Mendoza en focoNicolás Sanz

A Lucia Masman la mató la Universidad Nacional de Cuyo

La muerte evitable y la tragedia que no debió ser

Con la información que se tiene hasta el momento, todo parece indicar que la muerte de Lucia Masman era evitable. Incluso, su fallecimiento no es más que una serie de eventos encadenados que evidencian la inoperancia de la Universidad Nacional de Cuyo.

Aún no se entiende cómo se manejaron desde la institución educativa, acaso la principal culpable del lamentable hecho que, no solo terminó con la vida de una estudiante, sino que además dejó varios heridos más. De hecho tres aún siguen internados en el Hospital Central.

Lo antedicho no es una apreciación periodística, mucho menos personal, es la conclusión que se desprende de la retahíla de sucesos que terminaron ocasionando la tragedia en El Challao.

Los propios alumnos aseguraron haber enviado a los profesores el alerta meteorológico del lunes pasado, lo hicieron antes de salir a hacer la actividad educativa al Cerro Arco. Incluso cuentan que hasta último momento estuvieron preguntando si la tarea se llevaría a cabo.

A último momento se informó que la mencionada actividad se realizaría. ¿Cómo puede ser que a las autoridades y al equipo de profesores no les importara el riesgo teniendo en cuenta que estaba en vigencia el alerta amarilla por el mal tiempo?

Más aún, ¿Cómo puede ser que los estudiantes estén obligados a concurrir a estas ocupaciones ya que de no hacerlo reprueban? ¿Los jóvenes tienen que poner en juego su vida para aprobar una materia? ¿En qué cabeza puede caber semejante barbaridad?

Como si ello fuese poco, no solo los alumnos se ven obligados a asistir a estas actividades pertenecientes a la materia “Práctica de Actividad Física Saludable”, sino que deben hacerlo por sus propios medios.

Es decir, si un alumno no tiene un vehículo, o quien lo alcance, ineludiblemente reprobara. ¿Cómo es posible que la Universidad no disponga de al menos un micro para trasladar a, aunque sea, algunos de los casi 200 alumnos que estuvieron presentes?

Pero como si todo lo mencionado no fuese lo suficientemente convincente para entender que el rol del establecimiento educativo fue fundamental para que la tragedia en El Challao termine con la muerte de Lucia Masman, solo resta resaltar que, a pesar del alerta amarilla, los estudiantes fueron obligados a acudir a la práctica sin tener un plan de respaldo.

“Cuando volvimos de esa caminata, uno de los profesores dijo ‘todos los que tengan vehículos particulares suban a los chicos’. En nuestra desesperación, que estábamos en pleno desastre, se estaba largando la lluvia con todo y sabíamos que se iba a largar la piedra por el estado del clima; todos nos subimos al vehículo”, contó en declaraciones a los medios una de las estudiantes presentes.

Estaba todo dado para que la tragedia termine en eso… tragedia. Por la inutilidad de un grupo de imbéciles, lo que debería haber sido una práctica con fines educativos, terminó en tragedia.

¿Cuál es el colmo? Que desde la UNCuyo no se hicieron cargo (a duras penas si ofrecieron pagar el sepelio y luego de conocerse que la familia de Lucia Masman no tenía manera de afrontar los gastos) y decretaron tres días de duelo a media asta.

Mientras, la conductora de la Chevrolet S10 que volcó, María del Cielo Vergara, terminó siendo imputada, cuando en términos prácticos fue obligada a subir a sus compañeros a su camioneta. ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Los tendría que haber abandonado en medio del temporal?

Es obvio a esta altura que los responsables por la muerte de Masman son las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo, de la Facultad de Ciencias Económicas y los profesores que participaron de la actividad.

Lo sucedido fue meramente causal y los responsables deberán responder ante la justicia por la ineptitud e incompetencia que terminó costando una vida.

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