“Casa Pileta” de Guaymallén: el municipio pide piedad, pero no hace nada para resolver el tema

La trama arrancó en agosto pasado, cuando Diario Mendoza Today dio a conocer el mal momento que viven dos mujeres por la inundación que sufre su vivienda a raíz de una obra impulsada por la municipalidad de Guaymallén.

Desde aquella comuna se desentienden, e evaden responsabilidades, y minimizan la cuestión. Incluso mienten para defenderse, tal cual demostró este medio.

Para aclarar el tema, Mendoza Today intentó comunicarse incluso con el secretario de Obras guaymallino, Marcos Calvente, el hombre que debería dar explicaciones y jamás las da. Entretanto, se van agregando datos nuevos a la trama. A saber:

-Funcionarios del municipio se comunicaron con Mendoza Today, argumentando que se ocuparían del problema de las mujeres, y pidiendo “clemencia” por las notas publicadas. Hasta ahora, no han resuelto nada de nada.

-Los genios de la “obra” son varios: Municipalidad de Guaymallén, Brizuela y Villafañe SRL, empresa contratista. Respecto de esta última, dicho sea de paso, han aparecido denuncias referidas a otras obras ejecutadas con presuntos defectos. Incluso se asegura que esta sociedad tendría una segunda empresa que también suele licitar con Guaymallén.

-Debe recordarse que el municipio aceptó la donación sin cargo de los herederos del terreno, que son sus ocupantes, y, tras haber sido maltratados, tanto por la empresa como por el municipio, les han negado una resolución satisfactoria y digna, aduciendo burdamente que no son los titulares. Para donar si, para arreglarles lo mal hecho no.

Testimonios, fotos y documentación que, a pesar de lo manifestado por la supuesta Ingeniera encargada de la obra, que sería de apellido Salgado, desmiente la supuesta diferencia de alturas en la vereda de la casa pileta, así llamada por la “Ingeniera” con respecto a sus vecinos.

Foto de cómo era la propiedad.

Declive que viene de calle Tito Laciar, y también de Arenales, juntándose en esa cuadra, especialmente frente al local de repuestos y la casa pileta, lo cual genera un “efecto embudo” que logra penetrar el agua a raudales.

Caben cuestionamientos al tratado que hicieron los forestales en la obra, los cuales al excavar habrían mutilado las raíces de añosos árboles, que, en estado vital ya corren peligro, incluso alguno se derrumbó.

Seguiremos insistiendo: Manos a la obra. Sin engaños, y las únicas personas que merecen piedad son las habitantes de la casa.