para brindar testimonio. “Personalmente nadie del municipio me ha llamado, y aunque no quería al principio, por la búsqueda de justicia he iniciado una causa contra la persona que ocasionó el accidente.  Me hubiera gustado quizás charlar con él, pero nunca tuvo la iniciativa de llamarme, hoy necesito que se haga justicia. Por eso también he tomado la decisión de estudiar abogacía”, le cuenta Desirée a ElNueve.com

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