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Reposan en el Congreso más de media docena de proyectos para que se emitan billetes de mayor denominación, uno de ellos es mendocino

Las diferentes propuestas en el ámbito legislativo una de las cuales pertenece a Omar De Marchi.

Con un 2022 que cerró con un índice inflacionario del 95% y ante el valor del dólar que día a día se dispara hacia arriba, diferentes propuestas se han presentado en el Congreso a lo largo de los años para que el Gobierno nacional emita billetes de mayor denominación y parece ser que, finalmente, estaría dispuesto a hacerlo.

En los últimos días esa medida se coló en la agenda económica. Por lo menos así lo dejó trascender el ministro de Economía, Sergio Massa, quien analizará el tema con Ángel Mario Elettore, el nuevo titular de la Casa de Moneda, tras la abrupta renuncia de Rodolfo Gabrielli al frente de la institución. Sin embargo, desde el Ministerio de Economía prefirieron no precisar detalles sobre esta eventual decisión, aunque se habla de la emisión de billetes de 2.000, 5.000 e incluso 10.000 pesos.

Pero más allá de los factores económicos, la decisión de ampliar la familia de billetes es netamente política. Cuando recién había llegado al Banco Central, Miguel Pesce intentó en plena pandemia instalar la necesidad de crear un billete de 5.000 pesos. La idea fue rechazada inmediatamente por Alberto Fernández al argumentar que introducir billetes “más grandes” era una forma de aceptar la pérdida de valor de la moneda y que incentivaría la inflación.

Incluso en mayo del 2022 el Gobierno anunció la emisión de nuevos billetes, pero solo se reemplazaban las figuras de los animales -elegidos durante la gestión anterior- por figuras de la historia argentina. Así, el billete de 100 pesos contendría la imagen de María Eva Duarte de Perón y el de 1.000 pesos la de José de San Martín, mientras que las denominaciones de 200 pesos homenajearían a Martín Miguel de Güemes y a Juana Azurduy, y las de 500 pesos a María Remedios del Valle y a Manuel Belgrano. Sin embargo, aún no están en circulación.

Pese a eso, ni el hornero ni el General San Martín pueden luchar contra la pérdida de valor adquisitivo, ya que desde que el billete de 1.000 pesos -el de mayor denominación en Argentina- fue emitido allá por el 2017 ya perdió el 90% de su valor y apenas equivalen a USD 2,68 si se tiene en cuenta la cotización de $372 del dólar “blue” a la que cerró este viernes.

 

Los proyectos en el Congreso

Lo cierto es que hay numerosos proyectos presentados en el Congreso de la Nación para que el Gobierno emita billetes de mayor denominación. A pocos días de comenzado el 2023, la senadora tucumana Beatriz Ávila un proyecto de ley solicitando al Estado Nacional que avance en la creación de billetes de 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 pesos.

Si nos remontamos al 2022, el último proyecto que se presentó en este sentido fue el 18 de octubre del 2022 por parte de la diputada del Pro Graciela Ocaña. Si bien dicha iniciativa solicitaba al Ejecutivo un informe sobre los siguientes puntos en referencia a la importación, acopio y distribución de pesos argentinos, también pedía saber los motivos “por los cuales no se producen billetes de más alta denominación que salden la demanda existente en la actualidad en la Argentina”. Dicho proyecto tiene como antecedente el Expediente 6094-D-2020.

El 28 de junio el diputado fueguino Federico Frigerio (Pro) presentó un proyecto de ley de Actualización obligatoria, periódica y desmonetización de billetes y monedas, que establecía que el Banco Central y la Casa de Moneda “dispondrán las medidas necesarias para actualizar el valor de los billetes y monedas en circulación con el objeto de que el billete de mayor denominación, actualmente de $1.000 (pesos mil), represente un poder de compra similar al del momento de su primera emisión en el año 2017”.

Incluso, proponía sustituir el artículo 17 inciso “A” de la Carta Orgánica del Banco Central para que tenga la facultad de emitir billetes de 10.000, 5.000, 2.000, 1.000, 500 y 200 pesos; y monedas de 100, 50, 20 y 10 pesos.

Entre los fundamentos, Frigerio planteaba que “ante la inflación, resulta necesario establecer un método de actualización periódica de los valores de los billetes y monedas que sostenga el poder de compra de los mismos”.

“Es inentendible el capricho del Estado Nacional, en no querer imprimir billetes de mayor denominación, cuyos beneficios son de variada índole: desde reducir costos al no tener que imprimir inmensas cantidades de billetes de menor denominación, recuperar la independencia en la impresión de los mismos, evitar el faltante y rápido agotamiento de circulante en cajeros automáticos en los que se generan largas filas a principio de cada mes, ocupar menos espacio físico en toda la cadena de traslado, etc.”, explayaba.

