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😡 Mendoza ya no es lo que era: mugre, grafitis y vandalismo (y nadie hace nada para evitarlo)

La provincia que supo destacarse por su limpieza y orden, ahora es caótica y sucia. Una nota (casi) editorial de Diario Mendoza Today.

Nadie sabe en qué momento empezó a suceder. Porque no fue repentino, sino un proceso lento que fue dándose poco a poco. En principio, de manera tímida. Luego, de forma brutal

Lo cierto es que Mendoza se llenó de grafitis y pintadas absurdas por doquier. No hay lugar donde mirar sin que aparezcan “enchastres” de pintura. Sea en edificios, monumentos, cajas de electricidad, viviendas particulares, etc.

Entonces, la provincia que cobró celebridad por su limpieza y orden pasó a ser sinónimo de todo lo contrario: suciedad y desorden. Y caos, dicho sea de paso. Por todos lados.

Como si se tratara de una suerte de “complot” pergeñado por alguien cruel y anárquico. Que no trepida en su avanzada contra todo y contra todos.

¿Quién podría ser aquel que hace algo así? ¿Por qué lo hace? ¿Cuál es el fin? ¿Acaso hacer daño por hacer daño? No tiene mayor sentido.

Pero no importa, porque lo relevante no es el por qué detrás de la locura, sino el por qué detrás de la inacción oficial para combatir esa irracionalidad.

Más aún cuando hay herramientas como el Código de Convivencia Municipal y el Código Contravencional de la provincia donde se prevén multas para “el que, manchare, ensuciare, fijare carteles, dibujare cualquier anuncio, leyenda o expresiones de cualquier tipo” tanto bienes públicos como privados, con valores que van de entre $27 mil a $36 mil.

La norma está, pero ¿quién la hace cumplir? Los funcionarios juran que lo hacen, que incluso han logrado multar a algún que otro vándalo que pintó cierto lugar de Mendoza. Pero son casos aislados. La excepción.

Hay que fortalecer y promover la cultura ciudadana, el cuidado de estos bienes y, obviamente, en algunos edificios hemos avanzado con intervenciones”, dijo el intendente Ulpiano Suarez oportunamente. Y admitió: “Esto es un costo porque sucede todos los días y en cualquier horario”. ¿Entonces, qué hacemos?

Se insiste: habiendo cámaras de seguridad por doquier, públicas y privadas, y habiendo una norma que penaliza el vandalismo, ¿por qué no se hace algo de una vez y por todas, que sea ejemplificador y desactive los ánimos de los bandidos?

No hay excusa para la inutilidad de los funcionarios de turno. Su responsabilidad no es por acción, está claro, sino por omisión. Pero no deja de ser grave. Porque permite que el daño siga creciendo.

Ya lo dijo alguna vez Winston Churchill: “El precio de la grandeza es la responsabilidad.”

Grafiti
Diario Mendoza Today

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