Funcionario de Santa Rosa fue denunciado por secuestrar a su propia hija para no pagar la cuota alimentaria
Se trata de Roberto Francisco Ortíz, director de Salud, quien enfrenta serias acusaciones por parte de la madre de la pequeña.
Una de las historias trágicas que dejará este 2022 es desconocida para la mayoría de los que leen estas líneas. Y acaso sea la historia más triste del año.
Refiere al derrotero de una mujer cuya hija fue secuestrada por su ex pareja. Asi, de un día para otro, sin previo aviso. Y no solo eso: la Justicia ha decidido darle la espalda, porque el padre de la pequeña es un poderoso funcionario de Santa Rosa. Y maneja hilos de poder que pueden verse en sus propias redes sociales.
Es un tipo bravo, denunciado por violencia de género y otras cuestiones, acaso más grave. Pero intocable al fin. Como tantos intocables. Se llama Roberto Francisco Ortíz y ostenta el cargo de director de Salud y Medio Ambiente de Santa Rosa. También trabaja en otro nosocomio, el Arenas Raffo, del mismo Departamento, según pudo saber Diario Mendoza Today.
“Para no pagar la cuota alimentaria decidió secuestrar a mi hija”, me dice Jeannette Molina, esa pobre mujer a la cual le desgarraron el alma allá lejos y hace tiempo. La madre de la pequeña que fue secuestrada por este tipo sin alma.
“De manera sistemática y desde ya hace 14 años, Ortíz ejerce su violencia en todas sus formas, física, psicológica, económica etc, no solo hacia mí si no también hacia mis dos hijas”, insiste la atribulada Jeannette.
Y me da algunos detalles: “En abril del año 2014 nace Sofía, hija que tenemos en común, y a los pocos meses él desaparece de nuestras vidas evadiendo sus responsabilidades hacia ella por lo que de manera judicial se me otorga el cuidado en su totalidad”. Este diario pudo comprobar que ello es 100% real. De hecho, consta en el expediente 2117/14.
“Sofía creció hasta sus 7 años sin conocer a su papá, en diciembre del año 2020 mediante una audiencia judicial se le ordenó a Ortíz un acuerdo de vinculación con su hija que consta de 2 horas los días viernes el cual sigue vigente y al que desobedece cuando el 16 de marzo retira a Sofía de la escuela República de Chile para trasladarla al departamento de Santa rosa modificando violentamente su centro de vida”, insiste la pobre Jeannette.
Y me obliga a otear otros dos expedientes: el 27963/22 y el 6280/22. Allí aparece toda la situación denunciada con pelos y señales. Y, lo que es más importante, con abundante prueba.
“Desde ese día , Sofía no vuelve a su casa , fue ingresada a una escuela en dicho departamento de manera irregular, y la mantienen aislada de todo vínculo familiar materno. Cabe mencionar que el señor es un funcionario público que abusa de su cargo para someter a la niña a pericias con profesionales que son sus propios empleados”, puntualiza la desgarrada mujer.
Y agrega un dato inquietante: “El día 25 de agosto también tuve que denunciarlo cuando violó la prohibición de acercamiento que me fue otorgada producto de sus agresiones físicas”.
Se insiste: detrás del relato de Jeannette hay evidencia de todo tipo, irrefutable. Mucha de la cual puede verse en los expedientes 4212/14 y 2116/14. No se trata solo de la pequeña Sofía, hay un historial de maltrato y abuso de todo tipo. Coronado por la impunidad que regala la Justicia mendocina.
“Teniendo en cuenta todo este historial aún después de 9 meses de no ver a mi hija sigo esperando una respuesta de parte de los jueces y fiscales”, culmina diciendo la mujer. Y me deja sin palabras. Por primera vez en mi vida.