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García Moritán repudió el ataque a Cristina, pero insiste en demoler el edificio de Desarrollo Social

En una entrevista con la agencia NA, el legislador porteño de Republicanos Unidos (Juntos por el Cambio) defendió su proyecto que causó revuelo en el oficialismo. También puso el duda el intento del kirchnerismo por acercarse a la oposición y habló del futuro de su espacio.

El legislador porteño de Republicanos Unidos Roberto García Moritán sostuvo su postura de demoler el edificio del Ministerio de Desarrollo social, que se encuentra en el centro de la ciudad de Buenos Aires, y aseguró que “los símbolos políticos” no deberían detener “la renovación urbana”.

En una entrevista exclusiva con la agencia Noticias Argentinas, el referente del espacio que lidera Ricardo López Murphy opinó sobre la reciente defensa que realizó la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa Obra Pública: “No tiene nada que ver de haber llegado democráticamente con el hecho de haber conformado una matriz de corrupción”.

Además, Moritán repudió el intento de asesinato contra la ex mandataria, pero dejó en claro que le “cuesta creerle” al kirchnerismo duro sobre el intento de acercamiento político con la oposición: “El oficialismo tiene la pésima costumbre de decir una cosa y hacer otra”.

– A tres semanas del intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner. ¿Qué reflexión hace? 

– Por supuesto que condenamos este intento de magnicidio, así como repudiamos todo acto de violencia. Gracias a Dios hay elementos suficientes para que la Justicia actúe rápido y que pronto se pueda conocer la verdad, de qué se trata este hecho. Los argentinos tenemos que tener la paz de saber que se resolvió. Ahora, creo que el oficialismo no puede olvidar la agenda de la gente. Esto es importante para el núcleo duro del kirchnerismo, que hace años que gobierna para su 20 por ciento. El resto de los argentinos tienen otros problemas para resolver: hambre, inflación, violencia, inseguridad, la falta de trabajo y oportunidades, el narcotráfico.

– ¿Hay discursos de odio? ¿Se deberían regular?

Se regula cuando el discurso del odio empieza a promover y alimentar la persecución de minorías, que fueron históricamente discriminadas y perseguidas. Como regularlo atenta con la libertad de expresión, debe ser para casos muy extremos. Por ejemplo, cuando una minoría se ve amenazada por mayorías.

– ¿Le cree al kirchnerismo cuando propone un acercamiento entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner? 

Me cuesta mucho creerle a Cristina (Kirchner) porque el oficialismo tiene la pésima costumbre de decir una cosa y hacer otra. Esto le cabe a Alberto Fernández y a Sergio Massa. Venimos de ejercicios donde radicalizaron sus posiciones. Amenazaron a la Justicia, la paz social, tomaron por asalto el barrio (porteño) de Recoleta…y se dieron cuenta que, mientras que extremaron su posición, también se achicaron y eso no es bueno para el negocio electoral al que se tienen que enfrentar el año que viene.

– ¿Qué opina de la defensa que ejerció el viernes pasado en la causa Obra Pública? 

– La Vicepresidenta confunde algunas cuestiones. No tiene nada que ver de haber llegado democráticamente con el hecho, luego, de haber conformado una matriz de corrupción como nunca hubo en la historia de la Argentina. Son hechos ilícitos que perjudicaron a muchos argentinos, que no la votaron para eso. Además, como nos tiene acostumbrados, amenazó a fiscales, diciendo que los va a denunciar; amenazó a jueces, diciendo que no saben aplicar la ley y que la persiguen políticamente.

– ¿En qué quedó el proyecto para demoler el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación? 

– El proyecto para mejorar la circulación de la avenida 9 de Julio fue presentado y espero que abra dos debates: el primero, cómo hacemos para mejorarle la calidad de vida a los porteños y a los 3,5 millones de visitantes que tiene la Ciudad todos los días. Para esto es muy importante despojarnos de la parte emocional y enfrentarlo desde el lado más racional. Tokio, Londres y Berlín, con historias de guerras profundas, nunca pararon la transformación urbana. El segundo debate es pensar en relación al edificio, que ocupa el  Ministerio de Desarrollo Social, y hacer de él un despliegue territorial más inteligente y responsable. Necesitamos una gestión descentralizada para que la vida de los porteños sea más ágil y amigable. Hubo más de 600 piquetes focalizados en ese edificio, cuando podría estar relocalizado en otro lugar dándole valor social. No deberían haber símbolos políticos que detengan la renovación y la evolución de las políticas urbanas.

– ¿Está escribiendo un libro?

– Está en desarrollo la idea. No queremos hacer un libro tradicional de economía, queremos algo práctico. La gran diferencia que tenemos muchos de los economistas que son voceros, referentes en redes y demás, es que ellos son más abstractos en sus conceptos. Esto lo vengo haciendo desde la administración de una pyme, la construcción. Ese debería ser el aporte adicional. Tendría que estar publicado a fin de año.

– Pablo Echarri dijo “si la tocan a Cristina (Kirchner), qué quilombo se va a armar”. Usted le retrucó: “Si no hay justicia, qué quilombo se va a armar”. ¿Qué “quilombo” se puede armar?   

– ¿Cómo podés vivir en una sociedad que no tenés ningún tipo de mecanismo que resuelva los conflictos? ¿En qué tipo de república te convertís? El escenario de quitarle legitimidad a la Justicia que ellos proponen, no es nada en relación con las consecuencias de lo que proponen.

– ¿Qué evaluación hace sobre las primeras semanas de de Sergio Massa como ministro de Economía? 

