Economía

Informe de IERAL sobre el “dólar vino”: ¿Se complican las exportaciones del sector?

El planteo del dólar “vino” es un claro indicio de que se están complicando las exportaciones mendocinas de vinos. El tema fue analizado en un nuevo estudio del IERAL. Por Ecocuyo.

El Banco Central tiene el privilegio de comprar dólares oficiales baratos, a costa de los
exportadores. Ante esta situación, algunos, como los de la Región Pampeana, optan
por demorar las ventas al exterior, esperando tiempos (o dólares) mejores. Dada la
magnitud de sus exportaciones, se ha propuesto un mecanismo por el cual les
pagarían un dólar (“soja”) más caro, para incentivarlos a exportar más.

Ahora si se beneficia a un sector, ¿por qué no a los demás, en especial al vino,
principal producto exportado de Mendoza? En realidad, la existencia de muchos dólares
es una locura. Pero el planteo del dólar “vino” es un claro indicio de que se están
complicando las exportaciones mendocinas de vinos, tema a analizar a continuación.

 

1. Dinámica exportadora: los datos

Se exporta todo tipo de vinos, y los que predominan son los varietales fraccionados
(destacándose el Malbec en botella). Sus ventas fueron las que crecieron fuertemente
en la primera década de los 2000s, y luego se estancaron. Cayeron transitoriamente
durante la pandemia, y en lo que va de este año se mantienen relativamente estables.

Su dinámica reciente difiere notoriamente de los productos agroindustriales
pampeanos, con mayores precios de exportación en los dos últimos años, y también
con mayores cantidades exportadas. La vitivinicultura mendocina siguió más a la
agroindustria no pampeana.

La pregunta es si el bajo impulso exportador en el sector vitivinícola se debe a factores
externos (mundo no compra tanto) o internos.

 

2. Mercado con visión externa

Mundo: hasta la crisis financiera internacional, el consumo mundial de vinos venía
creciendo a un ritmo promedio del 1,5% anual, y luego se estancó, con caída durante
la pandemia. Afortunadamente, para los países exportadores, como Argentina, las
importaciones continuaron creciendo (aunque a un ritmo menor, 1,4% anual, vs. un
4,8% en el periodo pre-crisis). Señal de que es más dura la competencia por colocar
productos en otros países.

Continuando con el mercado externo, consideremos dos países que son grandes
compradores de vinos argentinos.

• EEUU (principal comprador): en importaciones viene cayendo gradualmente las
cantidades importadas. En el caso de los vinos argentinos, crecieron fuertemente las compras estadounidenses hasta 2011, y luego siguió la tendencia declinante recién marcada.

• Brasil: ha ido importando más vinos, pero no tanto de Argentina. Esas
compras se estancaron en 2011, y afortunadamente han mejorado luego de la
pandemia, aunque con precios promedio cada vez menores.

Resumiendo ambos casos, Argentina aprovechó la fuerte venta en EEUU (y también en
Brasil) durante la primera década de los 2000s, y luego se estancó. Ha sido un
problema porque las importaciones brasileras de vinos continuaron creciendo,
oportunidad que aprovecharon otros países como Chile, y varios europeos. O sea, en la
segunda década, Argentina no pudo incrementar sus exportaciones vitivinícolas a Brasil
por problemas internos.

 

3. Factores internos

Hay varios, y el primero es la dinámica del dólar oficial. El precio promedio de
exportación del vino varietal fraccionado ha tenido una leve suba en dólares en lo que
va del 2022, pero el problema está en el dólar oficial que se ha rezagado con respecto
a la inflación. Tomando en cuenta ese indicador, se observa que el poder de compra
de ese precio del vino ha caído un 21% en un año.

A eso se le suman varios factores extras, a enumerar a continuación:

• El mayor aumento de precios de la materia prima (uva), luego de las bajas
cosechas, y los menores stocks vínicos.
• Los incrementos en los precios de insumos y maquinarias, especialmente los
importados. Mayores restricciones para importar generan dos problemas:
escasez de esos insumos, y los mismos dejan de seguir al dólar oficial, y pasan
a seguir al financiero (que es el que termina pagando el importador), que es
más caro.
• Todavía se mantiene las retenciones por exportar.

Cuando el mercado externo se complica, especialmente por un dólar barato, el
salvavidas puede ser el mercado interno. Eso es lo que se observa en la primera mitad
de este año, con mayor consumo local de vinos y con precios que han aumentado más
que la inflación.

 

4. Comentarios finales

En vinos no se ha observado el notorio impulso exportador observado en productos
pampeanos. No ha tenido la suerte de un fuerte incremento en sus precios de
exportación.

Además, el consumo mundial de vinos se mantiene estancado, y las importaciones
mundiales crecen a un menor ritmo, señal de mayor competencia en este mercado.
Afortunadamente, en estos dos años se ha podido aprovechar las mayores compras
brasileras de vinos.

El gran problema es la pérdida de competitividad, especialmente por un dólar oficial
que se ha rezagado con respecto a la inflación. A eso se incluyen otros problemas
como la escasez de insumos debido a las restricciones para importarlos. Dada la
escasez de divisas en el Banco Central, no resultará sencillo resolver estos problemas
en los próximos meses. Por eso, surgen los reclamos por menores retenciones y por un
dólar más razonable para exportar.

Mirá acá el informe completo

Artículos Relacionados