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Los mendocinos insisten en vacacionar en Chile: ¿Cuáles son las razones?

Desde el 23 pasado, ingresaron al país unas 50.000 personas; la región de Valparaíso, uno de los destinos elegidos; el furor por comprar neumáticos. Por Pablo Mannino, diario La Nación.

Los argentinos vuelven con todo a Chile, no solo para disfrutar de las playas y sitios históricos, sino para concretar compras “clave”, con un cambio de moneda que no deja de ser conveniente, en medio de la inflación que azota a la Argentina. Así, a pesar de las demoras de hasta 10 horas para cruzar a ese país, sobre todo en plena época estival, que obligó a las autoridades de ambas naciones a reforzar la atención fronteriza con mayor personal, los viajeros, principalmente mendocinos, decidieron atravesar la Cordillera de los Andes en busca de unas “vacaciones inteligentes”, tratando de menguar el impacto del “dólar tarjeta”, que está a $325, el blue, por encima de los $350, o el Qatar, que ya supera los $370.

De acuerdo con datos migratorios a los que accedió LA NACIÓN, desde el 23 de diciembre, más de 50.000 argentinos ya ingresaron a Chile vía terrestre, con un promedio diario que sigue creciendo, y se ubica en 6000 personas que pasan cada jornada por el Paso internacional Cristo Redentor. Así, mientras las autoridades de ambos países refuerzan las cabinas de atención, en medio de fuertes cuestionamientos, hay quienes optan por usar otros cruces: Paso Pehuenche, en Malargüe y Paso Agua Negra, en San Juan. También, los vuelos diarios desde Mendoza, van completos, con un valor aproximado de 100 dólares ida y vuelta. En cuanto a los ómnibus, el costo promedio del pasaje supera los $10.000 por tramo.

Según los números del año pasado, a comienzos de enero, tras levantarse la restricción de ingreso a Chile impuesta por la pandemia, solo cruzaron la Cordillera unas 500 personas por día. En tanto, si se compara con la época anterior a la crisis sanitaria y los viajes tradicionales de argentinos, sobre todo en verano, aún hay una marcada diferencia: hubo temporadas récords que llegaron a cruzar entre 15.000 y 30.000 personas en un solo día, según explicaron fuentes de Gendarmería Nacional.

Precios

“Fue difícil llegar, por la cansadora espera en la aduana, pero valió la pena regresar a Chile, después de la pandemia. No hubo casi exigencias sanitarias en los controles, pero nos revisaron todo, y se hizo interminable. Ojalá esto cambie algún día; que podamos ingresar rápido, con escáneres y un código QR. Ahora, estamos disfrutando a full del mar, de salir a comer y de hacer compras, que en varios rubros terminan siendo más económicas que en la Argentina. De todas maneras, al ser vacaciones uno tiene que disfrutar y no desesperarse por los montos”, contó a LA NACIÓN, Sebastián, un joven empresario mendocino que viajó junto a su esposa e hijos para pasar la primera quincena de este mes en la región de Valparaíso, entre las comunas de Concón y Viña del Mar. Allí, alquilar una cabaña cerca de la costa cuesta en promedio por día 25.000 pesos argentinos. De todas maneras, frente al mar, dependiendo la zona turística, el monto es superior, y está por arriba de los 100 dólares por día, lo que representan al menos $35.000.

“Nos gusta Chile por la cercanía y la gastronomía. Aprovechamos para comer más pescados y mariscos, y también hacemos shopping: si buscás, encontrás mejores precios que en la Argentina, sobre todo en indumentaria, calzado y neumáticos. Nos viene bien para renovar el placard y comprar cosas para los chicos, pensando en la escuela”, agregó su mujer, que contó que consiguió zapatillas de primera marca por menos de $20.000, mientras que en la Argentina el valor se duplica. En tanto, salir a comer en un restaurante tiene un precio similar al argentino, con un costo promedio de $5000 por persona. Además, en el caso de una hamburguesa con papa fritas, el valor promedio es de $1600. Algo similar pasa con el tradicional pancho “palta y mayo”. Y no puede faltar la empanda de camarón y queso, a $350.

Por estas horas, las autoridades transandinas ponen sus esfuerzos en optimizar las prestaciones de los diferentes servicios y brindar una mayor seguridad a los visitantes, tras conocerse varios hechos delictivos, para captar una mayor cantidad de turistas, teniendo en cuenta que hasta fin de año, la ocupación no superaba el 70%. De hecho, la policía chilena, conocida como Carabineros, lanzó un programa especial de vigilancia y orden público denominado “Plan Verano”, que consiste en diversificar y disponer de más cantidad de personal en distintos puntos turísticos. Entre las expectativas del gobierno chileno está concluir 2023 con más de seis millones de turistas para volver a los niveles prepandemia.

Objetivos

El objetivo de los turistas es claro: tener contacto con la arena y el agua del Pacífico, más allá de su baja temperatura, y aprovechar para recorrer día y noche por sitios clave. En este sentido, los paseos por Viña del Mar, Reñaca y el puerto de Valparaíso son obligados, en el centro del país. También, crecen las visitas al parque nacional La Campana, un área silvestre protegida de Valparaíso, en las inmediaciones de Olmué, o al tradicional Jardín Botánico, en Viña, así como a los cerros, para hacer senderismo. También, hay alternativas interesantes para hacer recorridos hacia el norte del país, con un paso obligado por La Serena, en la región de Coquimbo, un sitio predilecto de mendocinos y sanjuaninos por sus playas con aguas menos frescas. Por el otro lado, está el sur del país, con destinos reconocidos como Punta Arenas, Puerto Montt y Concepción.

Los testimonios dan cuenta de que la mayoría de los argentinos hace el viaje en auto, por lo que, por ejemplo, una importante cantidad aprovecha para cambiar las cubiertas de sus vehículos, ya que las consiguen hasta 50% más baratas, a pesar de estar prohibido en la Argentina. En el “peor” de los casos deberán afrontar los requerimientos aduaneros, y pagar el impuesto: una tasa del 50% sobre el excedente de US$300, que es el límite por persona.

Así, con poca oferta y altos precios en la Argentina, hay opciones interesantes del otro lado de la Cordillera. Por ejemplo, un neumático de marcas reconocidas rodado 15, como Firestone, Dunlop, Yokohama o Pirelli, puede conseguirse en 60.000 pesos argentinos en promedio, mientras que en nuestro país casi cuesta el doble.

“Es poco común que al regresar se controle el estado de los neumáticos, por lo que los turistas se animan a comprarlas y vuelven con las cubiertas puestas en los autos. Es algo que venimos observando hace más de un año, ya que en Chile están más baratas”, reconocieron fuentes aduaneras consultadas por este medio, además de indicar que observan compras de electrodomésticos, celulares, ropa blanca y zapatillas, además de productos de supermercado.

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