Nicolás Sanz

Datos ausentes y controles imposibles: ¿Qué onda con la transparencia en Mendoza?

A menudo se pueden ver funcionarios reivindicando y adorando la administración y la transparencia de Mendoza, pero no todo es lo que parece.

No son pocos los que “admiran” la transparencia de Mendoza. Mendocinos y no mendocinos aseguran que es la provincia donde la corrupción no existe, una suerte de Estado perfecto, con una administración casi impecable donde nadie tiene nada que esconder.

Diario Mendoza Today ha demostrado, infinidad de veces, que este supuesto es falso y totalmente paralelo a la realidad de la política mendocina, a tal punto que no son pocos los mensajes y llamados que llegan a esta redacción de parte de diversos dirigentes políticos. Del oficialismo y de la oposición. Ello denota la independencia de este medio alejado de cualquier tipo de simpatía partidaria.

Lo antedicho viene a cuento de algo que realmente es preocupante porque incluso a nivel nacional, donde la corrupción y la falta de transparencia están a la vista de todos, lo que se desarrolla en la presente columna no sucede.

Con ello se hace referencia a la falta de datos respecto de los gastos y contrataciones realizados por la Legislatura provincial. En el Congreso, aún teniendo en cuenta que se obvian datos y se oculta información sobre las licitaciones que se llevan a cabo, hay mayor transparencia que en el edificio legislativo de Mendoza.

Dicho sea de paso, la Cámara de Diputados provincial prácticamente no publica datos abiertos al público, solo puede accederse a una parte de ellos y los documentos que se hallan no brindan los datos completos, sin contar que las publicaciones se hacen por año, es decir, no se puede revisar el estado de las compras del 2022.

En lo que refiere a la Cámara de Senadores, es demasiado obvio el ocultamiento de estos números. ¿O alguien puede creer que solo se realizaron 2 licitaciones en todo 2022 y solo 7 en todo 2021? Dicho sea de paso, no hay ninguna adjudicación desde el 2020, según los datos públicos.

Esta información aparece únicamente en la página de la Legislatura ya que, tal como reconoció el director de Contrataciones Públicas y Gestión de Bienes Roberto Reta en un documento firmado el 14 de octubre del año pasado, se exceptuó a la Cámara de Senadores la gestión de “los procesos de contratación a través del Sistema electrónico de compras públicas ‘Comprar Mendoza’”.

Para los que no lo conocen, allí es donde aparecen las licitaciones de todas las áreas públicas, incluyendo los organismos descentralizados. Entonces: ¿Por qué hablan de transparencia?

¿Por qué no se actualizan los datos, aunque sea, desde la página de la Legislatura? ¿A qué le temen? ¿Cuál es el beneficio de ocultar información a la ciudadanía que es, por caso, quien mantiene el funcionamiento del Estado? ¿Acaso no tiene el ciudadano, como aportante, el derecho de saber a dónde va el dinero que abona en concepto de impuestos, sean estos directos y indirectos?

Nuestro compromiso con la agenda de transparencia, calidad institucional y austeridad de la política es manifiesto”, tuiteó este mismo año el gobernador Rodolfo Suarez con el propósito de “vender” el modelo mendocino.

Pero, va de vuelta: ¿Y la transparencia? Diputados y senadores, oficialistas y opositores, ¿cuánto más van a tardar en debatir cuestiones tan relevantes como la aquí planteada? ¿O será acaso que hay motivos para ocultar información de interés público?

Ojalá que aquellos que hablan de austeridad, de compromiso, de moral, y tantas cosas más, den el ejemplo y empiecen, por lo menos, a sincerar los ingentes recursos que necesita la Legislatura mendocina para funcionar. Después no vale enojarse cuando el periodismo independiente lanza críticas a todo el arco político, desde la más acérrima izquierda hasta la derecha más radical.

Artículos Relacionados