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Alerta en las provincias por la letra chica de ajuste y el blindaje a continuidad de las obras públicas

Los anuncios de Sergio Massa pasan ahora por el tamiz de las gestiones subnacionales, que piden más precisiones y esperan señales concretas. Provincias: alerta por letra chica de ajuste y blindaje a continuidad de las obras públicas. Por Florencia Arbeleche, Silvina Kristal y Ariel Basile, Ambito Financiero.

Las administraciones provinciales se sumergieron ayer al análisis preliminar de los anuncios de Sergio Massa, que tienen por objeto equilibrar las cuentas nacionales y favorecer el escenario macronómico y social nacional.De ese contacto inicial surge como principal inquietud el planteo de ajuste, que involucrará también a las provincias, y que para los ministros de Hacienda consultados por Ámbito exige aún de mayores precisiones.

También hay algunos ejes subyacentes que encienden luces de alerta, como el referido a una posible baja retenciones, que podría tener impacto en los ingresos locales a través de coparticipación.

“El trabajo conjunto existe desde siempre, todo pasa por responsabilidad fiscal que depende de Economía, lo salarial, gasto, etcétera”, mencionó a Ámbito el responsable de una cartera económica local.

Sobre ese punto, en varios distritos afirmaron que la disminución del déficit era un hecho en los estados subnacionales, y que esa línea guiará también los Presupuestos 2023. Veamos algunas consideraciones sobre temas puntuales:

Infraestructura

Acaso la mayor preocupación para los gobernadores está relacionada a los recortes que podrán sufrir en el plan de reducción de gastos. En rigor, no se trata de alarmas encendidas tras los anuncios de Massa, sino que la necesidad de una poda ya había sido expresada por Silvina Batakis en su breve paso por Hacienda. Y, a su vez, marcaba una continuidad con lo establecido por su antecesor Martín Guzmán para cumplir con las metas del acuerdo con el FMI.

En los hechos, fue uno de los ejes que sobrevoló las cumbres de gobernadores, y que en el último cónclave de la liga de mandatarios peronistas -antes de los cambios en el gabinete- se trasladó a la mesa que preparó luego Alberto Fernández en Casa Rosada para escuchar a los jefes provinciales. El pedido, entre otros temas macro tanto políticos como económico, fue sobre ese punto mantener la obra pública y los envíos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que Nación gira de forma no automática.

“Entendemos que el ajuste para las provincias va a venir por los compromisos de transferencias discrecionales para obra pública. Pero en su discurso Massa también mencionó que la obra pública será uno de los motores de la reactivación. No sabemos hasta dónde van a cumplirse los compromisos y hasta dónde van a readecuarse”, dijo a Ámbito un ministro de Economía del sur del país.

“No nos van a dar más de lo poco que nos dan. No nos mueve la aguja los fondos discrecionales porque no tenemos ni queremos tener nada”, mencionaron desde un distrito no peronista. “En cuando a los gastos provinciales, solo interactuamos con Nación en el cumplimiento de los artículos de responsabilidad fiscal, en el cuanto a los límites del gasto, el resto es jurisdicción provincial, no es competencia del Gobierno nacional”, agregaron.

Otro distrito no oficialista ve el mismo panorama: “A nosotros no nos pasan nada. Solo la coparticipación, el subsidio de Transporte miserable y partidas de Educación ya arregladas hace años. Nada más. A otras provincias tal vez las comlique”, y coincidieron en que “los anuncios son casi los mismos que venían haciendo Guzmán y Batakis”.

En esa línea, desde una provincia habían expresado que la tijera que alzó Batakis antes de Massa había contado con un guiño de Guzmán, al autorizar giros por ATN antes de dejar el Ministerio.

Uno de los puntos que esperan las provincias que sea resuelto por el nuevo equipo económico es el relacionado con la apertura de importaciones para las industrias y las economías regionales, un reclamo que ya elevaron distintas cámaras empresarias y que está afectando la producción, en muchos casos de bienes y mercaderías que se exportan.

“Ya hay empresas que están dando de baja contratos porque no pueden producir. Es algo que hay que solucionar”, dijo un funcionario provincial a este medio, quien se mostró entusiasmado por la llegada de divisas que mencionó Massa.

