Mario García

Investiga la IGS una explosiva denuncia contra la UEP de Guaymallén por presunto desvío de fondos y fraude

También se detallan situaciones de acomodo, acoso y corrupción. Nombres, fechas y situaciones que ya investiga la Inspección General de Seguridad.

En las últimas horas, ingresó a la Inspección General de Seguridad (IGS) una explosiva denuncia contra la Unidad de Patrullaje (UEP) de Guaymallén por presunto desvío de fondos y fraude, a través de rifas y otros métodos de recaudación. También se detallan situaciones de acomodo, acoso y corrupción.

La misiva, a la cual tuvo acceso Diario Mendoza Today, lleva como número 2022-09408992-GDEMZA-IGS y fue recibida por Sthefani Villafañe por mesa de entrada de esa dependencia.

La carta comienza hablando sobre el patrullaje de Guaymallén: “Hace ya un tiempo se les pide a los policías la suma de $200 o $300 por mes para supuestas mejoras del edificio o movilidades, pero al final no se ve reflejado ni en las movilidades que cada vez son menos las que están en frecuencia, como así tampoco en los baños, cocina, guardia ni sala de academias”. Y prosigue textual:

Tampoco el personal sabe la cantidad exacta que se recauda y no hay comprobantes o tickets que respalden dichos gastos. En diciembre 2021 se realizó un gran rifa donde se Recaudó bastante dinero, no se sabe cuánto es lo que se recaudó ni en qué se gastó.

Se habló de la cena de fin de año pero cada efectivo pagó sus entradas y las de su familia, los efectivos que no contaban con dinero para la entrada Amuppol les compró las tarjetas y luego se las descontaban en cuotas, y otros no tenían margen en Amuppol y no pudieron ir a tal cena de Fin de Año 2021 de la UEP Guaymallén, cuando los superiores debían cubrir los gastos con la recaudación, que hasta la fecha no se sabe qué se hizo con el dinero. 

Para el día del Padre 2022 se realizó otra gran rifa donde se obligó a cada Policía a vender por lo menos 10 números de un total de 1.000 números, se vendieron casi todos los números y se habla de una recaudación de unos $300.000 para mejoras del edificio, dónde dichos arreglos no se ven reflejado y tampoco hay tickets ni recibos de los gastos. 

Cabe destacar que este mismo año dependencias como Subcomisaría Conde, Comisaría 9° y Comisaría 57° se hicieron arreglos similares y no tuvieron que hacer grandes rifas, todo pasó por Logística, tanto materiales como el personal. Para el día de la Madre 2022 se realizó otra rifa donde se imprimieron 1.000 números a $300 pesos cada uno, 150 Números para cada Guardia tanto de la UEP como de la Táctica. 

El resultado de no vender números o colaborar con el dinero todos los meses es motivo de recargos, sanciones, cambio de función al sistema de paradas donde se trabaja día por medio de 07 a 23hs  sin fin de semana largo y con poco descanso para comer e higienizarse dado que había que volver a  cubrir algún supermercado o cercanías de estaciones de servicio o directamente el traslado a muchos policías con varios años de antigüedad. 

Cabe destacar que varios efectivos tienen que agachar la cabeza y tienen que obedecer órdenes de los superiores absurdas por miedo a represalias o por el simple hecho que llevan varios años en ese hermoso destino y tienen sentido de pertenencia por esta base y no quieren irse solo por no integrar el círculo de confianza de los superiores, entonces prefieren rebajarse a estás decisiones que nada tienen que ver con la función de la Policía de Mendoza. 

Muchos efectivos con sentido de pertenencia y con antigüedad en el destino hasta trabajan más horas que el personal integra el círculo de confianza que tienen horarios especiales para trabajar, francos estímulos por razones personales que solo los superiores manejan, o no sacar recargos ni servicios de cancha entre otros beneficios que se les otorga por solo ser parte del círculo de confianza.

Las policías femeninas nuevas, jovencitas, llegan a trabajar a dicho destino con mucho miedo, es cuando gente como el titular subcomisario Contreras, principales cómo Díaz o Luna les dan beneficios a cambio de salir con ellos o estar con ellos. 

Policías que necesitan hacer tecnicatura o licenciatura no pueden hacerlo porque a los supervisores no les sirve, pero sí autorizan a realizar a otras actividades en horarios de guardia a sus allegados. 

Si alguien se manifiesta son recargados una y otra vez por operaciones en servicios de canchas o para hacer biométricos, siempre los mismos policías y otros más allegados gozan de beneficios. 

Policías que los dejan toda la noche en consigna en barrios conflictivos sin relevarlos, pero sí controlados y muchas veces hostigados al momento de controlarlos por los superiores de la UEP Guaymallén, cuando los más allegados duermen tranquilos en base con el superior y otras veces se da franco por orden del mismo. 

Lo mismo pasó hace poco tiempo en Maipú en dependencias cómo Barrancas o la misma UEP de Maipú, policías hostigados, cansados, estresados, perseguidos y hasta amenazados.

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