Mendoza en focoNicolás Sanz

“Indigentes municipales” en San Martín: un drama imposible de resolver si no hay intenciones

El trasfondo de los salarios de los empleados de la municipalidad de San Martín, los aprietes y el proselitismo

Tal cual viene señalando Diario Mendoza Today, en General San Martín los empleados municipales categoría 3 cobran un salario que no llega a los 22 mil pesos, ello en un contexto en el que para no ser indigente – es decir para acceder a la canasta básica alimentaria- una familia tipo necesita $37.500 mensuales.

Pero parece que el número de indigentes municipales es mayor, ya que los haberes son bajos incluso en niveles altos. Por caso, un empleado categoría 8 cobra poco menos de 30 mil pesos mensuales. Para no ser pobre en Mendoza se necesitan 78.600 pesos.

Pero es bueno rebobinar la cinta y empezar a desandar lo andado, porque el inicio del conflicto por los salarios de los empleados municipales del departamento de San Martín comenzó como algo mucho menor: un bolsón de comida para algunos de los nucleados en la delegación Palmiras.

La matemática es pura y sencilla. ¿Cómo harían estos trabajadores para comer, y darle de comer a sus familias, cuando salario no alcanza para adquirir lo mínimo y básico que se establece en una Canasta Básica Alimentaria? ¿Cómo harían, entonces, para afrontar gastos tales como servicios, impuestos o hasta el alquiler en caso de no ser propietario?

“De 1700 trabajadores de planta permanente, un gran porcentaje está cobrando salarios por debajo de la línea de indigencia”, indica el referente peronista Rubén Cuello en diálogo con Mendoza Today, quien añadió que además de ello existen empleados “precarizados y con contratos basura”.

Además, cabe destacar que hay incentivos que dejan sabor a poco en estos empleados municipales: “hay un ejemplo de un trabajador que tiene 20 años de antigüedad y con clase 8 cobra 40 mil de bolsillo”, explica Cuello haciendo referencia al extra que se abona en concepto de “antigüedad”.

Según indicaron los propios empleados, el delegado de la delegación Palmira, Ángel Bottero, los amenazó con que iban a sufrir consecuencias y que iban a ser echados, lo que provocó que la situación sea aún más desafiante para aquellos indigentes municipales.

Para esta altura, los municipales habían elevado el reclamo, pero no muy alto: pidieron que se les pague una suerte de bono para salir de la situación crítica, por lo que los propios indigentes municipales iniciaron un reclamo social pidiendo solidaridad a los vecinos, cuya reacción fue tratar de visibilizar la situación mediante flayers y algún video.

“Como militante político me comunico con uno de los vecinos que es uno de los trabajadores y me dice: ‘estamos mal. Estamos tirados’. Los empezaron a castigar y los hostigaban diciéndoles que eran unos vagos. Esto generó más indignación”, describe Cuello.

Además hay una queja porque desde el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, que conduce adjuntamente Eduardo Di Michele, no se les brinda una respuesta concreta a la situación que vienen atravesando estos trabajadores.

Dicho sea de paso, en una entrevista que el gremialista brindó al canal 3 reconoce, no solamente que los básicos son ínfimos, sino que con extras los empleados municipales no llegan ni siquiera a equiparar el dinero necesario para no caer por debajo de la pobreza (ver al pie).

En este contexto fue que Cuello, junto a la senadora Florencia Canali y la concejala Silvina Agüero acompañaron a un grupo de trabajadores dependientes de la municipalidad para darle apoyo, ya que para esta altura reclamaban aunque sea un ingreso no bonificable de 8 mil pesos.

Cuenta Cuello que entonces fueron amenazados los empleados con que iban a ser sancionados o hasta despedidos si se dirigían hasta la municipalidad. Sin embargo, aproximadamente 300 personas se apersonaron en las inmediaciones del edificio institucional, pero nunca fueron recibidos. “Fue llamativo porque Rufeil dijo que iba a recibir a una delegación, entonces eligieron unas 2 o 3 personas”, asegura a este medio el referente del peronismo mendocino.

Como si hasta este punto la humillación no fuera suficiente, lo que resolvieron desde la municipalidad de San Martín fue entregarles camperas a los empleados para sacarse fotos y hacer un acto meramente proselitista. Cabe preguntar: ¿Por qué con el dinero utilizado para la adquisición de camperas, que no se puede saber cuánto fue porque la información permanece oculta, no les entregaban un bono a los trabajadores estatales? Imposible saberlo.

Lo llamativo es que a pesar de existir una Ley de ética pública y un principio de transparencia, San Martín resulta ser otro de los municipios mendocinos que no deja consultar la información que debiera ser abierta al público, lo que hubiese sido preferible ya que se podría haber sabido cuánto dinero costaron los abrigos entregados.

El SOEM publicó que se acordaron una serie de aumentos tanto a los básicos como a los tickets que cobran los empleados municipales, lo curioso es que aún así hay sueldos que quedan por debajo de la línea de indigencia. Una cuestión importante para destacar es que el aviso se hizo a través de la cuenta que el sindicato tiene en Facebook (ver al pie), nada menos oficial que ello.

 

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