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Acerca de la flamante ministra de Mujeres Ayelén Mazzina y su increíble relación con Mendoza

Fue concejala de la Ciudad de San Luis y secretaria de Mujeres, Diversidad e Igualdad en San Luis y hoy anunciada como reemplazante de Elizabeth Gómez Alcorta. Proveniente de una familia conservadora, destaca por su gestión y su estilo descontracturado.

Jura que es feminista puntana y “cumbiera intelectual”: se trata de Ayelén Mazzina, quien fue designada este lunes por el presidente Alberto Fernández para reemplazar a Elizabeth Gómez Alcorta al frente del Ministerio de Mujeres, Diversidad y Género. La mujer es profesora en Ciencias Políticas y también se desempeñó como Concejala por la Ciudad de San Luis.

Lo curioso es que tiene una insólita relación con Mendoza: a su primer novio lo conoció en esta provincia, luego hizo un clic y salió con una chica, mendocina ella. Y su padre vive en San Martín, en Mendoza obviamente. Se lo contó e Luciana Peker el pasado 12 de septiembre, en una nota para el portal Infobae.

“A los 15 años conocí un pibe por internet. Él tenía unos meses más que yo, nos quisimos un montón él era de Mendoza, se mudó a San Luis y estuvimos un par de años juntos hasta que me invitó a pasar año nuevo a Mendoza con su familia. Antes, con un grupo, salimos a un boliche gay con mi novio y el resto de las mal llamadas tortas solteras y sus novias. ¡Todo lo que me pasó cuando entré a ese lugar! Sentí que eso era lo que quería para mi vida: libertad, plumas, alegría, sonrisas, besos, espuma, cachengue, nadie miraba a nadie, éramos todes iguales”, reveló en aquel reportaje.

Y avanzó: “Entre tanta alegría mi novio me dijo: ‘Aye yo de acá me voy’. Y yo le dije: ‘Yo me quedo’. Comencé a sentirme mal porque había alguien que me parecía interesante y era una piba del grupo. Al otro día me levanté con un dolor de estómago que no daba más, ansiedad, ganas de abrazar a alguien y no saber cómo contarlo. Me subí a un colectivo y fui a ver a mi papá que vivía en San Martín, Mendoza. En el viaje, saco el celular y, por mensaje de texto le escribo, a mi mejor amiga: ‘Tati, se que no lo vas a entender pero necesito que me leas: anoche me paso algo, creo que me gusta una chica’. En vez de enviárselo a ella se lo envié a él (como hubiera deseado tener whatsapp y eliminar mensajes, pero ya estaba) y se armó el desmadre”.

Finalmente, contó cómo fue su primera con una mujer: “Cuando estuve, por primera vez con esa chica a la que me había gustado en Mendoza me sentí rara. Llevé a la cama a Dios y a la santísima trinidad. No recuerdo haberla pasado bien. Pero sí sentir que estaba en paz conmigo y que era por ahí”.

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