Mendoza en focoNicolás SanzPortada

👉 Acerca de Mendoza, una provincia insegura y con una gestión deplorable

La política local no hace más papelones porque no da el tiempo

En Mendoza pasan cosas insólitas respecto de la inseguridad, a tal punto que un presunto ladrón se escapó del hospital Central con los dos brazos enyesados, la pelvis fracturada y con consigna policial.

Es sabido que la policía local tiene contactos con narcos y hasta hay efectivos denunciados ante la justicia por comercializar narcóticos. Mientras, las olas de robos son más frecuentes y en casos hasta más violentas.

Sí, todo esto sucede en la provincia que muchos miran como el ejemplo a seguir, donde el 911 no funciona de manera correcta y los femicidios aumentan constantemente, donde incluso se le echan culpas a las familias de las víctimas.

En Mendoza el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, tiene que ser citado 8 veces a la Legislatura para acceder y encima tras pasar las elecciones legislativas. También luego acusado de comprar comida con sobreprecios para los presos.

Así es la política local, donde te prenden fuego la Casa de Gobierno pidiendo renuncias que no se dan, porque los mismos que se hacen los respetuosos de la democracia tienen aires de monarcas.

Las zonas rurales piden mayor seguridad ante la seguidilla de actos delictivos pero la culpa es de “la pobreza” y la “inflación”, según el ex jefe de la policía local, Roberto Munives quien, vale rememorar, debió dejar el cargo en un contexto de mucho escándalo ya que su pareja ingresó al Parque Provincial Aconcagua con datos falsos sobre su vacunación.

Pero así es Mendoza, donde no se combate las estafas virtuales, sino que se dan recomendaciones insólitas y absurdas como “evitar pactar compras o ventas de bienes a través de las redes sociales”.

Hay incluso, y se ha contado en Diario Mendoza Today, lugares de la provincia donde los delitos son reiterados y los vecinos sospechan que son siempre los mismos delincuentes, pero parece que el Gobierno provincial nunca se enteró de tal realidad.

La seguridad no es una cuestión de relevancia para el Gobierno provincial, algo que quedó demostrado en la compra de chalecos antibalas flojos de papeles y a un empresario cuestionado. ¿La importancia de la gestión se encuentra en los negociados?

Mientras, el gobernador Rodolfo Suarez insiste en la necesidad de contar con una “policía equipada” cual panelista de programa de política, pero parece que se olvida que es quien comanda los destinos de la provincia.

Como si ello fuese poco, el inspector de seguridad no es otro que el sanrafaelino Miguel Bondino, el ex ministro de Seguridad de Julio Cobos durante cuya gestión ocurrieron graves hechos de gatillo fácil, como los asesinatos de Jonathan Chandía, Jonathan Oros y Mauro Morán.

Todo parece hecho adrede, sin entender la gravedad de lo actuado. Nunca fue mejor utilizada como en este caso la frase “se pegó un tiro en el pie”, aunque acá entran unos cuantos funcionarios del Gobierno.

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