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Alcohol cero: el titular de la Agencia Nacional de Seguridad Vial destacó la campaña de concientización de Mendoza

Pablo Martínez Carignano se mostró confiado en que con el tiempo "la gente va a disociar el alcohol de la conducción y le va a resultar natural no tomar si después va a manejar".

Este 1° de enero comenzó a regir en la provincia de Buenos Aires la ley que establece la tolerancia cero de alcohol en sangre para los conductores de vehículos y que contempla penas que incluyen multas, arresto, retención de la licencia e inhabilitación para conducir a quienes hayan incumplido la prohibición de manejar después de haber bebido alcohol.

De esta manera, queda eliminado el grado hasta ahora permitido de 500 miligramos de alcohol por litro de sangre.

La nueva ley, aprobada en diciembre pasado en la Legislatura bonaerense, contempla a la vez la obligación de concurrir a cursos especiales de educación y capacitación para el correcto uso de la vía pública.

En este contexto, el titular de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano, hizo un pequeño balance a 3 días de la implementación de la ley:
“A hoy, 3 de enero, tenemos controles permanentes, hay muchísima presencia en las rutas de la provincia de Buenos Aires y hasta el momento hemos tenido un inicio de año relativamente tranquilo”, aseguró en AM750.

En este sentido, habló de las campañas de concientización que surgieron en torno a la difusión de la ley, como las llevadas adelante por el gobierno de Mendoza y una reconocida marca de cerveza. “La única forma en que un problema mejore es si se habla y si se discuten las causas, que sea algo de interés social”, sostuvo.

Asimismo, marcó una analogía entre esta ley y la que prohíbe fumar en los interiores de bares y restaurantes: “En ese momento hubo una reacción de los gastronómicos,  porque pensaban que iba a afectar su negocio. Nada de eso pasó. Con esta ley pasa lo mismo”, dijo.

Y agregó: “Esto no es una ley seca. Todos tomamos alcohol y seguiremos haciéndolo. Pero si subimos a un auto, no. Porque eso produce dolor, produce muertes, heridas, produce familias destruidas”.

Por último, concluyó: “Con el paso del tiempo, la gente va a disociar el alcohol de la conducción y le va a resultar natural no tomar si después va a manejar”.

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