Néstor BethencourtPortada

Javier Emilio Puebla, director de Rentas de Guaymallén, ¿un tipo con suerte?

Un funcionario con un patrimonio descomunal, y con los papeles flojos. Siguen pasando cosas en el terruño de Marcelino Iglesias.

Diario Mendoza Today viene poniendo el foco al departamento de Guaymallén, municipio manejado por Marcelino Iglesias con mano de hierro y oportuna discrecionalidad. Por eso, este medio reitera la importancia de verificar la compra de lotes, para no caer en problemas.

Quien gravita en ese rubro es Javier Emilio Puebla, director de Rentas de ese municipio, quien parece aprovechar su cargo en beneficio propio a través de “Cooperativa de vivienda, urbanización, servicios públicos y consumo “BON AMIC” Ltda.”, de la cual Puebla es secretario y su hijo Juan es Tesorero.

Puebla vende y es propietario del emprendimiento en general, y de lotes en particular, desde hace años, sin declarar, aún con ínfimos tramites iniciados, (hoy casi cumplimentados).

Un botón de muestra: la casa que hoy Puebla ocupa, con el terreno a su nombre, mide aproximadamente 1.000 mts2, (2 terrenos unidos), con casi 480 construidos, lo cual sumaría la increíble suma de U$S 280.000 con terreno incluido.

Independientemente de ello, hay al menos 4 terrenos más a nombres de familiares muy directos, los cuales aún no tienen construcción alguna en 4 de las manzanas, en el predio que tiene casi 6 hectáreas y media total.

Los inmuebles en cuestión están en un barrio cerrado en Rodeo de la Cruz, precisamente en calle Pueyrredón 963, llamado BON DESTIC, hay muchas publicaciones de ventas sobre el barrio, ya incluso propiedades ya finalizadas que aún no pueden escriturarse, algunas con cambios sutiles en el nombre desde más de 3 años, ¿será por no cumplir las normas referidas a ventas de loteos con tanto adelanto?

En su última declaración jurada, Puebla no publicó inmuebles de valores millonarios -¿obra clandestina?- y no tributa lo que correspondiere en ATM como impuesto inmobiliario, como tampoco lo haría en el municipio de Maipú.

Según el barrio, que ya está en su mayoría con titulares de las fracciones, sigue tributando en ATM como campo cultivado, el cual desde la compra y planos del 2015 se visualizaba que el destino de los terrenos giraba a ser ocupados por viviendas, logrando abonar por el TOTAL del terreno (más de 6 hectáreas) del barrio la irrisoria suma de $ 1.514,11.

Lo aún más curioso, es que en ATM figura como titular otra persona, que además posee 9 inmuebles más, y solo un vehículo del año 2004.

Puebla integra una sociedad en otros emprendimientos, a través de “Fideicomiso La Elena”, en este caso, que está en plena etapa de desarrollo urbanístico en zona cercana. Álamos Barrio Privado, es uno de ellos, con 150 lotes de 500 metros cada uno, pero según reza la página de Facebook, este complejo también tendrá: cancha de Futbol 5, cancha de Pádel, churrasqueras con espacios comunes, pista de salud de 1.400 metros., diseño paisajístico eco sustentable, centro comercial con 20 locales comerciales muy amplios con estacionamiento para 70 autos, mercadito, panadería, vinoteca, café, guardería, librería, rotisería y peluquería.

Según fuentes consultadas con experiencia en tasaciones en la zona, el terreno de 500 metros cuadrados orilla promedio los Usd 18.000.-, excepto cuando la urbanización esté completada y allí se legalicen los loteos individuales, el valor sube hasta Usd 25.000.-. El metro de construcción promedio orilla hoy los Usd 550.-, obvio según las pretensiones del ocupante.

Claro, también es en Maipú, otro terruño, donde también recordemos que el mismo intendente Iglesias tiene una cantidad importante de lotes.

Obvio, parece que ningún organismo de control lo ve. Pertenecer tiene sus privilegios.

¿Se habrá incumplido alguna cuestión respecto a la ley de loteos hoy vigente? Especialmente en ofrecimientos de venta, y terminación de construcciones, (¿su propia casa?) en forma MUY adelantada como mínimo.

Recordemos que Guaymallén, a través de Puebla, en los últimos trimestres aún a pesar de la pandemia y retracción de actividades, inició cientos de apremios desde sumas ridículas que no llegan a los $1.000.-

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