Christian SanzPortada

Perversión, usurpación de identidades y una condena penal: el triste final de Estefanía Terán (y Gabriel Fader)

Estafas piramidales, denuncias por estafa, violencia y abuso. No les falta nada a estos muchachos.

Estefanía Terán y Gabriel Fader son dos nombres que supieron permanecer en el anonimato hasta que Diario Mendoza Today los expuso por haber estafado a cientos de personas a través de un esquema piramidal llamado Our Ranch.

Tras ser expuestos, debieron abandonar el barco y empezaron a dedicarse a otro tipo de estafas, que fueron también reveladas por este mismo medio. Una tras otra. Pronto se supo que ambos ostentaban gruesos antecedentes judiciales, Terán por estafas y Fader por violencia de género (ver al pie).

Desesperados ante la impotencia de no poder refutar nada de lo publicado, decidieron apelar a la injuria, a través de falsas acusaciones contra quien escribe estas líneas. Nada originales, por cierto, porque es lo que suelen hacer con todos aquellos que se ponen en su camino.

Llegaron a decir que este periodista tenía causas judiciales por abuso y que era un evasor impositivo crónico, entre otras cuestiones. Ello es absolutamente falso y de fácil comprobación: con solo consultar al Poder Judicial y la AFIP se verá que es totalmente al revés. 

Este periodista paga todos sus impuestos, que no son pocos, y está al día. Y ostenta más de 40 juicios civiles y penales, todos ganados por él. Se insiste: es de sencilla verificación.

No ocurre lo mismo con Terán y Fader, cuyas denuncias en su contra aparecen en los sistemas del Poder Judicial y suman más y más al paso del tiempo.

De hecho, esta misma semana Terán fue condenada penalmente a raíz de una denuncia que le hizo el reconocido cantante Marcelo Zoloa. Dicho sea de paso, Fader logró zafar porque jamás se dejó notificar por la Justicia.

La presentación que realizó el músico se basó en una serie de acusaciones falsas sobre su persona, que incluyeron mensajes “retocados” y videos adulterados. Principalmente, lo señalaron por “abusador”. No es casual: es el estigma que persigue a Fader a nivel judicial.

Lo ocurrido reveló todo un mecanismo de perversidad pocas veces visto, donde aparecen identidades falsas, innumerable cantidad de chips telefónicos y páginas web utilizadas para la difamación.

Mendoza Today cayó en la trampa, gracias justamente a aquello de la utilización de identidades falsas y mensajes ad hoc. Se intentó ensuciar a Zoloa y su familia a través de una acusación irreal. Pero ello se desactivó finalmente, y dejó expuesta por completo la maquinaria mencionada.

Se insiste: no se trata ya de una cuestión delictiva, sino de personas que están desequilibradas mentalmente. Con altas cuotas de peligrosidad para la sociedad. Y que, como se dijo, acumulan gran cantidad de señalamientos penales.

Como dijo alguna vez Anne Sophie Brasme, “hundirse en la locura no es una fatalidad, quizás es, también, una elección”.

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