Y un día Lozano “tomó distancia” del Gobierno
Razones detrás de las razones.
Luego que le pidieran formalmente que renuncie a su empleo como miembro del directorio del Nación, Claudio Lozano, anunció que su agrupación “Unidad Popular “toma distancia de la gestión gubernamental”.
No se sabe cuántos metros será la distancia que tome Lozano y una treintena de legisladores y concejales. De seguro, será la suficiente para seguir cobrando, tal como lo hizo el líder de la agrupación durante más de dos años en los que criticó la política económica del propio gobierno que él integraba.
Es más, ahora UP “decide convocarse y convocar a la creación de una nueva propuesta política que recupere la unidad popular para transformar la Argentina que el Frente de Todos expresara en el 2019”. Es decir, son ellos lo que conservan, vaya uno a saber cómo, la verdadera esencia de la coalición gobernante.
A través de una carta de más de 5.000 caracteres, Lozano y sus seguidores dan cuenta que “esta propuesta deberá exigirle al gobierno las medidas urgentes que el pueblo argentino necesita y disputará las primarias del Frente de Todos en el 2023”.
Es decir, que ellos “toman distancia de la gestión gubernamental”, pero igual seguirán dentro del FdT participando en las PASO. Esperemos que esta vez logren el “piso” para que su líder, Lozano, pueda postularse como diputado, y no como ocurrió en el 2019.
“La fuerza que lidera Lozano hizo una “caracterización” del momento actual en la que “hemos asistido a un golpe de mercado orquestado por el poder económico local cuyo resultado ha sido forzar vía una corrida cambiaria y financiera una fuerte modificación en el dispositivo de poder institucional del gobierno del Frente de Todos”, aseguró.
Tal vez “el poder económico” se ocultó detrás de las caras de Andrés Larroque, Máximo Kirchner, y del propio Lozano para ir limando a base de múltiples críticas que le hicieron a Alberto Fernández, en general, y al ex ministro de Economía, Martín Guzmán, en particular.
La mejor de todas fue la de la ex diputada y economista Fernanda Vallejos, luego de la derrota de las PASO.
También “el poder económico” pergeñó la venta de $ 9.000 millones en bonos para comprar energía y derrumbar la cotización de esos títulos, una semana antes de que Guzmán renuncie.
En fin, todos sabemos cómo opera “el poder económico” en Argentina que hizo que el país se endeude US$ 58.000 millones desde que asumieron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en el 2019, a pesar de un canje de deuda, y la renegociación con el FMI.
Como sea, el cambio que logró “el poder económico” implica “el desplazamiento de la centralidad de la figura presidencial, la afirmación en el control del gabinete nacional de Sergio Massa y el Frente Renovador, y el acompañamiento silencioso de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”. ¡Qué suerte que quedó UP para mantener “la esencia” del FdT del 2019!
Una cosa más. El documento distribuido a la prensa da cuenta “la relevancia de la gestión que Lozano encarnó impulsando la denuncia del caso Vicentín y el mantenimiento de una postura que hasta hoy ha buscado evitar que se consume el fraude que el citado grupo empresario perpetrara sobre el pueblo argentino, intentando recuperar los millones de dólares que el Estado tiene enterrados en la crisis de Vicentín y buscando crear una empresa testigo del comercio exterior argentino”.
Bueno, habrá que recordarle al ex integrante del directorio del BNA que cuando él asumió el cargo, ya existía un “Concurso de acreedores” contra la firma, e incluso había dispuesto un síndico.
Más allá de sus nobles esfuerzos para que el erario público no pierda dinero, habrá que recordarle a Lozano que esa empresa no podía ser intervenida por el Poder ejecutivo, porque ya había sido intervenida por otro Poder del Estado, en este caso, el Judicial..
Esperemos ahora que Lozano siga opinando sobre el derrotero que lleva adelante el Gobierno del que él formó parte, y del cual renunciaba a la lucha, pero no a los honores.