En Mendoza parece que la política se ocupa de temas que no hacen a la búsqueda de soluciones para los problemas cotidianos, mucho menos parece que se planifica con seriedad las políticas de largo plazo, en realidad las pocas políticas a largo plazo que vemos en ejecución y una de esas son las ciclovías, cabe destacar que en algún momento hasta me ilusione con esta red que iba a unir el Gran Mendoza pensando que podía resolver un flagelo importante de quienes hacen uso de medios de movilidad sustentable.
Esta ilusión se sostenía en mi experiencia personal ya que padecí la falta de conectividad e inclusive las dificultades que representa intentar trasladarnos en medios más amigables con el planeta por las calles de la ciudad y lo que representa llegar a la ciudad para quienes decidimos hacer uso de ellos, ¿pero realmente esta nueva red de ciclovías es útil?
Con Ricardo García, Concejal de la Ciudad de Mendoza por el Partido Verde y que está detrás de esto hemos llegado a la conclusión de que la respuesta hasta ahora es no, simplemente es no porque para hablar de políticas ambientales responsables no solo hay que analizar la variable de la reducción de la contaminación, sino también, la arista de la participación ciudadana y en esta estamos perdiendo por goleada.
Muchas personas que se vieron atravesadas por la inclusión de estos recorridos de ciclovías se enteraron cuando pasaron tirando asfalto sobre la carpeta asfáltica, es decir no existió un estudio de impacto Urbano previo para consultar a los vecinos de la Quinta sección sobre esta obra y directamente se procedió a su ejecución. Mientras las calles están detonadas y llenas de pozos, pasaron asfaltando el asfalto para armar la ciclovía, con solo transitar algunas calles de Las Heras donde están los circuitos van a ver que lo que les contamos es verdad, y no solamente esto, sino que cuando vecinos y vecinas fueron a consultar en distintos municipios se escudaron y les respondieron en que la obra viene financiada con millones de dólares del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y que lo maneja la provincia.
Ante esto y como Legisladores decidimos pedir información ya que estudiamos el pliego y vimos algunos “errores” que tenía la obra, como por ejemplo que el cordón no parecía haber contemplado el aproximadamente 40% de material plástico reutilizado y que no cumpliría con las medidas señaladas, inclusive muchas veces ni siquiera seguían una línea recta, en especial en calle Martinez de Rosas donde ahora desde la Municipalidad han reconocido que van a tener que realizar modificaciones a la obra después de mucho insistir por parte del Concejal Ricardo García con los reclamos vecinales.
Lo insólito es que lo veníamos advirtiendo hace tiempo sobre la mala ejecución de esta obra, sin embargo, la municipalidad caprichosamente no se daba por aludida y continuo con su accionar. De hecho pusimos varias veces como ejemplo el fracaso de la ciclovía de la Av. Juan B. Justo, que la terminaron sacando. El problema es que todos estos errores y caprichos, afectan el bolsillo de los contribuyentes, quienes son los que finalmente terminan pagando estos desaciertos.
En Las Heras, se suma otro flagelo, las fotomultas que son una máquina de recaudar dinero y que no solo se realizan con cámaras fijas, sino también muchos automovilistas nos han contado que han recibido fotomultas realizadas desde los mismos móviles. Esta situación ha provocado en Calle Lisandro Moyano, una calle comercial del departamento, en donde los responsables de los locales empiezan a recibir, aunque sea de manera informal, aviso de sus proveedores de que no saben si van a continuar trayendo mercadería como lo hacen porque no se han previsto dársenas de descarga ni tampoco lugar para que puedan detenerse para descargar y que ante el riesgo inminente de la fotomulta no realizaran más las entregas de mercadería y deberían los comerciantes buscar nuevas formas de abastecerse.
Por otro lado, hemos detectado trayectos de la ciclovía que pasan directamente por el puente de salida de una estación de servicio y otras que atraviesan, literalmente, las paradas de los colectivos. Sin dudas, esas situaciones frecuentes, no resultan seguras ni para quienes hacen uso del transporte público, ni para quienes hacen uso de las ciclovías. Algo similar paso en el departamento de Guaymallén y seguramente está pasando y nos seguiremos enterando a medida que avance la construcción de esta megaobra provincial.
Francamente no solo pedimos informes a las autoridades sino también hemos recorrido estas zonas hablando con quienes residen en estas calles y quienes comercializan y que al igual que nosotros no se oponen a la ciclovía, sino entienden que esta obra metida de prepo podría haber resultado de mucha más utilidad y seguridad si se les hubiera dado participación.
Muchos expresan que podría haber estado la ciclovía paralela a bulevares que se encuentran en las mismas calles donde hoy pasan y que tal como sucede en calle Belgrano con la ciclovía que va al lado del metro tranvía, el éxito de la misma hubiera sido contundente.
En épocas donde la inflación, la falta de empleo, la dificultad para llegar a fin de mes está golpeando fuertemente la cotidianidad de la vida de las familias de Mendoza, hacer Marketing Verde no es la solución, necesitamos políticas públicas que sean participativas, obras públicas que favorezcan a la comunidad y que no incorporen nuevas dificultades y gobiernos que no se desesperen por ejecutar créditos así porque si, porque después la pagamos todos y todas ese dinero.
