Luis RossiPortada

🤡 Las piruetas conocidas (por demás) de la política mendocina en años electorales

La política mendocina ya ni siquiera sorprende, se le busque por donde se le busque.

Por un lado, en el Frente de Todos defienden ante la tribuna los principios y las acciones que lleva adelante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner, pero ante la mínima posibilidad, sin dudarlo y por conveniencias personales, se cambian de vereda. Tal es lo que está sucediendo en los municipios comandados por intendentes afines al gobierno nacional. Algunos ni siquiera tuvieron el decoro de venir a recibir a “su” presidente en la última visita de Fernández a Mendoza.

Claro que la época permite que se pueda argumentar tremendo faltazo con la excusa perfecta: “Estoy de vacaciones sino…sino tampoco iba. Seguramente ya se me ocurriría alguna otra buena excusa para zafar de esa foto en este año electoral y así no quedar pegado”. Esto lo habrá pensado más de uno.

La idea claramente es despegarse de una de las pésimas gestiones de gobierno que se recuerdan al día de hoy en la Argentina. Claro que el gobierno de Macri dejó muchísimo que desear, y también mucha tela para cortar. Una clara demostración que no todo lo que brilla es oro.

Como les decía, la idea es no quedar pegado a Fernández, y mientras más lejos, mejor. Es la manera en como varios intendentes tratan de conservar el espacio en donde algunos hace años que son una especie de caciques políticos y otros se encuentran en pleno camino para llegar a serlo, por más que no pueden ser reelectos en más de una oportunidad. Pero nada les permite ir y venir, solo hay que esperar cuatro años y con algún conchavo de por medio en la legislatura, porque tampoco es cosa de quedar desocupados. Aunque este último concepto o “rebusque” aplica para cualquier ideología con posibilidades de ofrecer trabajos temporarios y muy rentables.

Con respecto a los cargos, hasta ahora hay “bastante silencio de radio”, sobre todo en las aspiraciones a ser candidato a gobernador. En el Frente de Todos la tienen bien clara, salvo el pequeño envalentonamiento de Hinojosa desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Hasta ahí, no muchas más novedades políticas en uno de los frentes mendocinos.

Por el otro lado, las rencillas internas no terminan de desgastar a Cambia Mendoza. Para muchos se trata de una sangrienta disputa de poder interna que están llevando adelante los socios minoritarios del espacio, y “con justa razón” se animan a decir varios díscolos. Incluso algunos ya no tienen vuelta atrás, como Difonso, que optó por volver a fojas cero dando lucha en San Carlos pero por cuenta propia.

Sucede que la UCR copa casi todos los espacios de poder que ha podido ocupar, mientras que a sus socios menores los ha tratado de conformar, hasta ahora, con algunos cargos menores y de casi nula trascendencia.

Lo de Cornejo ya no es una jugada que sorprenda, se podía predecir hace rato el movimiento de las piezas como en un partido de ajedrez. Era la carta que dejó entrever durante su llegada al Senado de la Nación colocando al gobernador Suárez como suplente en la boleta. En realidad las máximas aspiraciones de Alfredo Cornejo eran convertirse en un presidenciable dentro de Juntos x El Cambio, por eso apenas llegado a Buenos Aires trató de sumar la mayor cantidad de minutos posibles frente a las cámaras, asistiendo a todo programa donde fuera invitado o pudiera hacerse invitar.

Pero de a poco se fue pinchando el globo, ya que aparecieron pidiendo pista en su mismo espacio otros referentes de la Unión Cívica Radical como Gerardo Morales y Facundo Manes, lo que comenzó a embarrar la cancha.

Era entonces el momento de pasar al plan B. “El Petiso” como lo llaman sus correligionarios, con su genio combativo y sus declaraciones picantes, era una de las figuras ideales para lograr ser el vice de una posible Patricia Bullrich candidata a la presidencia del país. Convengamos que quizás Cornejo no tiene una mala imagen a nivel del electorado nacional, pero quizás no la suficiente dentro de las aspiraciones de Bullrich, o vaya uno a saber qué puede haber pasado cuando se apagan las luces de las cámaras. En la política todo es posible, como el acercamiento entre Larreta y Morales, raro y difícil de explicar, pero no imposible.

Cornejo, viendo cómo se desmoronaban sus aspiraciones nacionales optó por volver a piso firme, al terruño que lo vio nacer y crecer políticamente, donde ya tiene todo un mecanismo aceitado funcionando que es comandado casi exclusivamente por la UCR. De ahí la disconformidad de un Omar De Marchi, que imaginando fuera de la Provincia a Cornejo, mantenía viva la ilusión de ser él quien posiblemente gobernaría Mendoza durante los próximos cuatro años. Para ser concluyente sobre las aspiraciones de De Marchi, Cornejo anticipó su postulación con el fin de alinear a propios y extraños ante el desdoblamiento de algunas PASO municipales y así saber dónde debe dar pelea.

En política nadie da una puntada sin hilo. 

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