Fue un importante funcionario de la Municipalidad de Godoy Cruz y hoy se encuentra condenado a una pena de prisión por violar a su hijastra. Se trata de Luis Gabriel Mendoza, de 46 años, quien fue denunciado por haber abusado sexualmente de la joven entre una y dos veces por semana entre 2013 y 2015, mientras la víctima era menor de edad.
Tras un largo y particular juicio, el juez Eduardo Martarena condenó al hombre a 11 años de cárcel por abuso sexual gravante ultrajante agravado por la convivencia con la menor y por la guarda. No obstante, quedará en libertad hasta que la sentencia quede firme.
El proceso judicial no careció de escándalos, teniendo en cuenta que es una causa de abuso sexual infantil que como particularidades se pueden mencionar una denuncia previa que nunca había avanzado, el hecho de que la madre biológica no le cree a la denunciante y a ello se suma el peso político del condenado.
Por el momento Mendoza quedará en libertad, ya que de esa forma llegó al juicio y según sostiene la ley, ello debe respetarse hasta que la condena quede firme. Es altamente probable que la defensa del funcionario envíe un recurso para que el expediente sea revisado por la Suprema Corte de Justicia, por tanto, aún faltarán varios meses para saber si efectivamente cumplirá con la pena de prisión.
Luis Mendoza era el director general de Gestión Social del departamento de Godoy Cruz durante el primer mandato de Tadeo García Salazar al frente del municipio. En 2016, tras la denuncia de la víctima, el funcionario municipal debió apartarse del cargo por el empuje de la propia presentación judicial.
Según se desprende de la acusación, el hombre abuso de la menor entre uno y dos veces por semana entre 2013 y 2015, mientras la víctima tenía entre 12 y 15 años. Según relata, por las noches se metía en la habitación para trocarle las partes íntimas. Lo mismo habría ocurrido mientras la llevaba al colegio en su auto.
La madre de la denunciante negó que su pareja alguna vez haya tocado a su hija, lo propio hizo Mendoza y hasta ofreció como prueba los mensajes entre él y la menor, donde podía notarse una buena relación entre ambos.
En marzo del 2017 se ordenó la detención del hombre y para ello fue clave un informe medico que reveló que la víctima tenía una lesión compatible con la penetración con el dedo, además de peritajes realizados por Equipo para el Abordaje del Abuso Sexual Infanto-juvenil (EPAASI).
Si bien la joven ya había realizado una denuncia en el año 2014, luego la desestimó. Según creen los investigadores, ello sucedió así porque la madre había amenazado con quitarse la vida. Luego se pudo dar lugar a los abusos crónicos en un contexto familiar de poca contención de la menor.
La Fiscalía también ofreció una prueba que fue vital y es el testimonio de tres personas del colegio al que asistía la víctima: una psicóloga, una monja y un sacerdote; a quienes la joven les habia relatado lo padecido.
Por otro lado, si bien el estudio pericial psicológico no arrojó que Mendoza tenga rasgos de pedofilia, si se encontraron otros relacionados a la obsesión, el narcisismo y de confirmación del poder que pueden trasladarse a lo sexual.