La Coalición Cívica, encabezados por la diputada Victoria Borrego, el 1 de junio solicitaron al Ejecutivo una serie de informes sobre diversas cuestiones relacionadas con la presentación de una nueva serie de billetes. En particular hicieron hincapié en que indiquen: “Los motivos por los cuáles no se ha dispuesto la impresión de nuevos billetes de mayor denominación a la que se encuentra actualmente en circulación ($ 1.000); Si el Banco Central de la República Argentina ha aprobado con anterioridad la emisión de billetes de mayor denominación; y si se han emitido informes sobre cuál ha sido el costo generado por la impresión de billetes por no emitir billetes con mayor denominación”.

Borrego argumentó que “la desvalorización en términos de poder adquisitivo que ha sufrido nuestra moneda en los últimos años y la austeridad con que deben utilizarse los recursos públicos especialmente en época de emergencia económica, requiere que el Gobierno a través de su autoridad monetaria, reconozca la necesidad de imprimir billetes de mayor denominación a fin de reducir la cantidad de billetes en circulación así como con la finalidad de ahorrar el innecesario gasto que se produce por la necesidad de impresión y/o importación de billetes”.

Del otro lado del Salón de Pasos Perdidos, el 31 de mayo el chubutense Ignacio “Nacho” Torres presentó un proyecto de ley para que el Ejecutivo emita billetes de mayor denominación para la creación de un Fondo de Emergencia Educativa.

Básicamente, Torres proponía la emisión de billetes de 5.000, 10.000, 20.000 y 50.000 pesos, cuya imagen estampada en el papel deberían ser sucesos históricos vinculados a la independencia, constitución, consolidación de la unidad nacional y organización de la Republica; figuras públicas del S.XIX; sucesos y próceres vinculados al establecimiento de la democracia y a la libertad del sufragio. En esa línea, planteaba que con el ahorro que “de lugar la emisión de billetes de denominación más alta será afectado a un Fondo Especial de Emergencia Educativa”.

Senador Ignacio Torres

Torres entre sus fundamentos apuntó contra el Gobierno por el “empecinamiento” de no emitir billetes de mayor denominación “para no confesar la mayor inflación anual que registra el país en los últimos 30 años”.

Otro de los proyectos presentados el 27 de mayo proponía sacarle dos ceros al peso. La iniciativa del diputado Gerardo Milman (Pro) establecía en su primer artículo que el Banco Central emita billetes y monedas de curso legal “sobre la paridad de un peso equivalente a cien pesos. La centésima parte del peso se denominará ‘centavo’”.

“Los valores fijados en pesos hasta la fecha de emisión de la nueva denominación, será convertidos a pesos y centavos sobre la base de la paridad establecida en el artículo 1°”, agregaba. “Motiva el presente proyecto de ley el marcado crecimiento de circulación de dinero en efectivo, por el efecto inflacionario que este Gobierno promueve disimular, al no querer emitir billetes de mayor denominación, pero si gastar en emitir billetes con nuevas imágenes. Bueno, dado ese contexto, hoy se propone la quita de dos ceros en nuestra moneda de curso legal”, concluyó Milman en los argumentos de su iniciativa.

El diputado del Pro ya había presentado el 15 de diciembre de 2021 un proyecto para emitir billetes de curso legal de $2.000; $5.000 y $10.000.

Un día antes, el 26 de mayo de 2022, el diputado santafecino José Carlos Núñez (Pro) presentó un pedido de informes al Gobierno para que explique la causa por la que no se han impreso billetes de mayor denominación a los emitido. Al igual que sus pares, Núñez también hizo hincapié en que el billete de 1.000 pesos -de mayor denominación- “ha quedado desvalorizado a raíz de los elevados índices inflacionarios”.

A principios de mayo del año pasado Graciela Ocaña ya había solicitado informes al Ejecutivo interesada en conocer cuestiones relacionadas con la fabricación de billetes de $1.000. La iniciativa tenía que ver con la existencia de posibles dificultades que estaría atravesando la fabricación de los billetes de mayor denominación.

“Este problema está íntimamente relacionado con la obtención del hilo de seguridad que posee el billete, una deficiencia en el llamado a licitación para la provisión de materia prima para la producción del mismo, así como la emisión desenfrenada de moneda”, alertó Ocaña.

También planteó que “informen si tienen instrucciones de reactivar la creación del billete de cinco mil pesos ($5000), e indiquen los motivos por los cuales aún no ha sido creado, siendo que sus autoridades lo han aprobado durante el año 2020”.

