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Violación de Palermo: los elementos que ponen en duda el supuesto abuso sexual

Testimonios, peritajes y filmaciones que desafían el relato oficial. Por Juan Felipe Acuña, desde la redacción de Diario Mendoza Today.

El 28 de febrero de 2022, seis varones de entre 19 y 24 años fueron detenidos por efectivos de la Policía de la Ciudad en la intersección de Serrano y Cabrera, luego de una pelea con un grupo de panaderos que alarmó a los vecinos. En el marco de dicha confrontación, R.C.U.S. (20), quien se encontraba en compañía del grupo de jóvenes momentos antes, fue señalada por los comerciantes como la víctima de una violación grupal. Según el relato posterior de los hechos, narrado en la imputación, el abuso se concretó a partir de un plan previo con división de roles en el interior de un vehículo Volkswagen Gol, el cuál se encontraba estacionado frente a la panadería “La Familia”. Este comercio era atendido por Natalia Concepción Duarte y Orlando Ibarra, quienes luego de hacer la denuncia inicial se enfrentaron físicamente al grupo de seis varones y a R., a quien luego señalaron como víctima de violación. Los hechos sobrevinientes a la aprehensión de los presuntos abusadores desencadenaron en una mediática causa caratulada “Ramos, Angel Pascual y otros s/ Abuso Sexual” y conocida como la “Violación de Palermo”. No obstante, la mayor parte de la prueba recolectada desde el inicio del expediente parece, de hecho, corroborar la versión de los imputados, quienes en todo momento hablaron de una relación sexual consentida.

Diario Mendoza Today accedió a la causa y al material filmgráfico de la misma, constatando una serie de hechos que debilitan la hipótesis de la “violación en manada”:

  1. La presunta víctima no presentaba lesiones genitales compatibles con una penetración forzada al momento de su revisación en el Hospital Rivadavia.
  2. Durante las horas previas y hasta pocos minutos antes de los hechos ocurridos en el vehículo, R.C.U.S. evidencia una actitud de acercamiento a varios de los jóvenes. Más concretamente, a Steven Alexis Cuzzoni, Thomas Domínguez y Ángel Pascual Ramos, con quienes incurre en tocamientos, abrazos y besos, incluso iniciados por ella misma.
  3. De la grabación de la cámara de seguridad ubicada enfrente de la panadería se observa cómo R.C.U.S. entra y sale por sus propios medios del auto, saca el cuerpo por la ventanilla e incluso abre la puerta y parece intercambiar breves palabras con el panadero Ibarra. Todo esto, en momentos en los cuáles estaría siendo víctima de una violación grupal.
  4. Al producirse la confrontación entre los jóvenes ubicados enfrente del establecimiento y los panaderos, la supuesta víctima se posiciona del lado de sus presuntos agresores. Incluso, según surge de las imágenes que tuvieron amplia difusión mediática, ella es golpeada reiteradamente por Ibarra y Duarte.
  5. Los seis imputados no tenían relación de amistad entre sí ni conocimiento previo, sino que resultaban ser una escisión de un aglomerado más grande formado pocas horas antes en las inmediaciones de Plaza Soler. Se trata de tres grupos distintos de personas: Lautaro Ciongo Pasotti, Ignacio Retondo y Franco Lykan, un grupo de amigos de Munro; Thomas Domínguez y Steven Alexis Cuzzoni, dos amigos que acababan de salir de un boliche electrónico junto a R.; y Angel Pascual Ramos, un empleado gastronómico de Plaza Serrano que se había sumado con un amigo al grupo de jóvenes
  6. Los testimonios de los panaderos Orlando Ibarra y Natalia Concepción Duarte, los principales elementos de prueba contra los acusados, presentan graves indicios de falsedad. Además de ser confusos, cambiantes y contener omisiones significativas, se contradicen frontalmente con la prueba filmográfica.

La cronología

Durante la madrugada del 28 de febrero de 2022, R.C.U.S. arribó junto a su amigo Tomás Agustín Iglesias al establecimiento bailable Ro Tecno Bar, sito en Thames 1625. En el transcurso de esa noche ella habría consumido, según su propio testimonio, alcohol y marihuana, y según la declaró una testigo, éxtasis. 

En el transcurso de las horas, la joven habría conoció a dos de los imputados: Steven Alexis Cuzzoni y Thomas Domínguez, quienes habían asistido al evento acompañados de un amigo de nombre Nahuel.

Al terminar la fiesta, partieron en dirección a la Plaza Soler la presunta víctima, su amigo Iglesias, Cuzzoni y Domínguez, acompañados de algunas personas más que luego se separaron. Luego de tomar unas cervezas que compraron en un quiosco cercano hicieron dos cuadras más, cruzándose con los otros cuatro imputados, en compañía de una persona más. Tomás Agustín Iglesias los describe como:

-“Uno de rastas, remera verde y con una guitarra” (Lautaro Ciongo Pasotti)

-Un “rollinga con flequillo y remera negra” (Ignacio Retondo)

-Uno “morocho” con una gorra de color verde (Ángel Pascual Ramos).

