Este jueves fue el exposivo comienzo del debate por la reforma a la Suprema Corte de Justicia, que se inició con la visita del subsecretario de esa cartera, Marcelo D’agostino.
El Frente de Todos acusó al oficialismo de no dejarlos terminar de preguntar a este último funcionario. Por ello, se levantaron momentáneamente del encuentro. Por su parte, Cambia Mendoza aseguró que debían respetarse los tiempos de los otros convocados.
En total, eran siete los legisladores que se habían inscripto para hacer preguntas, pero sólo alcanzaron a hacerlo dos: el presidente de la bancada justicialista en la Cámara Baja Germán Gómez; y el también diputado José Luis Ramón.
Cuando estaba por llegar el turno de la demócrata Mercedes Llano, se dijo que debían dar paso a los siguientes disertantes, Aída Kemelmajer y Alejandro Pérez Hualde.
Según el relato de Diario UNO, Alejandro Bermejo, Lucas Ilardo y el propio Ramón fueron los que se mostraron más ofuscados. Uno u otro coincidieron en deri que el oficialismo no quería dar respuestas del proyecto, aunque el propio presidente de la comisión Jorge Difonso propuso que, luego de terminado el intercambio con los juristas, D’Agostino podía quedarse a responder más preguntas. Al peronismo, eso no lo convenció.
Los peronistas no fueron los únicos contrariados: Llano acusó: “Dejen preguntar a las terceras fuerzas, que justamente trabajamos por fuera de este sistema de bipartidismos que es lo que se está discutiendo en este encuentro”. Su solicitud no tuvo eco, porque los senadores del PJ se levantaron y dejaron la sala. Ramón hizo lo propio.
A su vez, hubo denuncias cruzadas, que empezaron cuando Ramón dijo que la elección del tribunal o “fórum shopping” era un derecho de los abogados, que se podía elegir el tribunal en el cual litigar de acuerdo a los intereses de, por ejemplo un cliente.
D’Agostino le respondió que eso era “fraude” y añadió: “Así que si a usted le gusta eso, está avalando un fraude”. “Yo no dije nunca eso”, le dijo después el hombre de Protectora.