Martín Tetaz (Evolución Radical)

A su vez, el 2 de marzo Martín Tetaz, acompañado entre otros por sus pares Luciano Laspina, Gerardo Milman y Rodrigo De Loredo reclamaron la emisión de billetes de curso legal de 5.000 y 10.000 pesos. Esa emisión, agrega la iniciativa, permitirá un ahorro al que hasta le da un destino: en su artículo 2°, el proyecto sugiere que ese dinero sea destinado a la constitución de un Fondo permanente para atender Emergencias climáticas y/o de Recursos Naturales.

A principios de febrero, el radical Ricardo Buryaile presentó un proyecto para crear billetes de 2.000; 5.000 y 10.000 pesos. Recuerda la iniciativa que nuestro billete de mayor denominación es el de mil pesos y data del 30 de noviembre de 2017, siendo que apenas alcanza para comprar alrededor de u$s5 en promedio, según la cotización que se tome.

Un detalle no menor en el que hace hincapié el proyecto de Buryaile es el indicador de que el billete de $1.000 se quedó sin letras en el abecedario y, por tanto, debe recurrir a la doble letra para no repetir las series de impresiones anteriores.

El primer día de febrero de 2022, el diputado del Pro Federico Angelini también fue autor de una iniciativa en el mismo sentido solicitando la emisión de billetes de 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 pesos. Justamente el “Repasando la cronología, el billete de $1.000 nació en diciembre de 2017 y cuando comenzó a circular equivalía a unos U$S 57, según el tipo de cambio oficial de ese momento”.

Así llegamos al 2021, donde los últimos meses de dicho año Gerardo Milman ya había presentado un proyecto para emitir billetes de curso legal de $2.000; $5.000 y $10.000. En su iniciativa, el diputado del Pro incluyó un cuadro en el que puede observarse que la circulación de billetes que más ha aumentado es la de mil pesos ($ 1000) en un 73,56 %.

“Evidentemente la emisión de estos nuevos billetes no solucionará el problema inflacionario ni pondrá fin al déficit fiscal, pero si permitirá una adecuación en los billetes en circulación para el desenvolvimiento de la actividad económica basada en transacciones con efectivo y generará además un sustancial ahorro en el costo de emisión atento que la cantidad necesaria a imprimir para satisfacer la demanda sería mucho menor”, señaló Milman en su iniciativa.

gerardo milman
Gerardo Milman (Pro)

El mendocino Omar De Marchi propuso también emitir billetes de denominación de 2.000, 5.000 y 10.000 pesos. En su iniciativa también hacía referencia a los 57 dólares estadounidenses que permitían comprar el billete de mil pesos para la fecha de su presentación. “Menos de cuatro años después, entre inflación, corridas cambiarias y cepo, ese poder de compra se aniquiló. Hoy, al valor del dólar oficial, ese billete ilustrado con el hornero vale 9,84 dólares estadounidenses”, señalaba el diputado del Pro el 8 de julio de 2021, advirtiendo que si se tomaban en cuenta el valor del denominado “contado con liquidación” equivalían a 5,19 dólares. “En otras palabras, en ese período perdió un 83% de su valor en dólares”, detalló De Marchi.

También en la Cámara alta hay iniciativas en el mismo sentido. El radical fueguino Pablo Daniel Blanco viene insistiendo con la emisión de billetes de mucha mayor denominación. Puntualmente en febrero del año pasado promovió una iniciativa para emitir billetes de $5.000 y de $10.000 pesos.

En su proyecto, Blanco hace un repaso de lo que fue la inflación en cada Gobierno desde 1983 a la fecha. “La alta inflación en la Argentina es un tema recurrente. Con excepción, de la presidencia de Fernando De la Rúa, en la que hubo deflación, no hay registro de gobierno alguno desde el regreso de la democracia que no la haya tenido”.

José Luis Martiarena (FdT)

Incluso, en el primer año de gestión de Alberto Fernández, el entonces diputado del Frente de Todos José Luis Martiarena (Jujuy) presentó un proyecto para que se emitan billetes de 2.000 pesos con la figura de Juan Domingo Perón. El jujeño planteaba que la iniciativa “viene a proponer una solución a los inconvenientes que trae a los ciudadanos y al sistema bancario no contar con un billete del ‘peso’, de moneda de curso legal argentino con un calor más alto al actual circulante”.

Además, remarcaba que “emitir un billete de mayor valor va a mejorar sustancialmente el abastecimiento de los cajeros bancarios, reducirá el costo por impresión de billetes”.

Así podríamos seguir enumerando de forma cronológica todos los proyectos que se presentaron, tanto en Diputados como en el Senado, para que el Poder Ejecutivo anuncie la emisión de billetes de mayor denominación. ¿Habrá en 2023 nuevos valores en los billetes?

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