Christian SanzPortada

El regreso ¿triunfal? de Cornejo, un mensaje mafioso, y el policía arrepentido que promete incomodar al poder

Además: el día que Massa dijo que iba a renunciar y le echó la culpa a Macri (y sus negociados impunes).

Y un día Alfredo Cornejo se decidió: volverá a competir para ser gobernador de Mendoza. Para muchos correligionarios es una gran noticia, menos para el propio Cornejo, que no lo festeja ni mucho menos.

Ciertamente, es un gesto de derrota. El regreso al redil de un referente que se imaginaba a sí mismo en las grandes ligas. “Mojando” como presidente o vicepresidente. Pero no le dio el piné.

Ello lo llevó a pergeñar el nada espontáneo “operativo clamor” que se dejó ver esta misma semana. Que arrancó con una serie de tuits del mismísimo Rodolfo Suarez, postulando a su mandamás, para que vuelva a la arena política local.

Acto seguido, se sumaron los principales referentes radicales, con mensajes en esa misma red social. Lo siguiente fue lo obvio, lo esperado: la aceptación de Cornejo a competir como precandidato.

Muchos debieron defeccionar ante aquella postulación y dejar sus intenciones de lado. Salvo dos referentes de peso, como Luis Petri y Omar De Marchi. Este último con grandes chances de romper y competir por fuera de Cambia Mendoza. Es lo que desvela al peronismo local, que vería de esa manera la posibilidad de dividir el voto oficialista.

Ello explica que acusen a De Marchi de “funcional” al kirchnerismo, lo cual es absolutamente falso. Pocos más antikirchneristas que el otrora intendente de Luján de Cuyo.

Hablando de las elecciones que vienen, sorprendió la aparición en la escena política de Diego Martínez Palau, otrora ministro de Paco Pérez, quien ha decidido lanzarse como precandidato por el PJ a gobernar la provincia.

No es la única novedad: Carlos Gallo, hoy delegado de la Anses, que se había presentado como candidato a intendente de Las Heras, perdió apoyo de La Cámpora. Inesperadamente, la agrupación decidió apoyar al ostentoso empresario Jorge Pandolfino, quien también busca “mojar” en ese terruño.

En otro orden de cosas, un hecho que podría parecer menor desató las preocupaciones de puntuales referentes políticos de Mendoza. Refiere a la detención de un agente penitenciario el pasado viernes 10 de febrero, cerca de las 13:45, con droga y mucho dinero. Fue en la periferia del penal de San Felipe. ¿De quién eran los estupefacientes y la plata? ¿Adónde era transportado todo ello? Puro misterio. Y nerviosismo.

Los resquemores crecen en estas horas porque uno de los policías detenidos por quedarse con droga en un allanamiento en La Favorita decidió contar todo lo que sabe. Se lo dijo a los uniformados que lo detuvieron y hará lo propio con la fiscal en las próximas horas. La trama es ascendente, aparecen allí importantes funcionarios, referentes y miembros policiales. No debería sorprender: algunos de esos nombres aparecen en escuchas telefónicas que dio a conocer Diario Mendoza Today.

En el corto plazo, promete develarse parte de la trama maldita, que involucra a civiles que en complicidad con diversos uniformados se dedican al tráfico de drogas en Mendoza. Apañados por la política. Un importante gimnasio de la Ciudad de Mendoza, a punto de caer en la volteada. También un director policial que insiste en decir que será el ministro de Seguridad de Cornejo.

Su nombre ya fue mencionado por este diario, al igual que sus trapisondas, que no son pocas. Un hecho misterioso lo envuelve: hace unos meses, en Luján de Cuyo, un grupo de malvivientes entró a un barrio privado y maniató a una mujer y sus hijos dejándole un mensaje: “Para vos director J.V. por los diez millones que nos cagaste”. Las malas lenguas aseguran que se trató de la amante del funcionario policial.

El expediente lo supo manejar el fiscal Juan Carlos Alessandra en el más absoluto secreto y nadie sabe qué ocurrió con aquella investigación.

Finalmente, está por explotar otro escándalo, vinculado a las elecciones del Sindicato Obreros y Empleados Municipales (SOEM) de Rivadavia. No es un hecho nuevo, pero sí las revelaciones que vienen. El fraude cometido es de una gravedad pocas veces vista.