-Un “pelado narigón, con escote en v”, que aparentaba estar inconsciente (Franco Lykan).

Además describe a un individuo de remera naranja, que según surge de la causa resulta ser una amigo de Ángel Pascual Ramos, y que acompañó al grupo hasta pocos minutos antes del episodio del auto. Acto seguido, un efectivo policial se les habría acercado para solicitarles que se llevaran a Franco Lykan, quien se encontraba inconsciente, siendo este inmediatamente levantado por sus amigos Retondo y Ciongo Pasotti. Los tres habían venido de la casa de un amigo en el partido de San Martín, en el auto de Ciongo, en el cuál terminó produciéndose el hecho. No conocían a Ángel Pascual Ramos ni a su amigo, quienes acababan de salir de trabajar y decidieron incorporarse al grupo.

Luego de comprar unas cervezas en las cercanías de Plaza Soler, los 8, entre los que se encontraba R.C.U.S., parten en dirección a Plaza Serrano, a donde llegan, según las cámaras de seguridad, a las 12:31.

Durante el tiempo en que el grupo se encuentra en la Plaza Serrano, R.C.U.S. parte junto a Cuzzoni a comprar más cervezas, regresando al rato. Hacia la una de la tarde, Retondo, Ciongo y Lykan parten en dirección al auto, dejando atrás a Cuzzoni, Domínguez, Ramos, al amigo de Ramos y a la presunta víctima junto a su amigo Tomás Agustín Iglesias. Según declaraciones de los imputados, no pensaban volver a encontrarse, pero todos se volverían a ver más adelante en un supermercado chino.

Cerca de media hora después, quienes quedaron en la plaza parten en dirección al kiosco, donde previamente habían comprado cervezas, sentándose en las mesas del local. Allí ocurren una serie de hechos que parecen mostrar la verdadera naturaleza de la relación entre R., el amigo de esta y los presuntos victimarios.

Kiosco Curiosity

En el local, que cuenta con mesas afuera, los integrantes del grupo llegan y se sientan por orden de llegada. Entre estos están Domínguez, quien camina pesadamente y ligeramente encorvado para terminar sentándose en una silla. Aproximadamente 15 minutos después R.C.U.S. se acerca a Thomas Domínguez, quien se encuentra sentado, y le toma la mano para apoyarla en su propio vientre, a raíz de lo cuál este continúa con el tocamiento. Esta secuencia, narrada en el auto de procesamiento, quedó también registrada en la cámara de seguridad, en un video que fue cortado al momento de su difusión en los medios de comunicación.

R.C.U.S. se acerca a Thomas Domínguez (sentado, remera azul) y le toma la mano para apoyarla en su propio vientre.

Según se sostiene en la acusación, R.C.U.S. en estos momentos evidencia una vulnerabilidad que le impide consentir libremente cualquier acto sexual: esta es la conclusión a la que llega la acusación, en base a los movimientos tambaleantes de la presunta víctima y a los resultados de su examen toxicológico. Desde este punto de vista, los tocamientos efectuados a ella en los momentos descritos constituirían de por sí un abuso sexual. No obstante, los imputados no son los únicos que realizan algún tipo de acercamiento sexual a la víctima: también su amigo, Tomás Agustín Iglesias, reiteradamente la toma y se da besos con ella, según muestran las distintas cámaras de seguridad. Es decir, conforme al razonamiento de la querella y la fiscalía, el amigo de la víctima debería figurar entre los imputados, y sin embargo, pese a contar con este material, se decidió no instar la acción penal en su contra.

Imagen del beso entre Tomás Agustín Iglesias y R.C.U.S.. Esto tuvo lugar en el quiosco “Curiosity”, según el horario de la cámara, a las 13:29.

A las 14:20 puede verse al grupo levantarse y partir en otra dirección. En este momento se observa otra circunstancia que parece poner de manifiesto la voluntad de R.C.U.S. de permanecer en contacto con quienes luego serían imputados: Iglesias se vuelve sólo a su casa. Antes de eso, conversa con Cuzzoni y con la joven, hecho que queda narrado en el procesamiento, afirmándose que “Cuzzoni y la víctima le brindan cierta explicación a Tomás Agustín Iglesias”. Posteriormente, en su declaración, R. contará que recibió una serie de mensajes de su amigo reprochándole haberlo dejado volver solo. Cabe mencionar que la joven sostiene no recordar nada de lo ocurrido entre que bebió cervezas en la Plaza Soler y llegó al Hospital Rivadavia. También este intercambio queda captado por la cámara del local, en cuya cinta se observa el comienzo de la despedida. De los elementos descritos, entre otros, se desprende que R. dio consentimiento explícito, y en presencia de un conocido suyo, acerca de su voluntad de retirarse junto a tres de los acusados.

