Penitentes, parte 2: un saqueo a la mendocina, plagado de denuncias y políticos de ocasión

El pasado 30 de septiembre, Diario Mendoza Today publicó la primera parte de una historia de terror: la trastienda de la expropiación del terreno del Centro de Esquí Los Penitentes, trama que mezcla lo peor de la política, y los negocios, y el capricho de unos pocos por quedarse con un emprendimiento millonario.

La historia oficial arrancó el 31 de julio de 2019 cuando un proyecto de ley le quitó la potestad del mismo a la familia que lo explotaba y que incluso invirtió en él millones y millones de dólares durante más de tres décadas.

Ese día, por mayoría de votos, la Cámara de Diputados dio sanción final a la iniciativa del Poder Ejecutivo, por la cual se declaró de utilidad pública y sujetos a expropiación, seis polígonos, propiedad de Los Penitentes. Y mucho más.

“Mi viejo hace el centro de esquí por iniciativa de él, mi viejo era un tipo soñador, un empresario que había heredado de su padre unas acciones de una constructora. Siempre soñó con hacer un centro de esquí para Mendoza”, contó hace unos días a este diario Emilio López Frugoni, ex propietario de Penitentes y principal víctima de la expropiación.

En aquella entrevista, aportó detalles de lo que fue la historia de aquel complejo turístico. Ahora, en esta nueva entrega se mete en la espinosa cuestión política. Densa como pocas.

“Cuando nos sacan la concesión, lo hacen argumentando cuestiones legales, lo que pasa es que está esa segunda concesión de 35 años más, que nos tendrían que haber otorgado porque cumplimos con todos los pasos previstos. En lo que se agarran para sacarnos la concesión es el no pago de unos impuestos, unos 4 millones de pesos, ese es el mayor argumento con el que avanzan para no renovar la concesión, porque todo lo demás cumplimos con todo, con toda la ley, con todo lo que establecía la concesión, con absolutamente todo. Con eso, sumado al poder que tienen en la Legislatura, avanzan para expropiar y para no renovar la concesión”, confiesa el hombre.

Y avanza: “Te cuento un detalle, cuando Cornejo decide no renovarnos la concesión, lo hace a través de un decreto que impulsa la asesoría del Estado. Más aún, quien redacta ese escrito de ‘no concesión’ es Dalmiro Garay, el actual presidente de la Corte. Lo que no se dieron cuenta es que la ley de expropiación tiene que basarse en un argumento de ‘utilidad pública’. Esto es, tiene que destinarse a una escuela, hospital de campaña, una autopista, un gasoducto, un tendido eléctrico, lo que fuere”.

Acto seguido, López Frugoni revela que el expediente mostró un movimiento que no cuenta antecedente alguno en la historia de Mendoza: “En el mismo día tuvo 6 movimientos, es la expropiación más rápida de la historia de la provincia. Lo importante es que los tipos expropiaron mal, en todo sentido. Y después aparece lo del pago, para coronar todo lo que hicieron mal. Nos dieron un millón y medio de pesos, en ese momento un Volkswagen Gol base 0 kilómetro valía eso, nos entregaron por Penitentes un Gol base, jurídicamente están entrampados, porque además hay denuncias penales y hay otra que metí hace 15 días, estoy pidiendo que se investigue cuándo se toma concesión, quiénes son los responsables, y demás”.

Finalmente, el hombre cuenta una anécdota que complica al gobierno provincial. Refiere al día en el cual se hicieron cargo de la concesión: “Entre los que aparecieron estaba Marcelo D’Agostino, subsecretario de Justicia de Mendoza. Hay material, hay fotografías. Entonces, ¿por qué sube D’Agostino a tomar posesión si tenía que haber sido alguien del Emetur? No solo él: también apareció el director de Calidad y Servicios Turísticos, Marcelo Reynoso, un cuestionado funcionario que fue operador de todo. Hasta estaba de testigo el de Los Puquios. Dijeron ‘¡nos quedamos con penitentes!” lo vieron hasta los empleados nuestros, estaban festejando con D’Agostino, con Reynoso”.