El mayor obstáculo al que se enfrentan la mayoría de las parejas cuando intentan ahorrar dinero es gastar más de lo que ganan. Vivir de préstamo en préstamo es una realidad. Incluso para las parejas que combinan sus ingresos, esa realidad desafiante aún persiste, señala Forbes.
Romper este ciclo puede ser muy difícil. Se necesita tiempo y enfoque. Pero, a veces, las cosas difíciles y las cosas correctas son lo mismo.
Crear un presupuesto para comprender mejor a dónde va el dinero es un excelente lugar para comenzar. Es sorprendente la claridad que podés tener sobre la situación financiera simplemente viendo tus ingresos y gastos.
Después de analizar detenidamente los números, buscá formas de disminuir tus gastos en áreas que no afecten tu alegría. Estoy hablando de deshacerte de las cosas que no usás y negociar facturas recurrentes.
Luego, mirá el lado de los ingresos de las cosas. Preguntate cómo podés ganar más dinero durante esta temporada de tu vida para crear más margen de maniobra. Quizás un período de tiempo de enfoque financiero adicional podría ayudarte a eliminar las deudas de tu vida. Una vez que eso sucede, la vida se vuelve mucho más fácil.
Si vos y tu cónyuge tienen puntos de vista muy diferentes sobre el dinero, la forma más rápida de lograr la paz matrimonial es con empatía. Hay una razón por la que tu cónyuge gasta como lo hace. El hecho de que no creas que es la forma correcta no significa que la tuya sea mejor.
En el mismo sentido, pedile a tu pareja que se tome el tiempo para comprender por qué vos también tenés tus hábitos financieros. Y discutí por qué son importantes para vos. A través de conversaciones y tiempo, aprenderás a encontrar compromisos que funcionen mejor entre sí.
Analizá detenidamente tu presupuesto y decidí si podés modificar tus hábitos de gasto durante esta temporada desafiante.
Tomate el tiempo para comprender por qué tu cónyuge está motivado para gastar o ahorrar de la forma en que lo hace. Con esa comprensión, podés ganar algo de empatía por su situación.
Eliminar las suscripciones o membresías que no usás, negociar facturas recurrentes (internet, cable, seguro) y comprar en supermercados de bajo costo pueden ser buenos lugares para comenzar.
Encontrá maneras de aumentar tus ingresos. Una forma rápida de obtener dinero es recorrer toda tu casa y decidir qué podés vender en línea. Tu hogar puede estar lleno de cosas que no utilizás, y un fin de semana de limpieza podría generarte algo de dinero rápido.
