La mujer está furiosa y preocupada. Por momentos, su temor es más fuerte que su enojo. Lo que decidió relatar a Diario Mendoza Today es grave, no solo por el hecho en sí, sino también por cómo decidieron tapar todo lo ocurrido ante su denuncia.
Empezó como algo menor, un señalamiento por una violación de restricción de acercamiento. Ello derivó en el maltrato de una uniformada de peso de Godoy Cruz. Luego la mujer fue encerrada y finalmente archivaron sus denuncias, no sin antes tergiversar sus dichos.
Su nombre se mantiene en reserva, por su propia seguridad, pero hay denuncias judiciales y ante la Inspección General de Seguridad, a las cuales tuvo acceso este medio. Y el propio testimonio de la afectada.
-¿Cuándo y cómo arranca esta historia?
-El día miércoles 24 de agosto pasado, a las 17:50, voy a buscar a mi hija a su escuela en Azopardo y Perito Moreno de Godoy Cruz. En la esquina veo a su tía por parte de su padre, Noelia Reta, con quien nosotras tenemos prohibición de acercamiento vigente. En la prohibición dice que ella no se puede acercar a lugares que frecuentamos. Aclaro que a la escuela vamos todos los días, entonces llamo al 911 y la empiezo a filmar ya que después cuando hago la denuncia me piden pruebas en la Fiscalía. Resulta que Reta me dijo que iba a ver a la nena sí o sí, que no le importaba la prohibición de acercamiento. Entonces empiezo a filmarla y se mete a un Rapipago. Luego sale y empieza a caminar por Perito Moreno a unos pasos hacia el norte donde está el Correo Argentino. Allí estaba una principal llamada Fabiana del Carmen Minati Escudero, a quien intenté explicarle la situación, le muestro la prohibición de acercamiento y me dice “andate de acá pendeja de mierda, ya te conozco a vos, acá tu prohibición no tiene validez”.
-¿Y qué pasó con Noela Reta?
-La policía Minati le dijo que se vaya tranquila, entonces yo le digo que haga bien su trabajo ya que yo soy la víctima de todo esto y me empezó a gritar, amenazándome con que me iba a detener, que me cuide de ella porque trabajaba de jefa en las Cámaras de Godoy Cruz.
-¿Vos le faltaste el respeto o la trataste mal?
-No, en ningún momento le falté el respeto, no podía entender el por qué de su maltrato hacia mi. En fin, resulta que me voy un poco más allá, espero a la policía porque llamé de nuevo explicando nuevamente el maltrato y abuso de autoridad de la principal. En pocos minutos llegaron dos policías en bicicleta, el auxiliar Marcelino Ventura Cabañez Torres y la Oficial Subayudantte Alessandra Anabel Rodríguez Martinez, les explico todo lo que pasó y justo aparece Minati, y empieza de nuevo a gritarme. Apenas la vieron los otros dos policías la saludaron con un beso en la mejilla. Lo peor es que mientras Minati seguía gritándome, los policías se quedaron a un costado sin hacer nada de nada.
-Imagino que es porque son subordinados…
-Claro, ella es su jefa, entonces dejaron que me maltratara, no procedieron de manera correcta. Porque en ningún momento se interiorizaron en el procedimiento y solo hacían lo que Minati les decía.
-Pero, ¿que te decía Minati?
-De todo, que soy una cualquiera, que me hago la víctima y muchísimas cosas más. Cuando yo a ella ni siquiera le he dicho algo.
-¿Pero ella te conocía?
-No, solo fue compañera de trabajo de mi pareja, nada más.
-Ok, ¿cómo siguió el tema de tu hija?
-Intenté ir a buscarla y no me dejaron, me dijeron que me iban a trasladar. Les pregunto por qué, a lo que me respondieron que eran órdenes de la jefa. Minati. ¿Puede creer me llevaron detenida? Pregunté si lo disponía el fiscal y me dijeron que todo lo disponía Minati. Entonces llamé de nuevo al 911 explicando lo que me estaban haciendo, estaba desesperada, muy angustiada por la situación mi hija que lloraba, Le dio mucho miedo la situación. Es una pequeña de tan solo 6 añitos. No les importó, me llevaron a la comisaría 7ma.
-¿Te habían detenido alguna vez?
-Jamás me habían metido a un calabozo, ni jamás había subido a un móvil policial. Encima estaba en la guardia y escuchaba a Minati hablando mal de mí en todo momento. Escuché muy claro que le dijo al auxiliar Cabañez Torres y a Anabel Rodriguez que dijeran que yo la había insultado. O sea, les estaban diciendo que mientan en el procedimiento. También decía que me dejaran en el calabozo varios dias, que se demoraran con los papeles. Pedí llamar a mi pareja para darle aviso de dónde estaba aprehendida y mi estado, quería solicitar a mi abogado. Me dijeron que la principal Minati no lo autorizaba, por lo cual no pude hacer mi llamado, lo cual es mi derecho. Me sentía tan mal que me agarró un ataque de ansiedad, se me bajó la presión y me faltaba el aire.
-¿No pediste que te trasladaran a algún lugar?
-Les dije que estaba descompuesta, que sentía que me iba a desmayar que me convidaran un vaso de agua aunque sea, ya que sentía que me desmayaba, y la principal les dijo que no me convidaran ni agua ni nada.
-¿Cuándo lograste salir de allí?
-Gracias a Dios, salí a las 22 de la noche de la comisaría, ya que estoy totalmente limpia, nunca he cometido ningún delito ni nunca había estado detenida, por eso salí ese mismo día. Cuando estoy por salir, el auxiliar Guillermo Alexander Martinez Sequeida me dijo que saliera por la parte de atrás, ya que adelante estaba la principal Minati con sus compañeros que estaban esperando que yo saliera continuar maltratándome.
-Imagino que ahí hiciste la denuncia de rigor…
-Sí, hice la denuncia correspondiente en la oficina fiscal 3 el expediente es el N° P-87515/22. También denuncié ante la Inspección General de Seguridad, número 283/22, la cual me contestaron de entrada que la iban a archivar. De hecho, han dibujado todo lo que yo dije en la denuncia. El archivo encima lo firmó Marcelo Puertas, el director de la IGS (ver documento al pie).
-¿Te sorprendió la actitud?
-Más o menos, porque Minati en sus amenazas me había dicho bien claro que ella conocía a mucha gente y que la iban a ayudar a tapar todo. Por algo no aparecen las filmaciones de las cámaras de seguridad de la plaza Godoy Cruz. Minati también me dijo que ella conoce a muchos fiscales y principales de la policía, que tenga cuidado porque es capaz de hacerme cualquier cosa.
