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Es un grupo “antigrieta”, con radicales, macristas y peronistas, pero desconfían de Urtubey por participar de la cumbre del PJ en Mendoza

La cumbre entre Schiaretti, Morales, Urtubey, Monzó y Randazzo no se repitió, pero siguieron los encuentros entre algunos de ellos y charlas telefónicas que no se dejaron trascender. Por Javier Fuego Simondet, La Nación.

En una cumbre que resultó sorpresiva, en abril se reunieron Juan SchiarettiGerardo MoralesJuan Manuel UrtubeyFlorencio Randazzo y Emilio Monzó. Fueron las figuras más destacadas de un encuentro que no se repitió, aunque el grupo mantiene charlas y reuniones menos numerosas, siempre en estricta reserva. En mayo, la aparición de Urtubey en un acto del PJ con presencia camporista despertó suspicacias, aunque no hubo mayores reproches y el salteño se mantiene dentro de este heterogéneo conglomerado que, por ahora, no tiene en agenda una próxima cumbre general. No obstante, según juran allegados a sus principales figuras, el grupo no se disolvió.

Hubo diálogo entre todos, telefónicos y encuentros personales, pero no una reunión grupal. Más por un tema de agenda que de voluntad. La reunión que se había programado no pudo hacerse porque, primero Randazzo y luego Schiaretti, se contagiaron de Covid. Pero se sostiene más que nunca la idea de generar ese volumen político que tiene esta mesa, en este caos”, resumió a LA NACION un dirigente de confianza de Monzó.

Desde las diferentes vertientes que coexisten en este grupo coincidieron en la continuidad de las charlas, pero sin presentación en sociedad de un espacio político. “Se siguen haciendo reuniones y hay conversación fluida. Schiaretti está muy metido en el tema. Pero no se está viendo como una oferta electoral, sino como una construcción distinta para la Argentina, puntos de acuerdo para salir de la crisis”, planteó un allegado a Urtubey.

“Siguen todos en contacto, si bien no hubo otra reunión como esa [por el asado que se realizó en la casa de Urtubey en San Isidro]. Florencio habla con todos. En términos de diálogo político, el grupo sigue funcionando. [La media sanción de la] boleta única se dio en función de eso y la ley de alquileres se encaminaba hacia lo mismo. Pero la coyuntura demanda ser prudentes, está todo demasiado delicado como para fotos políticas”, comentó a este diario una fuente cercana a Randazzo.

El 6 de abril fue el asado en la casa de Urtubey, al que también asistieron los diputados Graciela Camaño y Rogelio Frigerio, el exsenador Ángel Rozas (UCR), y el intendente de Rosario, Pablo Javkin. El 21 de mayo, el exgobernador salteño sorprendió con su presencia en un acto del Partido Justicialista de Mendoza, convocado por la senadora Anabel Fernández Sagasti (integrante de La Cámpora) y con el ministro del Interior y referente camporista, Eduardo de Pedro, como uno de los invitados principales. Por estos días, una apertura al diálogo con opositores reaparece en la agenda del ala kirchnerista del Gobierno.

Esa presencia de Urtubey generó impacto interno, aunque no el suficiente para desmoronar el diálogo. “Juan fue muy duro contra los K, incluso en ese mismo acto de Mendoza. Nadie le pidió explicaciones. Pero, lógico, la foto fue confusa”, opinó una fuente del sector. “Creo que está todo aclarado”, señalaron desde otra orilla de este armado.

Sin embargo, cerca de uno de los protagonistas de este conglomerado indicaron que creen que el salteño “no va a participar de alguna otra reunión que tenga el grupo”. En el campamento de Urtubey explicaron: “Participó [del acto en Mendoza] y les dijo que el justicialismo no era una franquicia. Fue, sabiendo que muchos iban a disentir con él y que los apoyos serían por lo bajo. Él quiere una interna con el kirchnerismo y también la quieren muchos gobernadores del PJ”. Según anticiparon, Urtubey buscará abrir charlas con dirigentes peronistas que orbitan en Cambiemos.

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