 

Consenso Fiscal

En las últimas horas y en una movida estratégica, el Senado nacional revivió, con un aval de propios y ajenos en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el proyecto de Consenso Fiscal sellado en diciembre entre Alberto Fernández y los gobernadores, que quedó así en condiciones de ser aprobado en la próxima sesión.

El entendimiento representa en los hechos un potencial paraguas para los mandatarios frente a la imposición de un ajuste de fondos, al dejar la puerta abierta para incrementar la presión impositiva en el caso de distritos que aún estén por debajo de las alícuotas máximas definidas para los tributos provinciales, con foco en Ingresos Brutos, los impuestos Inmobiliario, Sellos y el tributo Automotor.

Aquella tregua sobre el Pacto Fiscal rubricado durante la gestión de Mauricio Macri -en 2017, y que definía una baja progresiva de la presión impositiva provincial- alienta además la posibilidad de aplicar un impuesto local a la Herencia, como el definido en PBA.

Sin embargo, y a pesar del hermetismo, en varios despachos provinciales consultados ayer por este diario se apresuraron a remarcar que no proyectan a priori un incremento de tributos provinciales, una medida riesgosa en términos de impacto inflacionario y del humor social en la antesala de las elecciones 2023.

“No pensamos en aumentos de impuestos”, aseguraron por caso desde filas del gobierno del bonaerense Axel Kicillof.

Un posicionamiento de ese tenor brotó también desde provincias de corte opositor. “Aumentos de impuestos, para nada”, señalaron desde un distrito. “Es política nuestra no subirlos, y de hecho los venimos bajando desde 2016, sobre todos los distorsivos e incluso por debajo de lo que el Consenso fija como techo”, aportaron desde otro.

En otra jurisdicción destacaron, en tanto, que “no hay mucho margen” para una mayor presión tributaria porque “cuando se hizo el Consenso Fiscal estábamos todos adentro de los límites fijados”. Sí resaltaron en cambio las posibilidades que brotan sobre un potencial avance en el cobro de un impuesto local a la Herencia, porque “son muy pocas provincias las que lo tienen, como la de Buenos Aires”.

 

Revalúo y FMI

En materia de una potencial mayor presión impositiva, la senda quedó abierta además a partir del revalúo inmobiliario al que se comprometió el Gobierno de Fernández en marzo ante el FMI, y en el que Massa avanzará, en pos de recaudar unos $ 65 mil millones adicionales (y $ 130 mil millones en 2023), calculados en función de los contribuyentes alcanzados por Bienes Personales.

Sin embargo, los gobernadores muestran especial cautela -y pocas señales de avance- respecto de la conveniencia y modalidad para avanzar en esa actualización y homogeneización de las valuaciones inmobiliarias en el país, también incómoda en términos inflacionarios y electorales, más allá del atractivo que generaría un mayor flujo de ingresos vía la recaudación del provincial impuesto Inmobiliario.

Ya desde los avances que anunció en esta iniciativa la fugaz ministra de Economía Silvina Batakis las provincias salieron a poner paños fríos. “Lo del Inmobiliario viene desde hace rato, muy difícil de llevar a cabo”, dijo por esas horas un ministro provincial a este diario. “Queremos ser cuidadosos de que no perjudique a los titulares de inmuebles con valuaciones que no sean apropiadas”, advirtieron desde otro distrito.

Ayer, desde otro despacho provincial marcharon en esa línea, esta vez con Massa como superministro. “Es un desafío técnico y muy complejo de implementarlo porque hay muchas distorsiones”, afirmó, además de resaltar que “la gran mayoría de los contribuyentes pagan más de Impuesto Automotor que del Inmobiliario”.

“Hay un largo camino para corregirlo desde el punto de vista técnico, mientras que desde el punto de vista político es un impuesto que se recauda sobre un stock y no sobre un flujo, por lo que en períodos de crisis como el actual será muy complejo salir a cobrarlo”, alertó.

Sin embargo, brotaron también guiños. “Se puede avanzar porque es muy dispar la valuación fiscal respecto de la valuación de mercado, y más cuando mucho de lo que tiene que ver con lo inmobiliario está en dólares”, señalaron.

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