Nicolás Sanz

🚲 Acerca del “BiciBandido”, las ciclovías y una discusión ilógica (o no tanto)

Si las normas se respetan, se termina el conflicto.

Esta semana se hizo reconocido Cristian Norberto Heidenreich, más conocido como “Bicibandido”, una suerte de fundamentalista de las ciclovías, que rompe coches y se pelea con automovilistas, motoqueros y peatones.

Sus videos se hicieron virales y abrieron una nueva discusión en la sociedad, sobre si estaba bien o mal. Parece que es más el repudio que el apoyo que recibió y por tanto debió salir a pedir disculpas públicamente.

Pero más allá de ello, el debate que se generó refiere a la utilización de las bicisendas y las responsabilidades de todas aquellas personas que transitan por la calle. En tal contexto hay quienes sugirieron eliminar los carriles para bicicletas.

Es por ello que es necesario hacer un análisis un poco más profundo, porque no basta con decir que los ciclistas son malos, o que los automovilistas son irresponsables. Tampoco es necesario porque el primer error es meter todo adentro de una misma bolsa. Grave grave error.

Lógicamente hay personas más responsables y/o tolerantes que otras. Gente que conduce bien y gente que no. Ciclistas responsables e irresponsables. Peatones que no respetan las normas y un sinfín de situaciones que se pueden llegar a plantear pero que no tiene sentido en este momento.

Lo cierto es que las responsabilidades son compartidas porque, a pesar de no estar permitido, los automovilistas estacionan, los peatones caminan y las motos transitan por las bicisendas, como si fuera una zona donde todo vale.

Entonces ¿Cuál es el inconveniente realmente? Más allá del problema de furia que pueda tener este “bicibandido” –quien reacciona de forma equivocada- una enseñanza debe dejarnos y es que las calles son una verdadera locura.

Nadie respeta nada y ese es el meollo de la situación, porque quienes plantean la eliminación de las ciclovías no entienden la cantidad de accidentes que pueden evitar, ni lo que facilita la circulación del transito.

Quien escribe estos párrafos utiliza con frecuencia la bicicleta y por ende las vías dispuestas para su transito y vive diariamente la cólera de las calles y hasta por momentos se torna imposible circular por donde se debe hacerlo debido a la falta de respeto de la gente.

Lo mismo sufren cientos de personas que se ven en situaciones realmente peligrosas luego de encontrarse con algún ciclista que no respeta las normas de tránsito. Lo cierto es que sin las bicisendas se vuelve complicado andar en este vehículo de dos ruedas.

No se puede andar por la vereda, por la calle los autos se arriman hasta limites peligrosos, entonces la respuesta no es eliminar las ciclovías, la respuesta está en que todos y cada uno respete las normas, no es tan difícil de comprender.

Autos, motos, camionetas, camiones, etcétera, deben transitar por la calle; los peatones por la vereda y las bicicletas por la ciclovía. ¿No es acaso demasiado sencillo como para andar enredando discusiones ilógicas y para nada constructivas? ¿Qué se gana eliminando las bicisendas? Nada, solo empeorar el tránsito.

Por ello se hace este llamado a la sociedad toda para terminar con esta falsa dicotomía de si los ciclistas son buenos o malos. Todos, desde su lugar, deben ayudar a respetar las normas de tránsito y, por supuesto, darle lugar a la empatía y al sentido común.