– Arrancó pareciendo que iba a hacer algo y terminó siendo la nada misma. El ajuste que están haciendo no significa nada. El problema de la Argentina es grande. Todo lo que hacen ellos a medias. Ahora, la paradoja es que el ajuste nunca lo hace la política y se siguen aumentando los sueldos. No redujeron la cantidad de ñoquis que tienen. La casta se cuida. Me parece insuficiente lo que hace.

– El mercado parece haber respondido favorablemente a las medidas de Massa

– El mercado es optimista por naturaleza. Salvo que venga un extremo muy complejo al que nadie le crea, como a (Silvina) Batakis. Esto funciona así siempre. Hay que ver si esto es una tendencia o es una cuestión especulativa para tomar una determinada decisión.

– Entonces, como empresario pyme que es, ¿no avizora un repunte económico en el mediano plazo? 

– No, para nada. No han logrado la credibilidad suficiente. Sigo viendo que la brecha entre los que les va bien y a los que les va mal, es mayor. A quienes los que les va bien son cada vez menos. Esto se siente porque es un modelo de país que construye un plan económico entorno y sostenido por el consumo. Si vos te dedicas a consumir todo lo que te entra y no a producir, terminás convirtiéndote en una sociedad con una cultura muy pobre. El tipo que está acostumbrado a consumir, no tiene perspectiva de mañana. El tipo que tiene visión de producir es el que planifica a largo plazo. Es una sociedad cortoplacista se viven todos los días como si no hubiera un mañana. Se van a ver a Tini (Stoessel), se gastan y se endeudan en lo que sea para ir a verla porque ya no importa qué pasará mañana.

– ¿Qué debería pasar entonces para que exista un repunte económico desde la mirada de Juntos por el Cambio?

– Para hacer las reformas que la Argentina necesita, para poder reconstruir el vínculo con el sector privado, que un juicio laboral no te quite todos los incentivos a invertir. Mientras que las estructuras democráticas sean un negocio para la política, mientras que un enorme enredo para la pyme, nadie invertirá. Sin seguridad jurídica o alta rentabilidad no invertís. Acá no tenés ninguna de las dos cosas. Se necesita una persona muy valiente, con un plan muy claro, con la determinación para tocar los botones necesarios. Y muchos me dicen ‘¿qué va a pasar con todos los ñoquis que van a quedar sin el subsidio?’. Salir a trabajar.

– En este nuevo esquema de poder en el Frente de Todos. ¿En qué posición quedó el presidente Alberto Fernández? 

– Está en cosas poco importantes y sin terminar de entender ni siquiera en esas cosas lo que tiene que hacer. Destruyó la embestidura presidencial hace mucho tiempo.

 

Juntos por el Cambio

– Hace poco dijo que la interna era adolescente. Puntualicemos en el último cruce entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, sobre la Policía de la Ciudad en la casa de la vicepresidenta. ¿Sostiene la figura de “adolescente”?

– Las discusiones políticas en los bloques son normales. Nuestro espacio (Republicanos Unidos) considera que es un momento de pensar estricta y exclusivamente en nuestros planes. La discusión sobre candidaturas es por ansiedad. Después, cuando tengas el programa, vas a tener que tener bien en claro el mapa de ruta que tendrá que tener los jugadores que conforman ese programa. Hay una muy mala costumbre que, cuando gobiernan las coaliciones y se reparten los cargos por términos políticos, cada uno termina haciendo campaña para sí mismo o reportando para sus líderes. Con lo cual habrá que armar un plan específico para que ninguno se distraiga en el camino.

– Esa distracción que marcó. ¿Se anticipó? 

– Cuando empiezan a haber oportunidades de poder, en toda coalición -con miradas diversas- siempre hay roces de la propia política. Nosotros somos diferentes a ellos: hablamos, discutimos y negociamos. Es normal que pase. Los medios están muy encima de todo y las cosas parecen mucho más de lo que son.

– ¿La llegada de Massa desordenó a la oposición?

– Ellos son genios para la construcción de relatos. ¿Cómo se va a decir que ellos están ordenados? Cuando, claramente por esencia, son tipos que se traicionan todo el tiempo. Una persona que todo el tiempo está cambiando de opinión, y no hablo solo de Massa, sino de todos los integrantes del Frente de Todos, es muy probable que en lo discursivo muestren algo que puertas adentro no es.

– Ante esto. ¿Está más cerca de la postura de Bullrich o Rodríguez Larreta? Sobre todo por el episodio en Recoleta.

– Nosotros no creemos en las cosas a medias. No pensamos que eso fue una manifestación pacífica, fue un acto extorsivo y violento. Estoy más cerca de la posición de Ricardo López Murphy. Él dice ‘si lo vas a hacer, hacelo bien’. Lo que no puede pasar es que tengas veinte policías heridos.

– Si no se abre el juego en unas PASO para todos los integrantes de Juntos por el Cambio. ¿Le da lo mismo un candidato del PRO o de la UCR?

– Si no juega Ricardo, jugará alguien de nuestro espacio. Lo cual el apoyo será absoluto a quien sea. El PRO, la UCR y Republicanos Unidos estarán, como mínimo, en una interna.

– Eso fragmentaría mucho el voto… 

– En nuestro caso, la experiencia de las PASO en 2021 fueron excelentes. Mostraron distintos matices de representatividades que existen en Juntos por el Cambio.

– ¿Cuáles son sus aspiraciones políticas para 2023? ¿Le gustaría ser Jefe de Gobierno?

– Ser parte de este gran equipo que piensa en recuperar a la Argentina. No lo tengo en consideración, pero si Ricardo (López Murphy) me pide que haga algo específico lo voy a hacer. Hoy por hoy mi ambición pasa por lo primero que dije.

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