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Guaymallén, entre alumbrado público que nunca se apaga y un call center en estado deplorable

Vergonzosa situación en la comuna comandada por Marcelino Iglesias, por duplicado (ah, pero lobos). Por Néstor Bethencourt, desde la redacción de diario Mendoza Today.

En la tormenta granicera de mediados de febrero, una de las partes más afectadas fue donde funciona el call center del municipio de Guaymallén, quedando el sector en cuestión en forma inutilizable.

Desde ese entonces, el personal abocado a atender las necesidades de los guaymallinos fue trasladado a un CENS ubicado en los fondos de una casa, que se encuentra en estado de precariedad en calle Martínez de Rosas 6090, casi esquina cabildo. A tal respecto, se remarca que las precipitaciones de mediados de julio también hicieron que se lloviera y tuvieron que suspender las tareas ya que por las bocas de electricidad se filtraba agua.

Foto: Lluvia de mediados de julio

Esta oficina, a la que no le cabe más que el mote de “cuartucho”, queda en los fondos de la propiedad, y en forma presencial Diario Mendoza Today verificó que, si bien hoy no llovía, los empleados estaban hacinados bajo una estructura precaria, los techos interiores deteriorados, y con olor a humedad, casi sin luz natural, en una situación indigna.

Se han hecho arreglos, sí, pero son absolutamente negligentes; por caso, agregaron membrana encima de tejas coloniales, entre otras falencias. Seguridad e Higiene, como Dirección, ¿ya no existe?

Mientras tanto, en otro lugar del municipio se siguen reiterando hechos de nunca acabar.

No es todo: el día 19 de abril del corriente año, hace poco más de 3 meses, denunciabamos en esta nota las falencias sufridas por un largo espacio urbano respecto a luces de calle encendidas las 24 horas.

En este caso, dicha denuncia había sido manifestada a través de vecinos al call center desde que comenzó a suceder en febrero, tras la fuerte granizada sufrida en el departamento. Solo, dos meses después y ante la publicación de la denuncia la solución llegó en menos de 24 horas.

Dicho evento, después de transcurridos dos meses, y sin evento climático adverso, se repite, realizando un nuevo artículo periodístico el 7 de Julio próximo pasado, y recién solucionado al salir esta segunda nota.

Remarco que, en esta segunda nota, abundante en falencias barriales, Marcelino Iglesias solo envió a gente de su equipo a vender alarmas comunitarias con la propaganda del municipio. Dicho sea de paso, muy efectiva no debe ser porque es evidente que los contribuyentes ya no pueden afrontar más gastos, según lo informado a través de la ley de responsabilidad fiscal que están obligados a informar.

Estamos en momentos difíciles, estaría bueno que lo sepa el intendente, y ya bastante con colocar rejas y alarmas, que encima desde el municipio quieran vender “de prepo” una alarma comunitaria. No da.

Marcelino tiene suerte, se aumenta el salario como le da la gana, ha logrado tener más poder que le fuera delegado desde el HCD, hoy “escribanía Iglesias”, en la cual ya ni siquiera se debate.

Una digresión: los distintos tiempos de debate se pueden ver a través de YouTube en una suerte de transparencia que no es tal, ya que solo se refiere a los asuntos del día como números, más las no tan felices intervenciones de concejales, los cuales algunos fueron involucrados en posibles casos de corrupción (ejemplo, licencias de conducir), que viven en casas que algunos dicen usurpadas, pero que no abonan nada en tasas municipales.

Aún se recuerda cuando Iglesias hablaba de que no tener gente con prontuario, pero parece algo lejano en el tiempo .

Sin más perorata, el dato puntual es que el barrio entero –y extensiones están iluminados otra vez las 24 horas. Por tercera vez, nada menos. ¿Como podría llamarse esta situación, desidia, malas compras de repuestos o ineptitud de alguno/s?

Aquel Intendente que lucía verborrágico, con una decisión que arrollaba en pos de mejorar el municipio de Guaymallén, que pedía que lo acompañen, o controlen, ha sido arrasado por una gestión que más que gestión es una indigestión.

No solo por lo pésima, sino por lo dolosa para el erario público de la comuna. De hecho, la misma fue tan mala que quien estuvo a cargo del ejecutivo anteriormente hoy se encuentra tras las rejas, condenado por ilícitos varios y posiblemente podría haber algunas condenas más por su pésima gestión. Bien hecho, pero no sea cosa que…

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