Feroz interna en el PJ y la UCR mendocinos, la Justicia avanza sobre el director millonario de Godoy Cruz, y la furia del estafador de Luján

Al igual que a nivel nacional, en Mendoza la política se prepara para sacarse los ojos en 2023. Lo que viene será para alquilar balcones, si es que quedan balcones para rentar.

Desde el Frente de Todos se intenta mostrar unidad, pero por ahora está todo demasiado forzado. El peronismo “tradicional” siente que el kirchnerismo está en retirada y busca volver a ocupar el centro del poder.

Los gestos disruptivos de Emir Félix y Roberto Righi, caciques de San Rafael y Lavalle respectivamente, son un síntoma de ello. Pero habrá muchos más, principalmente desde la trinchera del siempre impredecible Guillermo Carmona.

Entretanto, se logró una suerte de unidad de criterio en torno a un programa llamado “Mendoza Propone”, con ejes en ambiente, energía, producción y finanzas. Es el virtual programa de gobierno del peronismo en caso de llegar al poder.

Lo que resta definir es lo más relevante: el “candidato”. Todos quieren “mojar”, pero pocos se animan a decirlo. Entretanto, unos y otros se miran —y miden— con desconfianza. El gran armador, Carlos Germán Ciurca, aún no da señales de nada. Habrá que esperar aún.

Del otro lado de la grieta, el oficialismo provincial grativa entre candidatos que por ahora no mueven la aguja. Los que ya revelaron sus intenciones, Daniel Orozco y Ulpiano Suarez, aún no reflejan gran adhesión popular.

Habrá que ver qué ocurre en los próximos meses y qué decide hacer Alfredo Cornejo, quien no ha confirmado si volverá a intentar ocupar la primera magistratura provincial. Si ello ocurriera, será definitorio de la interna radical.

Quien busca hacerle sombra es Omar De Marchi, empecinado en ser gobernador mendocino a como sea. Ni lento ni perezoso, comenzó su campaña hace meses —lo anticipó Diario Mendoza Today— de manera sutil. Con estratégicas reuniones que incluyen a referentes del “Círculo rojo”.

Cuanto más avancen las semanas, el otrora intendente de Luján se mostrará más y más combativo, no solo para con el peronismo sino también con el radicalismo local. De hecho, esta misma semana hizo una crítica feroz respecto de la Revisión Técnica Obligatoria impulsada por Rodolfo Suarez. Al mismo tiempo, presentó un proyecto que lleva su propia firma.

Se trata de uno de los pocos candidatos —sino el único— al que Cornejo le teme. Y al que más intenta combatir políticamente. Se lo ha reconocido a algún ocasional comensal con el que se ha juntado en Chacras Park, donde De Marchi tiene sus oficinas. Nada es casual.

Otro que busca llegar a la gobernación provincial es el ex diputado Nacional Luis Petri, cuya campaña, a diferencia de la del exintendente lujanino, ha comenzado en la lejana Buenos Aires. De allí empezará a recalar en Mendoza periódicamente.

La estrategia de campaña no es la única diferencia que muestra con De Marchi: la relación con Cornejo los pone a ambos extremos. Como se sabe, Petri se lleva de maravillas con el ex gobernador y nada parece indicar que se romperá esa cordialidad.

Ese vínculo fue parte central de una charla que ambos han mantenido hace algunos meses, donde coquetearon con una eventual fórmula conjunta, que no avanzó. Principalmente porque ni Petri ni De Marchi quieren resignar ser la cabeza de la posible fórmula.

En otro orden de cosas, esta semana un perito judicial pidió más información sobre el director de Obras Particulares de Godoy Cruz, Darío Angel Falcone, investigado por enriquecimiento ilícito tras una revelación de Diario Mendoza Today.

La investigación busca explicar el patrimonio de 160 millones de pesos que declara el funcionario. Entre sus bienes posee 11 casas, 2 motos, 1 auto y 1 camioneta.

“La escasa información recabada hasta este estado, con respecto al desarrollo de la actividad inmobiliaria del arquitecto Falcone, obliga a solicitar una nueva documentación (…) entendiendo que sin la misma no será posible efectuar el análisis técnico necesario” reza el informe del perito que, en criollo, delata la falta de solidez de los documentos presentados por el funcionario de Tadeo García Zalazar.

Finalmente, mencionar el nerviosismo que generó la revelación de este medio respecto de una estafa a gran escala pergeñada por un hombre llamado David Esteban Sánchez, respecto de la venta de terrenos en un “barrio” privado llamado Sol de Montaña, en Luján de Cuyo.

Luego de la publicación, ocurrieron dos cosas: por un lado, el timador —Sánchez— envió una predecible carta documento a este diario. Por el otro, varias personas se d

contactaron con este cronista para confirmar que lo publicado es real. Incluso aportaron evidencia que será publicada esta semana.

Una digresión al respecto: tras la oportuna revelación periodística, los estafadores aseguraron a los compradores de los terrenos que Mendoza Today se refería al Aeroclub La Puntilla, no a Sol de Montaña. Obviamente, ello es falso.

Como solían decir los viejos periodistas de televisión, habrá más novedades para este boletín…

Volvieron las valijas de la política

Quienes la frecuentan, aseguran que Cristina Kirchner está debatida, derruida, literalmente derrotada. Las derivaciones del intento de asesinato que sufrió, parecen haberla afectado psicológicamente.

