Persiste la huelga de hambre en las penitenciarías de San Felipe y Boulogne Sur Mer, y amenaza con “contagiar” a Almafuerte
Este sábado se cumplen seis días desde que se puso en marcha una inesperada huelga de hambre de presos como forma de repudio a presuntas “falsas denuncias” que involucrarían a la justicia de Mendoza. La mayoría de los huelguistas están acusados en expedientes por violencia de género.
En tal sentido, los que protestan responsabilizan al procurador General Alejandro Gullé “por su criterio precario para ejercer el cargo que le fue designado en términos de buen uso en ejercicio de funcionario público”.
Al día de hoy se encuentran reclamando pacíficamente internos de la penitenciaría de San Felipe y Boulogne Sur Mer, y en las próximas horas se estaría sumando Almafuerte. Como se dijo, todos los sectores y pabellones que están con procesados y condenados que refieren a causas de Género.
“Casi mil internos en huelga, decididos a morir de pie en este atentado contra los derechos humanos y los principios constitucionales que pareciera que cuando se trata de perspectiva de Género por más que el hecho no haya existido o no existan pruebas contundentes (al menos una) si lo dijo una mujer estas en graves problemas”, según comunicado de los propios reclusos.
Allí se describen como “personas que nunca tuvieron problemas con la ley, ni siguiera un prontuario y hoy están despojados de sus hijos, de sus trabajos y han perdido años de sacrificio, su honor y su honra abarrotados por un sistema que lo denominaremos ‘Fanatismo’ la peor peste que puede enfrentar una sociedad que tiene sed de justicia”.
Los reclusos acusan que el “movimiento fanatista” fue una pieza fundamental para la estrategia de Alfredo Cornejo: “Esto consistió en sumarse de alguna manera a la temida corriente feminista, es así que empezaron las capacitaciones de fiscales y jueces en temas de Perspectiva de Género, para la mirada de la sociedad mendocina esto era al muy bueno porque ya no iba a existir la puerta giratoria y la puesta en marcha de la denominada “mano dura”, lo que nunca se le dijo a los mendocinos es que este sistema ideológico de género no admite pruebas y descargos a favor del imputado, ni siquiera la duda en beneficio, sos culpable, encerrado y ninguneado hasta que se demuestre lo contrario, cuando en la mayoría de los países democráticos, con leyes, constitución y con derechos humanos, tendría que haber al menos una prueba que retenga al individuo hombre privado de libertad”.
Para los hoy acusados, lo peor que le puede pasar a un hombre víctima de una falsa denuncia, “lo alocado de todo este sistema perverso es que la fiscalía ni siquiera investiga los hechos, la mayoría de las veces tampoco permiten la incorporación de pruebas de la defensa, entonces ¿cómo uno puede defenderse? Los letrados defensores dicen que es ir a un enfrentamiento inútil, ya que desde el momento que uno es privado de libertad en términos de un relato, sin previa investigación por parte de la fiscalía”
¿Cuál es el derecho a defensa? “Bueno poniéndolo desde el panorama de contratar al mejor abogado no tendría éxito ya que no se trata de buen o mal abogado sino que literalmente es como que se acabaron tus derechos por eso se lo responsabiliza directamente al procurador porque su función entre otras es el correcto procedimiento de los fiscales, pero ¿qué pasa si te cuento que si estabas complicado los que te juzgan son también de la corriente feminista?”, se preguntan.
Y se responde: “Fiscales y jueces reciben órdenes de arriba porque quieren evitar las manifestaciones de las feministas en la puerta del poder judicial, no les conviene porque las encuestas decaerían estrepitosamente y eso a este gobierno no le conviene, es mejor tener un par de inocentes guardados y otros condenados que no se va a notar, a que 10 mil feministas se estén manifestado en el palacio de justicia, por eso las manifestaciones de las familias de las personas privadas de libertad son de poca gente”.
Finalmente, “le pedimos a jueces y fiscales que la justicia y la verdad no sean opacadas por una ideología, que el culpable se haga cargo y que la persona inocente sea liberada o a su defecto que pueda estar en un domicilio mientras dure el injusto proceso, hacer valer los derechos humanos ( art 11) y la Constitución Nacional (art 43 ley.23098) Basta de criminalizar al hombre”, según los reclusos.
