🤕 OSEP, el mejor ejemplo de una mala administración a la mendocina

Esta semana, entre los temas más candentes, superando ampliamente a la novela de Cambia Mendoza “histeriqueando por un puesto”, el desfinanciamiento de la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP) es la discusión que se viene, con el agravante de que ya no se le puede echar la culpa a la oposición o a la Nación después de 8 años de un mismo gobierno.

Diario Mendoza Today ya lo analizó y publicó el 9 de octubre del 2022, adelantando lo que estaba sucediendo con las obras sociales y entre ellas con la OSEP.

Vamos a tratar de hacer entendible esta situación para demostrar que la ineficiencia es la típica del “estado bobo”, pero que no es de ahora y se incrementa año tras año.

Comencemos con el tema de los profesionales de la salud que atienden a los afiliados de Osep. Son lejos, uno de los sectores peor pagados por sus servicios, y hablamos de la especialidad que sea. Pero a los magros aranceles hay que sumarle la demora que la Obra Social tiene en cumplir con el pago a los profesionales. Y por si esto no alcanzara, les impone a los afiliados (en el caso de Odontología por ejemplo) un máximo de prestaciones al año con limitaciones mensuales. Por algo muchas entidades profesionales se desvincularon con la Obra Social.

Evidentemente lo que pretenden con esa actitud es que los afiliados no concurran a la atención particular, pero si aun así el afiliado insiste, una parte de los aranceles los debe abonar él en el consultorio, es decir, el afiliado paga una parte del arancel que la obra social acuerda con los profesionales como pago de esa prestación, o sea, punto para la obra social.

La idea es que concurran en lo posible a los servicios propios de OSEP, si es que encuentra un turno cercano ajustado a su necesidad y urgencia.

Otro caso interesante es el de los planes de enfermedades crónicas. ¿Sos diabético? ¿Necesitás las tiras reactivas para medirte la glucemia y no vivís en el centro de Mendoza? Perdiste. Hasta ayer vos ibas a una farmacia a pedirlas y te decían que para la Osep no había, pero si las querías pagar de tu bolsillo, ahí aparecían. Esto quiere decir que la Osep no paga o debe mucho dinero a las entidades encargadas de la distribución mayorista de medicamentos en la Provincia. ¿Más clarito? imposible. Y lo que acabo de manifestar, se puede replicar en otra gran cantidad de planes especiales a los que la Obra Social debe asistir.

El Gobierno, no con muchas luces indudablemente (ya mencionamos al estado bobo) la primera solución que viene encontrando desde hace un tiempo es limitar las prestaciones y aumentar los aranceles y las cuotas de sus afiliados, lo acaba de manifestar claramente la última propuesta por el gobernador Rodolfo Suarez.

La oposición, ante estas soluciones parciales (parches les llamaría yo), se muestra enfurecida y muy conmocionada por la situación, entonces, lo primero que hace es culpar a los gobernantes actuales, algo muy de manual muchachos. Este desfinanciamiento viene desde hace años, muchos años. Siempre fue una Obra Social muy cuestionada en varios aspectos, incluyendo su transparencia. ¿Ya se olvidaron del incendio de la sede de calle Vicente Zapata que tantos rumores desató en su momento?

La cuestión es que existen otras soluciones pero lo extraño es que nadie las plantea. ¿Demagogia? ¿Temor? ¿Incapacidad?

Por ejemplo, ¿es necesaria tanta descentralización de servicios erogando exorbitantes sumas de dinero en alquileres? ¿Es necesario seguir sosteniendo servicios (como el de la óptica) si cuando el afiliado los necesita carecen de lo necesario o hay una espera de dos a tres meses?

Un punto álgido para todos los gobiernos: el personal. ¿Se ha efectuado un análisis juicioso y responsable para conocer si el funcionamiento normal de la obra social requiere la cantidad de personal que tiene? ¿Necesita menos empleados o más? ¿Están debidamente capacitados para cumplir con sus funciones? ¿Ingresaron por concurso o por algún conchavo político? Y es ahí donde ningún partido político que haya gobernado la Provincia puede señalar a otro con el dedo.

Ahora hablemos de la pauta oficial. ¿Es necesaria en momentos de crisis y sobre todo para una institución que tiene a sus afiliados cautivos? Nadie pone en tela de juicio las publicidades que están relacionadas con la prevención de enfermedades, pero hay pautas que no tienen relación con eso sino solo con la promoción de la Obra Social y entonces pasan a ser acciones inútiles y dinero mal gastado. ¿Otro ejemplo similar? Podemos aceptar que el Departamento General de Irrigación otorgue pautas publicitarias para educar sobre el cuidado del agua, pero no para promocionarse a sí mismo como lo suele hacer, entonces se trata de otro organismo que también tiene a sus aportantes cautivos: los regantes, y mal gasta el dinero.

Se ha llegado a una situación complicada, grave, que requiere de soluciones urgentes y hay que tomarlas, pero también se debe efectuar un estudio pormenorizado hacia atrás. La situación que viene atravesando la OSEP es de larga data y tiene responsables. Ninguna persona que pasa por un cargo público se puede ir a su casa sin brindar explicaciones, y menos no hacerse cargo de las decisiones adoptadas durante su gestión.

¿Pero para la política cuál es la mejor solución? Culparse entre ellos, no mirar ni investigar hacia atrás y seguir ajustando donde el hilo es más débil, en este caso los afiliados cautivos que la obra social tiene.