 

La peligrosa perversidad de Massa

Uno de los motivos que explican la increíble sumisión del kirchnerismo hacia la figura de Sergio Massa, otrora denostada, es su perversidad sin límites.

El hoy ministro de Economía es el mismo que supo elogiar a Néstor Kirchner en público al tiempo que lo criticaba con duros calificativos ante reputados funcionarios de la embajada de EEUU. Ello quedó de manifiesto en célebres cables de Wikileaks.

Con su usual desenfado, Massa supo negar ante Cristina Kirchner el contenido de lo que allí apareció publicado, aún cuando los testigos de sus diatribas contra Néstor fueron múltiples y variados. Su caradurez no tiene límites.

En tren de esa misma perversidad, esta semana hizo llegar a puntuales medios de comunicación el rumor de que estaba a punto de renunciar. Luego, cuando la versión llegó a oídos de Máximo y Cristina, decidió negarlo y echarle la culpa al macrismo por su difusión. 

El ex jefe de Gabinete explicó que todo era parte de una estrategia de Mauricio Macri para adelantar el seguro estallido económico que le llegaría al próximo gobierno, que no sería justamente K.

Es que, como se explicó en esta misma columna, el principal motivo por el cual Cristina no acepta presentarse como candidata es justamente porque busca que el Frente de Todos pierda en las elecciones, para no tener que hacerse cargo de la bomba que con segura eficacia se ocupó de activar. Que, dicho sea de paso, arrancó en tiempos de Macri.

En ese contexto, la fabulación de Massa sobre las versiones que inventaría el macrismo sobre su renuncia le cuadra perfecto a la vicepresidenta. Pero son solo una leyenda urbana.

Ciertamente, Macri les ha hablado in extenso a sus colaboradores sobre la conveniencia de que el “artefacto explosivo K” estalle lo antes posible, en las manos del mismísimo kirchnerismo. Pero es solo una expresión de deseo. Nada más.

Lo demás es producto de la afiebrada mente de Massa, un hombre de amianto, salpicado por millones de escándalos y hechos de corrupción que los medios suelen omitir. Por diversos motivos: su cercanía al círculo rojo, su amistad con tipejos de la calaña de Daniel Vila y José Luis Manzano, y sus estrechos vínculos con la Embajada de Estados Unidos.

Ello le permite pasar desapercibido mientras avanza en todo tipo de desaguisados, muchos de los cuales fueron revelados por quien escribe estas líneas. Su probada sociedad con grupos narcos, sus curros en Trenes Argentinos, las trapisondas de su testaferro Daniel Guerra y el choreo de su esposa en AySA, entre otros.

Incluso uno que pocos conocen, referido a millonarias sentencias judiciales de la Anses, manejadas por sus amigotes, el director de Gestión de Sentencias Judiciales, Luciano Careri, y el otrora procesado Juan Pantarotto. Son los que saben “rosquear” para sacarles sentencias a jueces amigos.

Pero nada ocurrirá con Massa, porque, como se dijo, es de amianto. Incluso el expediente que inició quien escribe estas líneas contra él por enriquecimiento ilícito está a punto de ser cajoneado. 

A pesar de la gran cantidad de pruebas en su contra, referidas a la compra de un haras en 8 millones de dólares ¡al contado y en efectivo! 

En otro orden de cosas, al igual que en el año 2019, La Pampa abrirá este próximo domingo el calendario electoral 2023 en el país con una primaria abierta de Juntos por el Cambio que concitará la atención de propios y ajenos.

Básicamente porque será un termómetro del feroz duelo nacional que disputan en estas horas la UCR y el PRO en medio de las tensiones por el diseño de la oferta presidencial y de los armados en Mendoza y otras provincias.

La pulseada la motorizan dos jóvenes diputados nacionales: Martín Maquieyra, de Juntos por La Pampa, y el radical Martín Berhongaray.

El primero está referenciado en el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el segundo, en el senador nacional y líder de Evolución, Martín Lousteau.

Lo que surja de la disputa de marras será el termómetro para medir la temperatura del debate interno de Juntos por el Cambio de cara a un año plagado de relevantes elecciones.

Más que nunca, será un día para alquilar balcones.

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