No es que no pueda superar lo que le sucedió, sino que no tolera que no exista una mega conspiración detrás de lo sucedido. Que no aparezcan allí las siluetas de los malvados de siempre, aquellos que “controlan los hilos del mundo”, financiando el atentado en su contra. 

“Esos ‘indignados’ que se quejaban, no eran ‘indignados’ era gente paga por empresarios que se identificaron con el macrismo”, intentó convencerse a sí misma la vicepresidenta en pleno congreso sindical de la Unión Obrera Metalúrgica. Se refería, es obvio, a los lúmpenes que intentaron acabar con su vida.

Al mismo respecto, añadió: “No eran indignados, recibían millones de pesos. Corténla con los indignados que no va más”. Su obsesión pudo percibirse en cada palabra, cada frase, incluso cada silencio. A pesar de que la Justicia asegura todo lo contrario.

Nótese incluso que pasaron ya dos meses y medio del ataque y no deja de hablar de lo mismo, una y otra vez. Incluso admite que está “resignada con la Justicia porque me quieren de acusada y no de víctima”. 

Fuera de su obcecación por lo que le ocurrió, Cristina dejó en aquel discurso de la UOM una crítica al menemismo que sorprendió a propios y ajenos: “Hoy escuchamos que dicen que el mejor gobierno de la República Argentina fue el de la convertibilidad, que el mejor ministro fue el de la época de los 90’. La desinformación es muy grande”.

Lo curioso es que ella misma se cansó de elogiar a Carlos Menem y a Domingo Cavallo. Quien lo dude solo debe releer la entrevista que revista Noticias le hizo el 13 de noviembre de 1999, titulada “Una peronista de hielo y limón”.

Allí, la hoy vicepresidenta puntualizó que Menem “reflejó los cambios de nuestra sociedad en los últimos años… Menem es un producto de esta sociedad”.

Luego valoró: “Todo se derrumbó cuando Cavallo se fue del Ministerio de Economía. Cavallo le aportó mucho al gobierno de Menem, no se olvide de la convertibilidad, y de la imagen fuerte de Cavallo. En un momento, se convirtió en el hombre más sólido del Gobierno”.

Y culminó con un elogio a ambos: “Hay otro país después de Menem y Cavallo”.

Su extinto marido, Néstor Kirchner, también supo ostentar las mismas contradicciones. Feroz crítico del menemismo, en su momento se viralizó un video en el cual compartió un acto con Carlos Menem en Santa Cruz. En ese mismo evento, elogió al riojano diciendo que era “el mejor presidente de la historia”.

Fuera de las desmemorias kirchneristas, las internas del Frente de Todos y Juntos por el Cambio mostraron de manera cabal qué hay en la cabeza de los referentes de la política vernáculos: solo apetencias de poder. De un lado y del otro. Ninguna grieta en ese tipo de bajezas.

Ni siquiera amerita escribir al respecto, porque aburre, y no resuelve los principales problemas que aquejan a los argentinos, como la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la inflación.

Solo es pertinente dedicar alguna línea perdida a Alberto Fernández, quien sigue en su errática postura de “presidente decorativo”, bien lejos de las decisiones de relevancia. Ahora mismo, se encuentra en París, donde “gastó” la cámara de su teléfono celular sacándose fotos con su par francés Emmanuel Macrón.

Luego, su agenda ha sido bastante pobre, lo cual dificultó la tarea de los colegas argentinos que viajaron con él. Baste mencionar que la mayoría de las crónicas se enfocaron en la dieta del jefe de Estado, quien, dicho sea de paso, habría bajado ya diez kilos.

Lo demás es puro humo. Por caso, para copar la agenda mediática este mismo sábado Alberto confirmó que habrá bono de fin de año para trabajadores formales, algo que bien podría haber anunciado desde la Argentina. 

En otro orden de cosas, escala en Córdoba un escándalo de proporciones tras un accidente protagonizado por el poderoso Oscar Félix González, ex presidente provisional de la Legislatura de esa provincia y tercero en la línea de sucesión en el gobierno de Juan Schiaretti.

El hecho ocurrió el pasado sábado 29 de octubre cuando el hombre cruzó de carril y chocó de frente con su BMW contra una camioneta Sandero en la ruta E-34, en cercanías de Mina Clavero. 

Como consecuencia del impacto, falleció la otra conductora, mientras que una hija de la mujer y otra adolescente resultaron gravemente heridas. 

Más allá de la gravedad de lo mencionado, surgieron a lo largo de la investigación puntuales detalles que inquietan a lo más granado del poder cordobés. 

Primero, el hecho de que González circulaba con una patente “clonada”. Segundo, que se trasladaba con una licencia de conducir obtenida en Las Tapias, lugar del cual no es residente. Tercero, personas que iban con él se apuraron a sacar unos voluminosos bolsos del BMW antes de que llegara la policía.

¿Qué había en esas maletas? ¿Dinero, droga, papeles? ¿Por qué González no quiere hablar con los medios y se abstuvo de declarar en sede judicial? ¿Cómo se explica que permanezca en libertad tras haber sido imputado por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas? Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas.

Pero hay más interrogantes: ¿Por qué inquieta al poder cordobés la figura de González? ¿Sigue siendo un protegido de Schiaretti, de quien fue jefe de Gabinete, lobista y “valijero”? Nadie sabe/nadie responde.

Como sea, el escándalo recién arranca y promete “enchastrar” las elecciones de 2023.