Minutos después, Ramos, Domínguez, Cuzzoni y R.C.U.S. se cruzarán de casualidad con los otros tres imputados, a quienes habían despedido momentos antes, en un supermercado chino. Según sostuvo Retondo en su indagatoria, Ciongo Pasotti les ofrece ir a tomar más cervezas a su auto, el cuál había dejado estacionado cerca de la intersección de Serrano y Cabrera.

Auto de Lautaro Ciongo

En su declaración testimonial del 1° de marzo de 2022, la panadera Natalia Duarte afirmó que desde el interior de su comercio observó “a dos siluetas masculinas en la parte trasera del habitáculo, una silueta masculina en el asiento del conductor, una silueta masculina en el asiento del acompañante, y sobre esta última una silueta femenina”. Quienes se encontraban en los asientos traseros, según la declarante, efectuaban “tocamientos” sobre la víctima, a la vez que quien se encontraba en el asiento del conductor “obligaba a la femenina a realizarle sexo oral”. Sostuvo que al mismo tiempo que cuatro de los varones violaban a la joven dentro del VW Gol, dos se encontraban afuera. Estos fueron quienes increparon de manera espontánea al pastelero Luis Riveros Espíndola, a quienes acusaron de estar filmando el abuso, para luego agredirlo físicamente. Ante esto, tres de los sujetos se habrían bajado del vehículo para sumarse a la agresión, y al ver a Espíndola rodeado de cinco agresores, Duarte e Ibarra habrían decidido intervenir en el conflicto.

Tras ellos, se habría bajado la víctima, encontrándose en apariencia “muy desorientada” y sin capacidad de hablar con coherencia. Después de la intervención del personal policial, que redujo a los agresores, habrían tomado conciencia de la situación.

Nada o prácticamente nada de lo declarado por Duarte se condice con los videos de las cámaras de seguridad. En el mismo, el cuál puede encontrarse completo en este link, puede verificarse lo siguiente:

  1. Salvo por un lapso de menos de 20 segundos, entre las 14:47 y las 14:48, en el que Cuzzoni estuvo sentado en el asiento trasero del auto para levantarse casi inmediatamente, nunca hubo más de tres masculinos en el auto. Esta situación se dio con la puerta delantera izquierda abierta y una ventanilla baja, lo que da a entender que nadie estaba teniendo relaciones sexuales en ese momento.
  2. Es alrededor de las 14:52 que Ramos y R.C.U.S., quienes habían tenido acercamientos de tipo sexual previamente, los cuáles quedaron registrados en las cámaras, se quedan a solas en el auto, ingresando Ciongo alrededor de las 14:54. Un minuto después, se ve a Ramos descender del auto con los pantalones bajos. Este es el único período de tiempo en el que hubo dos personas en los asientos delanteros.
  3. A las 15:06 se observa cómo la presunta víctima abre la puerta del auto y parece intercambiar palabras con el panadero Ibarra, para inmediatamente cerrar la puerta. Minutos antes, Natalia Duarte ya había llamado a la policía denunciando el supuesto abuso.
  4. Al momento de bajarse R.C.U.S. del auto, esta es repetidamente golpeada tanto por Ibarra como por Duarte, recibiendo tanto puñetazos como golpes con un palo.

A la izquierda (imagen n°1) puede verse el ingreso de Cuzzoni al auto a las 14:47. A la derecha (imagen n°2) se observa su egreso a las 14:48:05. El joven estuvo aproximadamente 18 segundos en el interior del vehículo.

Se observa a R.C.U.S. abriendo la puerta delantera derecha del VW, para intercambiar algunas palabras con Ibarra y luego cerrar la puerta por sus propios medios.

R.C.U.S. baja del auto por sus propios medios y confronta a la pareja de panaderos, quienes comienzan a golpearla. Ciongo Pasotti (remera verde y rastas) y Ramos (gorra verde) salen a resguardo de ella.

Tras la llegada de los efectivos policiales y la detención de los seis jóvenes, R. fue ingresada a la guardia del Hospital Rivadavia a las 15:45, según surge de la Historia Clínica. Allí fue entrevistada por un equipo interdisciplinario, negándose a brindar datos de contacto de sus familiares, para posteriormente ser revisada por una médica legista. En dicha inspección no se identificaron lesiones genitales compatibles con un abuso sexual con acceso carnal. Esto quedó plasmado en el auto de procesamiento, en donde se enuncian únicamente una serie de lesiones corporales que parecen ser enteramente compatibles con la golpiza propinada por la pareja de panaderos, tal como surge del video.

Fragmento del fallo donde se enuncian las lesiones extragenitales, las cuales resultan enteramente compatibles con la golpiza propiciada por los dos panaderos

Actualmente los seis imputados se encuentran procesados y a la espera de juicio oral por abuso sexual con acceso carnal y lesiones. El proceso se llevará ante el TOC N°14 de la Capital Federal

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